| 18 farmacia asistencial en tiempo real entre ambos niveles asistenciales, la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR), vieron la necesidad de “establecer circuitos efectivos que permitiesen la coordinación de los equipos asistenciales del paciente”, tal y como narra RosaMaríaMorillo, responsable de Formación de Investigación de SEFAR y coordinadora del proyecto Telémaco. Una vez detectada esa debilidad asistencial, expone, “se ha trabajado intensamente para unificar criterios”, diseñando unmodelo de Atención Farmacéutica (AF) basadaenelmodelo “CMO”, que implica, por un lado, la capacidad de gestionar mejor los recursos, “utilizando losmodelos de estratificación para perfilar una atención farmacéutica individualizada a los pacientes en función de sus necesidades farmacoterapéuticas y no farmacoterapéuticas”, señala Morillo. Asimismo, “necesitamos motivar a los pacientes, proponiendo objetivos a corto y largo plazo, trabajando por objetivos con relación a la farmacoterapia a partir de la entrevista motivacional”. Y, por último, este modelo permite “darle la oportunidad al paciente de tener una asistencia más allá de la consulta física, aprovechando las tecnologías; desarrollando, en suma, una atención farmacéutica continuada, noepisódica, dando respuestaa los pacientes en tiempo real”. A partir de aquí, nace un proyecto de asistencia farmacéutica dirigido a los pacientes de las farmacias comunitarias que utilizan medicación del entorno hospitalario, “con un modelo colaborativo y coordinado que permite abordar a los pacientes desde un enfoque multidisciplinar y multidimensional”. En palabras de la portavoz de SEFAR, “una visión diferente de realizar la Atención Farmacéutica, tal y como la conocíamos hastaahora, que utilizauna taxonomía común, peroque se adaptamejor a las necesidades asistenciales del paciente del siglo XXI”. “EL PROYECTO TELÉMACO OFRECE UNA VISIÓN DIFERENTE DE REALIZAR LA ATENCIÓN FARMACÉUTICA: UTILIZA UNA TAXONOMÍA COMÚN, PERO SE ADAPTA MEJOR A LAS NECESIDADES ASISTENCIALES DEL PACIENTE DEL SIGLO XXI” El proyectoTelémaco es una realidad: inicia su andadura a principio del año 2021, y actualmente sigue incorporando pacientes a un software diseñado para realizar el registro de las intervenciones farmacéuticas. Esta iniciativa, explicasucoordinadora, “permiteevaluar laexperienciadel paciente con unmodelo de atención farmacéutica telemática coordinada entre farmacia hospitalaria y farmacia rural”. Aunque es pronto para evaluar resultados, “sepuedeprever queaumente el gradode satisfacción de lospacientes con laatención farmacéutica recibida, y conello,mejore la calidad de vida de los pacientes (medido con diferentes escalas validadas a lo largo del proyecto), aumente la adherencia farmacológica, mejore el control de los problemas de salud, incremente la seguridad del paciente, facilite ladificultadquemuchos pacientes tienenparaacudir a los centros, porel carácter invalidantedeestaspatologías, cuandoestánensituaciones de brotes (pacientes VIH, esclerosis múltiples, enfermedades reumáticas, enfermedades inflamatorias intestinales, hipertensión pulmonar, etc.), disminuyalabrechadigital, sereduzcanlasvisitasalosserviciosdeurgencia y, por tanto, ahorrecostes sanitarios, entreotras variablesque seevaluarán al fin del proyecto”, avanza. En cuanto a la población diana de este servicio de atención farmacéutica demedicamentos hospitalarios en continuo crecimiento, cuenta la experta que son los pacientes crónicos (muchos, en edad activa), “que sedesplazana loshospitalesunamediade seis vecesal año, yque también generanunimpactosocial yambiental,así comohorasperdidasdeproductividad laboral y un impacto elevado enhuellade carbono (CO2 emitidoal aire como consecuencia del transporte que realizan estos enfermos)”. Bajo su punto de vista, “hasta ahora la debilidad que teníamos los profesionales farmacéuticosdediferentesámbitosesquenoteníamos inquietud o predisposición por comunicarnos, y trabajábamos con los pacientes de manera aislada, sin saber tan siquiera que utilizabanmedicamentos hospitalarios”. Este proyecto, por tanto, “pone demanifiesto que es necesario comunicarnos y que además de tener en cuenta las variables relacionadas conelmedicamento, hemosdevalorarotros factores, como losdemográficos (edad, estadofisiológico, peso…), sociosanitariosydel estadocognitivo y funcional (hábitos de vida no saludables, factores relacionados con el trato paciente-profesional, desórdenes mentales, deterioro cognitivo y dependencia funcional, soporte social y condiciones socioeconómicas), o variables clínicas y de utilización de recursos sanitarios (pluripatología/ comorbilidades,númerodehospitalizacionesyvisitasaurgencias,dificultad de deglución, etc.)”. Es necesario, incide Morillo, que las Administraciones y representantes trabajen en el mismo sentido que lo hacen los profesionales sanitarios: “Enbeneficio de los pacientes, apoyando la investigación y el trabajode aquellos que luchamos cadadíapor la innovación y el avance de la profesión”. Porque, además, concluye, “si esto demuestra que es mejor que lo anterior, debe convertirse en estándar de seguimiento en los próximos años”.
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