| 136 farmacia asistencial “La farmacia rural se ha convertido en el auténtico centro sociosanitario de la España rural” Jaime Espolita, presidente de SEFAR La farmacia comunitaria siempre seha considerado lapuerta de entrada de los pacientes a nuestro sistema de salud, pero, en el caso de la farmacia rural es, tal y comonos recuerda Espolita, “el únicoprofesional sanitarioalquepuedenrecurrirdurantetodoeldía, ytodos losdíasdel año, enestas pequeñas poblaciones delmedio rural. Enel casodel pacientede mayor edad, el papel que juega la farmacia es clave ya que, más allá del aspecto sanitario, existe unpapel social de acompañamiento y ayuda en su día a día que se nos antoja crucial y que, a día de hoy, es esencial para que estos pacientes puedan seguir habitando en sus pueblos de origen y no se vean en la necesidad de trasladarse a grandes núcleos de población. Podríamos decir que, dejandode lado la funcióndedispensaciónde medicamentos, la farmacia rural se ha convertido en el auténtico centro sociosanitario de la España rural”. La comunicación con Atención Primaria y centros sociosanitarios “es constante, uida y colaborativa en el medio rural”, a rma el presidente, “yenesonos consideramosunosprivilegiados frentealmediourbano. No son pocos los compañeros que pasan varias horas a la semana en estos centros realizando atención farmacéutica, dando formación a los trabajadores, etc. Con los profesionales de Atención Primaria existe tambiénuna relaciónmuy estrechapropiciadapor el ámbitoenel que trabajamos. Sinembargo, sí que es cierto que esta comunicación no se hace, en general, de forma protocolarizada o con las herramientas adecuadas debido a una falta de interés histórica de nuestras administraciones y representantes”. De hecho, desde SEFAR tuvieron que desarrollar el año pasado Comunifar®, una herramienta digital de comunicación entre farmacias, pacientes y cuidadores y el resto de profesionales sanitarios. “Pienso que, bien la Administración o bien nuestras instituciones profesionales, deberían dotarnos de herramientas útiles y, sobre todo, seguras, en las que poder integrar a los distintos niveles asistenciales de los pacientes”, añade Espolita. El apoyo que ofrece la farmacia rural a las personas mayores es fundamental en su día a día. La simple presencia de los farmacéuticos en sus pueblos, más allá del consejo profesional o de la labor sanitaria que prestan, es esencial: “El hecho de saber que están ahí y que pueden recurrir a ellos para cualquier problema que les surja, no solo relativo a su salud sino a su vida diaria, les da tranquilidad y les permite, además, seguir residiendo en estas pequeñas poblaciones muchas veces en contra de la opinión de sus familiares”. En cuanto a los servicios, recuerda que, por desgracia, la farmacia rural tiene una situación económica muy delicada, que le impide la contratación de personal o el desarrollo de determinados servicios, quedando todo enmanos de la labor del titular y, la mayoría de las veces, a costa del sacri cio de su vida personal: “Por desgracia, la falta de profesionales ha hecho que las consultas de Atención Primaria sean cada vez más escasas y espaciadas en el tiempo, lo que ha convertido a la farmacia rural en la verdadera ancla de habitantes en la España Rural y el único freno, aunque escaso, ante la despoblación. Siempre decimos que cuando se apaga la cruz de la farmacia se apaga la última luz de ese pueblo ya que, sin ella, no quedaría prácticamente nada”. “LA FARMACIA RURAL SE HA CONVERTIDO EN LA VERDADERA ANCLA DE HABITANTES EN LA ESPAÑA RURAL Y EL ÚNICO FRENO, AUNQUE ESCASO, ANTE LA DESPOBLACIÓN”
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