| 92 ANUARIO 2021-22 Después de trabajar sin descanso durante la pandemia, que aún no ha terminado, los farmacéuticos manchegos se centran ahora en los problemas que arrastran desde antes de la llegada del coronavirus. El primer trema que deben tratar es la afectación de la salud mental en los pacientes de la farmacia. Cabe recordar también el reto que supone la adherencia de los pacientes con determinados tratamientos. Además, reclaman una mejor comunicación entre los profesionales del sector médico y el farmacéutico. Salud mental Los farmacéuticos manchegos siguen preocupados por la salud mental de sus pacientes después de dos años de pandemia. Por eso, el Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (Cofcam) y la Consejería de Sanidad han impulsado una campaña para sensibilizar y desestigmatizar el trastorno mental grave desde un punto de vista positivo, integrador y normalizado. El proyecto, ‘Farmacia comunitaria, tu apoyo en Salud Mental’, se ha aplicado en unas 1.300 oficinas farmacéuticas. Esta campaña está diseñada para llegar a todas las farmacias de la región castellanomanchega. La intención desde el Consejo es actualizar la formación específica del farmacéutico en salud mental y antipsicóticos claves en la atención a los pacientes que padezcan este trastorno, sus familiares y cuidadores de estos usuarios. Para llevar a cabo estas propuestas, se ha preparado una serie de materiales para difundirlos entre las distintas oficinas de farmacia y para aunar esfuerzos en pro de una atención farmacéutica más ‘cercana’, ya que una de cada cuatro personas tiene o ha tenido problemas de salud mental que han sido agravados por la pandemia y que afectan cada vez más a la población joven. Comunicación El Cofcam se preocupa también por la relación entre los hospitales y la farmacia. Francisco José Izquierdo, presidente del Cofcam, sabe que para seguir al lado de los pacientes se debe trabajar de manera conjunta con el resto de los profesionales. Para ello, Izquierdo explica que “es fundamental que se dote al farmacéutico de las herramientas para realizar las funciones recogidas, servicios como el seguimiento que están demostrando que arrojan beneficios al paciente y repercuten en hacer más sostenible el sistema sanitario”. Por eso, es necesario que se lleven a cabo acciones como el accesopor parte de los farmacéuticos al historial farmacoterapéutico del paciente. Además, propone que “se creen mecanismos de comunicación que integren al farmacéutico con el resto de los profesionales del sistema de salud”. De igual modo, Izquierdo considera que durante la pandemia handemostrado su“compromiso”con la sociedad, por loquehanplanteado lapuesta enmarchadeuna atención farmacéuticadomiciliaria y que se les habilite para desplazarse“donde sea necesario y así llevar sus funciones a los domicilios de los pacientes más vulnerables”. Adherencia Desde el Cofcam son conscientes de que existe un gran problema de adherencia en la comunidad. Haydatos que apuntanque el 70%de los pacientes no toman bien su medicación, por lo que los tratamientos que se les manda no son efectivos. “Hay tratamientos que provocan ciertas reacciones adversas quemuchas veces son normales y se pueden controlar, loque invitaal pacienteaqueabandoneel tratamientocuando las padece sin comunicarlo al personal sanitario”, ha manifestado. Por eso, desde el Consejo buscan distintas iniciativas y proyectos que ayuden a mejorar esta adherencia. Una de las iniciativas que se ha impulsado ha sido la formación proporcionada a los farmacéuticos para saber utilizar el Servicio de Adherencia Terapéutica a través de Nodofarma Asistencial en Farmacia Comunitaria. Preocupados por la salud mental de los pacientes CASTILLA LA MANCHA
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