“Esta encuesta recoge también un dato significativo: más del 80% de las farmacias aconsejaron durante los meses más duros de la pandemia a personas que manifestaban síntomas de la Covid-19 y que no habían podido acceder al sistema de salud. Esta proximidad y accesibilidad en momentos tan complejos y peligrosos, esa respuesta profesional, pero también humana y cercana, es la que ha generado este cambio de percepción. La realidad de la calle y de hábitos del ciudadano se impuso”, reflexiona Torres. Las farmacias se han puesto, desde el primer momento, a disposición tantode laAdministracióncomodel sistema sanitario, yprincipalmente de la ciudadanía. Así lo ve el presidente de FEFAC, quien explica que, en Cataluña, mantuvieron contacto directo con el Departamento de Salud y el CatSalut desde el minuto cero, “ofreciendo siempre nuestra colaboracióny realizandopropuestas demejora. Algunas fueronaceptadas, otrasno. Lacuestiónesquehemosdado, estamosdandoyseguiremos dándolo todo, acompañando y ayudando siempre a la ciudadanía, pero pensandotambiénenquees responsabilidaddetodosquenuestrosistema sanitariosigasiendouniversal, conequidad territorial y social, y seacapaz de mantener y mejorar su gran nivel asistencial”. La coordinación entre los diferentes niveles sanitarios, causa pendiente Para el presidente de FEFAC, es básico que exista una coordinación fluida entre los diferentes recursos asistenciales del sistema, y entre ellos incluye a la farmacia comunitaria, pues es el más próximo, accesible y el que mayor equidad de acceso aporta por su distribución uniforme en el territorio. Por esta razón, cree que los sistemas de comunicación entre profesionales deben ser más directos, rápidos y fiables, tanto los ya existentes como los nuevos: “Los sistemas de intercambio de información, disponibles en el marco de la receta electrónica y la carpeta de salud de los ciudadanos, debenser potenciados ypromoverseparaexplotar todas sus posibilidades, así como facilitar laaportaciónde la información recogida en la farmacia comunitaria”. Torres recuerda que, en julio del año 2020, FEFACpresentó al Departamentode SaluddeCataluñaundecálogoparaunamejor contribución desde la oficina de farmacia a la saludde los ciudadanosmediante una mayor implicación en el sistema sanitario, en el que se incluía como propuesta la coordinación e información asistencial y profesional. Para el presidente, “solo una información común, fruto de una comunicación excelente, ricaendatos, conelmáximonúmerode fuentes, será lamásútil y eficiente para tomar las mejores decisiones en beneficio de la salud de las personas. Y más en un entorno en que la falta de profesionales de la salud es generalizada, llevandoaque todos colaboremos para conseguir los mejores resultados”. Hacia una mejor farmacia asistencial El papel de la farmacia es crucial desde todos los ámbitos. Para Antoni Torres, la mejora continua no debe parar nunca: “Hay que trabajar en cómo integrar las potencialidades del farmacéutico como agente de salud, ya sea para ofrecer información actualizada y veraz a la ciudadanía, evitar desplazamientos innecesarios a los CAP, contribuyendo a reducir la sobrepresión asistencial... También hay que protocolizar con la Administración, las sociedades científicas y organizaciones profesionales, la respuesta frente a los síntomasmenores, que pueden tener a la farmacia como punto de respuesta adecuado, reduciendo el consumo de recursos escasos, potenciando la capacidad de sustitución de medicamentos o formas farmacéuticas de forma coordinada, o respondiendo al incumplimiento terapéutico, etc.”. Por tanto, en base al compromiso compartido, Torres aboga por la colaboración, la comunicación eficiente y el aprovechamiento de las competencias y características de cada ámbito profesional, investigando fórmulas demejora que faciliten la obtención de las máximas sinergias en beneficio de los pacientes, de la eficiencia del sistema y de la satisfacción de los profesionales. Los retos de FEFAC La Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña tiene diversos retos para velar sobre la visibilidad y el buen hacer de las farmacias. Su presidente destaca, principalmente, la profesionalidad de los equipos y la solvencia y sostenibilidad de las farmacias: “Potenciar los equipos de profesionales de forma organizada, sostenible, equitativa y coherente con el objetivo repetido de contar con farmacias que aportan valor al sistema y al ciudadano, y conseguirlo a través de la herramienta que la norma nos da: el convenio colectivo de oficinas de farmacia”. Nombra que un convenio colectivo es nada más y nada menos que un acuerdo de la mayoría de las partes que intervienen, personas trabajadoras representadas por diferentes sindicatos y agrupaciones sindicales, y los titulares, representados por las empresariales. Y en Cataluña, son la única entidad que legítimamente representa los intereses de los titulares de oficina de farmacia. “Un convenio tiene comoobjetivo, fundamentalmente, regular ymejorar las condiciones de trabajo en beneficio de todas las partes mediante el acuerdo y el pacto. Unas veces el acuerdo se logra por unanimidad, otras por mayoría y otras no se logra, siendo entonces la justicia quien impone sus decisiones. Es nuestra voluntad el trabajar durante la vigencia de este convenio conjuntamente con los firmantes delmismoparadotar de contenidoyde formaconsensuadael que seráel nuevoPlandeCarrera, unaherramienta quehade servir paradefinir laaportacióndevalor de los profesionales, su evaluación y, obviamente, retribución”. Prosigue que todo ello se hará, tal como se ha acordado, en base a aportación de valor y productividad y no en base al ‘ser’o‘estar’. “El Plan de Carrera es, sin duda, un gran reto y también una granmotivación, pues es la primera vez que se fija un objetivo de estas características de forma pactada. Todos entramos en un campo de juego nuevo y sin experiencias previas en España”, aclara. El futuro de la farmacia Para Antoni Torres, estamos ante cambios importantes como los hábitos de los ciudadanos, la banalización de las responsabilidades profesionales y la tentaciónde continuar haciendoposible la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, reduciendoel preciodelmedicamentocomo herramienta recurrente. “Laoportunidadvienede implantar unamayor orientaciónasistencial, deaprovechar que somos el primer yúltimopunto de contacto del ciudadano con el sistema sanitario, de ser un punto de comunicaciónmuy eficiente por el gran impacto de nuestros mensajes a cada persona de forma individualizada, para difundir y recibir informaciones reales y fidedignas, de mejorar para ser todavía más accesibles y aúnmás conocedores de todos losmedicamentos y de suuso adecuado”. Por otra parte, un gran reto viene de la globalización y otro del cambio climático. “Sin olvidar que actuaciones como la provocada por la Covid-19 y la evolución de la digitalización generan necesidades y cambios de hábitos del ciudadano cada vez más relevantes y rápidos. Son retos que la farmacia y la Administración deben tener en cuenta y saber afrontar coordinadamente y sin perder los valores que nos caracterizan, pero potenciando la centralidad en el paciente, valorando e implicando su entorno próximo para dar la máxima calidad a los años de vida y respetando su autonomía, dándole el soporte adecuado de proximidad”, concluye Torres.
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