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cuidado del bebé | 58 Hacerles la vida más fácil DERMATITIS ATÓPICA, DERMATITIS DE PAÑAL, ACNÉ NEONATAL, SUDAMINA Y COSTRA LÁCTEA... SON PROBLEMAS DE LA PIEL HABITUALES DE LOS BEBÉS, Y EN NUESTRAS MANOS ESTÁ APORTARLES SOLUCIONES PARA UN MAYOR BIENESTAR. obliga a estar atentos a cualquier señal que nos alerte de incomodidad o malestar. Y la piel, como órgano barrera, es indicador de ello. Hablamos de una piel muy delicada, en continuo desarrollo, por lo que es más vulnerable a distintos tipos de agresiones desde las variaciones de temperatura a irritaciones por roce. Por otro lado, la piel del bebé absorbe agua con la misma rapidez y facilidad con la que la pierde, por tanto, esto puede ayudar a la hora de protegerla contra la sequedad. Además, se trata de una piel muchomás activa que la piel adulta, debido a un ritmo de desarrollo acelerado de las células cutáneas. El cuidado de la piel del bebé requiere productos adecuados a su frágil estructura. Compuesta por tres capas: epidermis, dermis e hipodermis, el estrato córneo es cinco veces más no, permeable y, por tanto, hipersensible y fácilmente irritable. Semanas después del nacimiento, las glándulas sebáceas dejan de funcionar yalcanzansufuncionamientoóptimoen laadolescencia. A suvez, lasglándulas sudoríparas secretanpocosudor yde forma irregular, loqueaumentael riesgodedeshidratación.Ymuy importante: los melanocitos son inmaduros, por lo que no les protegen del sol. La total dependencia del bebé al adulto durante los primeros años,

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