demandancadavezsermásparticipativosenlatomadedecisiones.Poreso, debemosesforzarnospor recuperar laatencióndelospacientesydebemos ir de lamano”, dijo. El programadel congresohacíaprecisamentehincapié en el manejo compartido entremédicos y farmacéuticos, con la idea de mejorar la actuación asistencial. Laura Aliaga, coordinadora del grupo de trabajo GIS de SEMERGEN y presidenta del Comité Científico del congreso, señaló que el programa ofrecía innovacióne interés, ysecentrabaenque lacolaboraciónentre las dos profesiones es imprescindible. José Polo, presidente de SEMERGEN, añadióque la colaboraciónmédico-farmacéuticaes unaexperienciade éxito. Sostuvo que la pandemia grande que tenemos son las enfermedades cardiovasculares. “El farmacéutico tiene cercanía, presta servicios. Siemprepensamosenlagranciudad, peroenel entornoruraldaunservicio 24horas quemuchas veces noes ni rentable”, afirmó. Incidió en el problema de Sanidad existente, que tiene actualmente“goteras”. En períodos electorales, de reivindicaciones, lamentóque las promesas se las llevael tiempo.DesdeSEMERGEN, apuestanpor la reformadel sistemasanitario. Vicente J. Baixauli, presidente de SEFAC, destacó que éste era el cuarto año del congreso organizado por ambas sociedades. “El lema es ´Recuperando a nuestros pacientes y reconstruyendo la Atención Primaria y Comunitaria´.Pedimosrecursos. Lafarmaciacomunitariahadadounejemplo de colaboración y se debe contar más con la farmacia comunitaria como recurso”, alegó. Médicos y farmacéuticos de Atención Primaria forman unagrantrinchera, comoprimerpeldañodeentradaal sistemasanitario. Por su parte, Jesús García-Cruces, viceconsejero de Asistencia Sanitaria, PlanificaciónyResultadosenSalud, deCastillayLeón, puntualizóqueéste era un foro ideal para la reflexión de lo que está ocurriendo. “Vivimos en unosmomentos críticos y todos los profesionales tenemos que reflexionar, de crisis de nuestro Sistema Nacional de Salud, que ha costado muchos años construir y que es referente en muchos países del mundo, pero que tiene problemas y que, tras el coronavirus, todo se ha tambaleado. Pero, con la colaboración de todos, haciendo autocrítica, y con la llamada al consenso y al diálogo, podremos reorientar y redefinir el SistemaNacional de Salud”, manifestó. A lo largo de los dos días del congreso, se trataron temas como el empoderamiento de la mujer en el cuidado de su salud reproductiva, las novedades en el abordaje del insomnio, el abordaje terapéutico de la Covid-19 leve/moderada con riesgo de progresión a Covid-19 grave, el diagnóstico ymanejo de los inhaladores, los avances enmedicina rural y la atención multidisciplinar al paciente con dolor o las soluciones analógicas y digitales a las barreras a la prescripción y la dispensación en Atención Primaria, entre otros. Quedó claro, por ejemplo, que hay que hacer una vigilancia activa para detectar enfermedad renal. Se remarcó por otro lado que la coordinación entremedicina de Atención Primaria y Farmacia Comunitaria es la clave de la adherencia terapéutica. Los SPD son una forma de trabajo coordinada quemejora la adherencia, los resultados clínicos, la calidad de vida y la seguridad del paciente. En una de las mesas del sábado, se constató que la cronicidad condiciona la medicina rural. La edad promedio de los médicos de Medicina de Familia en la actualidad es de 52 años. Las oficinas de farmacia en el ámbito rural no son nuevos actores, aunque sus profesionales son cada vezmás jóvenes. Por ende, esmuy importante que tantomédicos como farmacéuticos estén bien formados para que hagan un correcto acompañamiento de los pacientes. Mejorar la comunicación En la última, Soluciones analógicas y digitales a las barreras a la prescripción y la dispensación en Atención Primaria, se concluyó que, aparte del paciente, un elemento común para poder comunicarse es la receta electrónica. Existen numerosas barreras que dificultan la prescripción y dispensación de los medicamentos que necesitan los pacientes y que podrían solucionarse si los profesionales médicos y farmacéuticos dispusieran de unmayor respaldo de la Administración y herramientas tecnológicas de apoyo. Participaron en esta mesa los presidentes de SEMERGEN y de SEFAC, quienes analizaron cómo se podría mejorar la accesibilidad de los pacientes a sus tratamientos en Atención Primaria. “Vamos a ir a la parte de la trinchera, en el día a día. Los dos conocen los problemas de las dos profesiones, los problemas de la atención comunitaria. Vamos a enfocar estedebateentrespartes. Enunaprimerahablaremosde lacomunicación. Enunasegunda, de lasbarreras. Yenlatercera, de las soluciones”, comentó el moderador, Rafael Micó, vicepresidente 1º de SEMERGEN. Se mostró de acuerdo en que hay que mantener una comunicación fluida y que el paciente sepa que se da ésta. En primer lugar, sería necesario aumentar la comunicación bidireccional entremédicos y farmacéuticos a través de la receta electrónica. Sin embargo, esta herramienta tecnológica aún no está suficientemente aprovechada en este aspecto y existendiferencias entre las posibilidades queofrece cadamodeloautonómicode recetaelectrónica a lahora de comunicarse y de incorporar información. Polo insistió en que esa ausencia de estandarización se da también en la historia clínica: “En la actualidad no hay acceso a una historia clínica digital única, lo que en la práctica se traduce en que un médico, cuando atiende a un paciente, no siempreconocesuhistorial clínicodemaneraactualizada. Estoesespecialmente trascendente cuando se trata de atender a pacientes desplazados de su lugar de residencia habitual y dificulta prestar una atención de calidad, pues puede haber información terapéutica de los pacientes que se desconoce”. Baixauli expresó al respecto que “es imprescindible que haya una estandarización de los distintosmodelos para que se incluya la posibilidaddequemédicos y farmacéuticosnos comuniquemosdemanera bidireccional para aportar la información clínica necesaria que pueda ayudar a mejorar la atención de los pacientes”. Para él, el no conocer a los médicos es un problema que se da más en las zonas urbanas. En el ámbito rural, casi todos ponen cara a su médico. “La relaciónmédico-farmacéuticoes necesariay es lomejor. Loquemejor mejora lacomunicaciónes conocera los compañerosdeotronivel asistencial. Sepuedegenerar amistad, peroestos foros de formacióne investigación, estos proyectos es lamejor formade conocernos. Tenemos objetivos comunes”, pensó Polo. Aparte del paciente, un elemento común es la receta electrónica, según Baixauli. Hay unas ocho comunidades en la que sí está habilitada la posibilidad de mensajería, pero para que el médico lea el mensaje tiene que abrir la ficha del paciente. Por esta barrera, no sehace en laprácticahabitual.Ynoes bidireccional. Elmédico no puede escribir al farmacéutico pero puede hacer ‘observaciones’. enobservaciones. Respecto a la historia clínica, cada comunidad tiene su sistema. “El problema es que los farmacéuticos apenas podemos ver nada del paciente, sólo dispensaciones anteriores, y dependiendo de la comunidad autónoma, varía el período. No tenemos información clínica del paciente. El acceso que necesitamos es para saber el historial farmacoterapéutico, si tiene alergias y para qué es el tratamiento”, apuntó el presidente de SEFAC. Polo dijo que, para tener la tarjeta electrónica interoperable, empezó el proceso hace 20 años. Ahora se habla de digitalización del sistema y, “si vamos a tardar otros 20 años, igual como paciente lo conozco”. Reclamó voluntad política y a los responsables que hablen con los profesionales, “que son los que saben”. Solicitó asimismo que haya unidad, que unifiquen sistemas. Baixauli reclamó que se puedan comunicar
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