| 8 especial dermofarmacia céuticos tienen “la responsabilidad y obligatoriedad” de formarse al máximo nivel en alteraciones cutáneas, patologías dermatológicas y productos dermofarmacéuticos para poner en valor la farmacia asistencial dentro de la dermatología. Teniendo como pilares básicos en la recomendación y consejo farmacéutico la prevención, como construcción de una piel sana y de calidad desde el primer momento, la protección de elementos tan importantes para la salud cutánea como la función barrera, mecanismos reparadores o el mismo microbioma cutáneo, cuya disbiosis a día de hoy está muy relacionada con determinadas patologías dermatológicas, o lo que ha sido el santo y seña de la profesión farmacéutica: la formulación, el conocer a la perfección activos e ingredientes, sus sinergias o como mejorar su biodisponibilidad cutánea para que la piel se encuentre en perfecto estado. Pero, siempre teniendo en cuenta y no perdiendo de vista en ningún momento que “el farmacéutico es quien puede detectar un problema dermatológico, pero no diagnosticar una patología”. Hay que tener siempre presentes los criterios de derivación al especialista ante cualquier consulta de salud cutánea para evitar desde el primer momento complicaciones y, por tanto, merma en la calidad de vida de los pacientes, que son la razón de ser de la profesión desde el punto de vista más asistencial. Como coadyuvantes a otros tratamientos, Raquel Aguado, vocal de DermofarmaciayProductos Sanitarios del COFdeMadrid, describe que, en el caso del acné, es muy frecuente. Sobre todo, adolescentes que están con sus tratamientos de isotretinoína. “Es imprescindible que les acompañemos con esa limpieza. Ese producto sobrehidratante que le ayude amejorar su piel, que le cree confort. Susmucosas, labios, incluso muchos presentanpatologíaocular encuantoa sequedaddeojos. Ahí va a estar la farmacia para recomendar el producto que mejor le vaya a ir. Por eso, es tan importante la formación, yano solamente anivel técnico, de conocer bien las patologías, sus síntomas, sus signos, sino tambiénde conocer el arsenal de productos que tenemos a la mano y que hoy día cada vez son demejor calidad y con unos efectos extraordinarios que la industria nos ofrece y por eso hay que formarse, conocerlos”, subraya. El objetivo es dar, en cada necesidad, lo más adecuado. No le gusta compararse con grandes almacenes o tiendas de perfumería. La opinión de Sara Heras, y es lo que hace en su farmacia, es que “la dermo debe de ir indicada a tratar patologías menores”. Opta por formarse en patologías de la piel y cree que el futuro de la dermo en la farmacia debería de ir en esa línea. “Es verdad que cada farmacia es un mundo, pero somos profesionales sanitarios y debemos luchar por resolver problemas cutáneos, revisión del uso de medicamentos o problemas relacionados con los medicamentos y dejar a un lado la cosmética comercial que no nos aporta ningún valor añadido”, aboga. Por ejemplo, medicamentos fotosensibles o reacciones alérgicas. De ahí la importancia de la dermatología en la farmacia. Asegura que los pacientes agradecen muchísimo la resolución de patologías de la piel sin que tengan que ir al médico de Atención Primaria. Si bien, “se derivanmuchos casos al médico porque somos el primer ltro sanitario”. Puntualiza que, desde la pandemia, hay muchos casos de sarna y el paciente no tiene ni idea de que debe tratarla además con medicamentos. Sólo quiere una crema que le quite el picor. En ese sentido, los farmacéuticos hacen mucha educación sanitaria. En lamisma línea, laúnicaposibilidadqueve IgnacioRomeo esespecializarseendermatologíay tener líneasdeproductosdedermoenfocados adistintas patologías de lapiel. Noobstante, lamentael fuertepesoque tiene en el consumidor el factor precio, a veces por encima del consejo. Por su parte, Asun Arias hace hincapié en que la farmacia es “un actor imprescindible en la dermatología, ya que el dermatólogo tiene un arsenal muy breve que se compone básicamente de corticoides, cuando hay in amación, algún inmunomodulador, de antibióticos y antifúngicos, cuando hay infección por bacterias o por hongos”. Asevera que la dermofarmacia puede no sólo coadyuvar al tratamiento medicamentoso, reduciendo la dosis de corticoides, que tienen dos características, una, que atro an la piel, y dos, taqui laxia. Es decir, que tu piel se va acostumbrando al corticoide y cada vez necesitas dosis más elevadas. Otra cosa es relevar a los medicamentos en una psoriasis. En lugar de aplicar calcipotriol y un corticoide durante una semana, se podría reducir a tres días y luego relevar el corticoide con dermocosméticos. Fundamentalmente, para reforzar la función barrera. “Esto último es lo más importante para tener una piel sana, ya que estono lohacen losmedicamentos. Lohacen los dermocosméticos”, pronuncia. Por supuesto, para paliar la sintomatología y proporcionar mejor calidad de vida al paciente. Pablo García precisa que, “siempre que hablamos de farmacia asistencial, lo hacemos siempre partiendo de la premisa de la prestación de servicios profesionales, y en ladermocosméticanodebe ser diferente”. Se trata de una parte de la farmacia que ha crecidomucho en los últimos años. Los consumidores, cada vez más empoderados, ya no buscan alguien que les “venda” cosmética. El consumidor busca consejo y conocimiento, “y sabe que lo encuentra en la O cina de Farmacia y en la guradel farmacéutico”. Los pilares fundamentales de una atención farmacéutica en dermoscosmética deben ser siempre una sólida formación, que debe estar en continuo reciclaje, y un conocimiento profundo del producto que se tiene entre manos. Un tema interesante es el servicio online, vía Zoom o Skype, de dermatología que están llevando a cabo algunas farmacias. En ocasiones, el usuario no puede acudir a la farmacia o quiere tener una consulta con su farmacéutico, pero está de viaje. La pandemia ha ayudado en la digitalización y a que muchos compañeros que antes no tenían muy claro si hacerlo o no, ahora lo hagan. El farmacéutico es quien puede detectar un problema dermatológico, pero no diagnosticar una patología Los consumidores, cada vez más empoderados, ya no buscan alguien que les“venda”cosmética
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