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| 102 cuidado facial puntos negros y mostrar envejecimiento prematuro, presentando líneas de expresión. En términos generales, existen diferentes grados: piel seca, piel muy seca o piel extremadamente seca. En relación con los cuidados, es importante remarcar que es una piel más sensible que la normal. De entrada, es preferible utilizar leches o aceites limpiadores y evitar los productos que se enjuagan con agua. Una opción también adecuada es el agua micelar. En cuanto a los tónicos, se recomienda utilizar los que no contengan alcohol para evitar que se reseque todavía más. La exfoliación debe realizarse cada 15 días. En cuanto a la hidratación, debe aplicarse tanto por la mañana como por la noche, evitando siempre los productos altamente abrasivos. Piel grasa La piel grasa es un tipo de piel que presenta una producción excesiva de sebo facial, por lo que es muy recurrente la aparición de acné. En general, presentamucha brillantez, poros abiertos, grandes y dilatados y es propensa a puntos negros y granitos. Su textura es grasosa. En cuanto a la limpieza, se recomiendan productos no comedogénicos y oil free que ayuden a limpiar la piel de forma suave, sin agredir. En general, son buenos los limpiadores sin jabón. También se pueden utilizar mousse, espumas ygeles faciales que sean también oil free. Para regular el sebo, se aconsejan productos con retinoides, niacinamida o ácido salicílico. Por otro lado, uno de los principales mitos a desmentir es la idea de que esta piel no precisa de hidratación. No obstante, que tenga mucho sebo no significa que tenga mucha agua. Otro error es lavar en exceso lapiel conel propósitodequeseseque, puestoque fabricarámás grasa en defensa. Lo más recomendable es seguir una rutina sencilla, para mantenerla bien limpia e hidratarla. Piel mixta La piel mixta se caracteriza por la existencia de zonas más grasas junto conotrasmás secas, algoque supone todoun reto a la hora de cuidarla. Las imperfecciones se localizan, sobre todo, en lapartemediade la cara: frente, nariz y mentón, que comúnmente se conocen como la zona T. Suele presentar los poros dilatados, con aspecto graso y brillos. Ante todo, la limpiezaesunode lospasosmásnecesarios. Es importante limpiar la piel para retirar el exceso de grasa y evitar que las bacterias proliferen. La limpieza debe ser con un producto adecuado que no sea agresivo. Si la piel presenta granos inflamatorios deben evitarse los exfoliantes con gránulo y optar por los químicos o enzimáticos. Por lanoche, ladoble limpiezaes fundamental, sobretodosi sehamaquillado lapiel. Lahidrataciónes tambiénmuy importante: se recomiendan cremas adaptadas a este tipo de piel, oil free y no comedogénicas, con texturas ligeras. Además, es fundamental laprotección solar para evitar que quedenmarcas y manchas derivadas de las posibles lesiones. Piel sensible La piel sensible puede afectar a cualquier tipo de piel, ya que reacciona demanera excesiva, más fuerte omás rápidamente, a un factor externo o internoquegeneralmente es bien toleradopor unapiel normal. Estos síntomas pueden incluir hormigueo, tensión, sensaciones de calor o ardor y, ocasionalmente, picor. Paracuidar lapiel sensible se recomiendauna rutinadiariaen trespasos. En primer lugar, limpiar el rostro con un producto de higiene sin jabón. Las texturasmásusuales son la lechedesmaquillanteyel aguamicelar. A continuación, calmar la piel con agua termal, puestoque posee propiedades calmantes, hidratantes y antioxidantes. Finalmente, se aconseja tratar lapiel conunproductoque la calmey ledevuelva todosuconfort. Durante el día, se recomienda utilizar una crema hidratante conprotección solar. Además, es recomendable utilizar una mascarilla hidratante un par de veces por semana para reforzar el cuidado diario. Las pieles sensibles deben evitar el uso de tónicos que contengan alcohol y exfoliantes, ya que pueden irritar todavía más la piel. También hay que evitar el uso de productos que impliquen un masaje agresivo o tener que frotar. En definitiva, cuanto más minimalistas sean las fórmulas de los cosméticos, mejor. CADA VEZ EXISTE MÁS CONCIENCIACIÓN SOBRE LA IMPORTANCIA DE CUIDAR LA ZONA DEL CONTORNO DE LOS OJOS ¿Cómo afecta la contaminación a nuestra piel? Tomás Muret, vocal nacional de Dermofarmacia del CGCOF, remarca en uno de los videoconsejos enmarcados en la iniciativa #TuFarmacéuticoInforma impulsada por la entidad colegial, que diariamente nos enfrentamos a multitud de agentes contaminantes presentes en el entorno que alteran el equilibrio normal de nuestra piel, haciendo que esta se vuelva más frágil y, por lo tanto, más vulnerable al daño. Los contaminantes ambientales afectan a nivel interno, incrementando los niveles de radicales libres en nuestro organismo, dañando el ADN celular, provocando la aparición o progresión de diversas enfermedades de la piel o acelerando el fotoenvejecimiento debido a la activación de un receptor que se encuentra en todas las células de la piel: queratinoitos, melanocitos y fibroblastos. Entre los principales contaminantes ambientales destacan los hidrocarburos aromáticos, las fábricas y la combustión de la materia orgánica y la gasolina o el diésel. También los compuestos orgánicos volátiles, los metales pesados, como el cadmio, el arsénico o el plomo, las partículas en suspensión y, desde luego, el humo del tabaco, que genera gran cantidad de sustancias químicas tóxicas. Actualmente, se sabe que tales contaminantes influyen en la aparición de manchas en la piel, en la aparición de arrugas, en la deshidratación, en el envejecimiento prematuro y en las reacciones de sensibilidad y los eccemas, y contribuyen al empeoramiento de otras patologías como la dermatitis atópica, la psoriasis, la rosácea o el acné.

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