Siempre tuvieronunobjetivoclaroen laFarmaciaNuño, situada enMoral de Calatrava (Ciudad Real), un pueblo de unos 5.200 habitantes y que cuenta con tres farmacias: “Cuidar de las personas atendiendo sus problemas de saludy, aveces, también sus problemas personales”. La cercanía y la accesibilidadde la profesión farmacéutica se presta a no sólo establecer relaciones profesionales con los pacientes, sino también relaciones personales con ellos y más aún en un pueblo dónde todos se conocen. ElenaFernández-MayoralasNuño es su farmacéuticatitular. Suabuelo, José Antonio Nuño Cañadas, la fundó en 1923. Su madre, María NuñoMolina, se hizo cargode la farmacia cuando suabuelo falleció. Ahora, le toca coger a ella el testigo. Le preguntamos cuál es su experiencia en la Oficina de Farmacia. Al terminar sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid, Fernández-Mayoralas Nuño trabajó durante años de farmacéutica adjunta en distintos municipios de la provincia de Ciudad Real (Almadén, Puertollano y Porzuna). Le interesaba ver cómo se trabajaba en otras farmacias que no fueran la de sumadre y su abuelo para aprenderdesus compañeros yadquirir conocimientospara crecer comoprofesional.“Me fueronmuyútilespara luegoponerlosenmarchaen mi farmacia”, señala. Posteriormente, hicieron una C.B. sumadre y ella. En 2004, se hizo cargo de la farmacia de la que hoy es titular. “Somos tres generaciones de farmacéuticos que hemos intentado fidelizar a nuestros clientes durante casi un siglo y creo que lo hemos conseguido”, afirma. Años después, cursó el Grado de Nutrición Humana y Dietética para precisamente atender con más conocimientos la demanda de información en el campo de la nutrición que exigían sus clientes. Comenta que le ha sidomuy útil para brindarles un consejo y una educación nutricional de rigor. “Nuestra filosofía, y digo ´nuestra´ porque fue lo que yo viví con mi abuelo y con mi madre, es asegurarnos de que, en lamedida de lo posible, podemos dar solucióna los problemas de salud de nuestros clientes y ofrecerles la atención que merecen, tanto profesional como personal, y que vienen demandando al elegirte como profesional farmacéutico”, añade. Siempre han sido conscientes de que la farmacia no es un espacio estático, porque los tiempos cambian y las necesidades de los clientes también. Por eso, “plantear cambios siempre es positivo”. Después de muchos años, por fin pudieron sustituir con un cambio integral una farmacia centenaria por una farmacia del siglo XXI que se adapta a lo que los clientes vienen demandando. Recuerda que, “además de dispensar medicamentos”, los farmacéuticos prestan “cada vezmás atención directa a los pacientes”, ya que son “el primer punto de contacto clave para el sistema sanitario”. “SOMOS TRES GENERACIONES DE FARMACÉUTICOS QUE HEMOS FIDELIZADO A NUESTROS CLIENTES DURANTE CASI UN SIGLO”
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