el farmacéutico | 14 diabetes, que repercuten positivamente en la salud del paciente, y eso es algo que valora”. Pero, para ello, también hace falta el apoyo institucional: “Definitivamente, tenemos que redoblar nuestra apuesta en estos servicios y trabajar en ellos paraque las autoridades vean el impacto que tienen en los pacientes y, así, se implementendemanerageneralizada”. Alude, por ejemplo, al caso de la ComunidadValenciana, en la que el farmacéutico tiene otras tantas funciones, como por ejemplo vacunar. ¿Son estos servicios el futuro de la farmacia? “Sí, pero sin olvidar nunca el medicamento. Lógicamente, deben de ser remunerados, puesto que suponen un trabajo profesional por parte del farmacéutico, garante de calidad y buena práctica”. En esta situación de vulnerabilidad de todo el sistema público de salud, ¿caben recortes? “La farmacia comunitaria siempre ha sido objeto de los recortes por nuestro tradicional inmovilismo”, se lamenta Jaime, y añade: “Lo que más nos ha afectado son las continuas bajadas de precios, que, enmuchas ocasiones, acaban mal cortada en desabastecimientos. En ambos casos, el paciente sale perjudicado”. ¿Cuál es la solución? “Con el acceso a la información a través de internet, tenemos que trabajar para aportar algo más al paciente, solucionar problemas concretos en grupos de riesgo como diabéticos o hipertensos, especializarse y abarcar distintas patologías”. En definitiva, avanzar hacia un modelo más asistencial y clínico. “La continua formación y el trabajo codo con codo conotros compañeros sanitarios, serán clave”, vaticina Jaime. Ana Vallejo (Cantabria) Ana sabía que lo suyo eran las Ciencias, pero no fue hasta que realizó las prácticas cuando se dio cuenta de que la farmacia era su gran pasión: “Ahí fue cuando me enamoré de la oficina de farmacia. Influyómucho quienes me enseñaron (una de ellas está hoy en mi equipo, y doy gracias por ello cada día), así que no me quedamás que agradecer”. Ana regenta una farmacia que tiene 60 años de historia. Ella tomó el mando en 2016. Estos años le han valido para vivir de cerca la farmacia del barrio: “Estamos a200metros del centro deSantander, loque convierteanuestraclientelaenunagran familia, formada, sobre todo, por personas de edadde unos 70-75 años”. Y es que el paciente de la farmacia no tiene que entrar sólo porque necesita algo, sinomuchas veces porqueprecisahablar o sobrellevar la soledad. “Me encanta la farmacia asistencial, ayudar a mis pacientes en sus necesidades farmacéuticJaime Ortega-Meder (Asturias) Jaime comenzó su trayectoria como farmacéuticoen labotica familiar. Corría el año2013 cuando finalizó sus estudios, y hace ya ocho años que está detrás del mostrador. ¿Cómo ves la farmacia actual? “Desgraciadamente estamos siendo infrautilizadospara funcionesque nos competenpor formacióny conocimientos, y utilizadospara realizar trámitesadministrativos que no se nos presupone, pero que desempeñamos igualmente para ayudar”. Una farmacia que está desaprovechada, siendo clave como intermediaria entre el paciente y el centro de salud. Su farmacia es de barrio, y a ella acude, principalmente, un perfil de persona mayor jubilada o de familia con hijos: “Lo que más me gusta demi profesión es la cercanía al paciente y laconfianzaque vas ganando con el tiempo”. Jaime, además de farmacéutico de corazón, desarrolla su labor como vocal del Colegio de Farmacéuticos de Asturias. “En nuestra CCAA se cerró, durante la sexta ola, un acuerdo de colaboración parasupervisar la realización de autotest de antígenos de Covid-19 en la propia farmacia comunitaria y comunicar los positivos a las autoridades”. Lo cual demuestra, una vez más, que “la colaboración con la farmacia comunitaria es un hecho y un recurso de gran utilidad para el sistema”. ¿Hacia dónde se dirige el modelo? “Cada vez está más enfocado al cuidado y promoción de la salud del paciente mediante servicios, pero sin olvidar nunca que nuestra esencia es el medicamento y todo lo que le rodea, como son la farmacovigilancia, la adherencia, el uso adecuado de éste, etc.”. La farmacia de Jaime vende sobre todo fármacos, pero los servicios complementarios están creciendo: “Es el caso de los productos nutricionales o servicios como la óptica o la Escanea el código QR para saber más sobre Jaime as tales como informarles lo máximo posible, asistirles con la posología para el uso seguro de los medicamentos o resolverles dudas acerca de su tratamiento”, asegura. Ella, que además es vicetesorera de la Junta de Gobierno del Colegio de Farmacéuticos de Cantabria, conoce bien de cerca cómo se han vivido los últimos meses. “El Covid-19 nos ha cambiado a todos. La farmacia ha sabido demostrar su esencialidad, hemos estado al pie del cañónnosoloparadispensar, sinoparaescuchar, asesorar y tranquilizar”. Lacolaboraciónconel sistemadesaludpública es cada vez más necesaria e imprescindible. “Desde el 10 de enero se nos ha integrado en el sistema de vigilancia y notificación del Servicio CántabrodeSalud,demaneraque loscasospositivosquesalgandelostest realizadosenlafarmacia, seconsideraránpositivos”, nos informaAna, y añade: “Esperoqueestacolaboraciónvayaamás porque tenemos mucho que aportar”.
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