Aunque empieza a remitir la pandemia de Covid-19 como principal preocupación de amplias zonas del planeta, la ausencia de vacunas con inmunidad esterilizante, la falta de cobertura vacunal suficiente en buena parte de los continentes y países y la inexistencia de tratamientos definitivos, mueve a científicos, compañías y centros de investigación de todo el planeta a desarrollar una supervacuna para el SARS-CoV-2 o, al menos, un fármaco que ofrezca mejores prestaciones clínicas y de producción. Cuando ya nadie duda de que la buena marcha de un país frente a la pandemia de Covid-19 se cifra en sus altas tasas de vacunación, procede hacer un alto, reflexionar y decidir qué fármaco de prevención resulta más eficaz en la actualidad y qué otros podrían estar llamados a mejorarlo. Dentro de una dinámica científica e industrial en la que se debe hablar, además de la necesidad de vacunas que provean inmunidad esterilizante frente al SARS-CoV-2 y otras opciones que apunten a propuestas de protección más amplias frente a patógenos que pudieran representar amenazas emergentes para la población mundial. Pandemia: cede la preocupación, pero no el interés Según la consultora Ipsos y sus investigaciones sobre las principales preocupaciones mundiales, la pandemia de Covid-19 ha pasado de ser la primera a la cuarta, al menos en 28 países del mundo, con un 29%. Después de 22meses conviviendo con este grave problema de salud pública global, la inquietud social internacional se desplaza hacia la desigualdad y la pobreza (33%) y otra magnitud igualmente preocupante y estrechamente relacionada con las anteriores, como es el paro (30%), que en España alcanza el 54%, comomotivode zozobrapersonal y colectiva. Con un descenso del 7% en ese desasosiego transnacional por la pandemia, en relación con el pasado mes de septiembre, dicha pandemia se iguala a otras causas de conflicto y desánimo como son la crisis financiera, la corrupción política, el crimen o el posible aumento de la violencia. Esta falsa sensación de seguridad choca con la advertencia de la Organización Mundial de la Salud, según la cual, la tasa de contagios empieza a ser muy preocupante en Europa, con tasas récord en Rusia y Alemania, tanto de nuevas personas infectadas como de fallecimientos. Aunque en el caso del país centroeuropeo se sitúan únicamente por encima del doble de las registradas en España, con 54 decesos sobre 24 el pasado 13 de noviembre de este año. Salvando escalas geográficas y demográficas que llevaron esos muertos hasta los 1.212 en Rusia en esa misma jornada. Como responsable para Europa de laOMS, Hans Kluge avisó a principios de mes del peligro que supone haber multiplicado por dos las hospitalizaciones en buena parte del continente, desde incrementos de contagio aumentados en 53 países, hasta un cálculo previsto de 500.000 muertes durante 2022. Estas declaraciones se producen un día después de que la OMS publicara su informe semanal sobre la emergencia sanitaria en el que señala que el número de casos de coronavirus en el continente europeo aumentó por quinta semana consecutiva. Con datos de Kluge que invitan a pensar en 500.000 fallecimientos por el Covid-19, con reparto desigual durante 2022, desde de la Isla de Flores del archipiélago de las Azores (Portugal) a losmontes Urales de Rusia, por el Oeste y el Este, respectivamente: y desde el Norte (Nuorgam, Finlandia) al Sur (La Restinga, Santa Cruz de Tenerife), como puntos más extremos cardinal y geográficamente de Europa. Al tiempo que el funcionario europeo de origen belga estimó que el uso de mascarillas al 95% evitaría 188.000 muertos en Europa y Asia central La última semana de octubre se registraron 3 millones de nuevos casos en el mundo, con su tasa más alta en Europa, al alcanzar los 192 contagios por cada 100.000 personas, continente seguido por América en su conjunto, que se situó en los 72 nuevos casos positivos por cada 100.000 habitantes. En tendencia opuesta al sudeste asiático, Oriente Medio y África. La corriente de contagios en Europa llega del Este, especialmente de Rusia, Turquía y Rumania, y se confirma en el centro, con Alemania, además de proyectarse al Reino Unido, archipiélago en el que las medidas de restricción difieren del continente. Alemania, concretamente, informó sobre 33.949 nuevos casos de Covid-19 en únicamente las 24 horas del pasado 4 de noviembre. Con récord de muertes en Rusia, que subieron a los 1.195 fallecimientos. Además de 9.902 contagios en un sólo día en la República Checa, dentro de una tasa realmente acelerada. Cifra que llegó a los 10.400 positivos de SARS-CoV-2 en la misma fecha. Esta corriente pandémica se ceba más en la población no vacunada, como explicó Jens Spahn, ministro de Sanidad de Alemania, dentro de lo que el país vive como su cuarta ola. Dado que en la federación germánica la tasa es del 67,4, frente a la española, que se sitúa en 79,1%, o la lusa, que es del 86,4%, según la Universidad de Oxford, con datos publicados el pasado 11 de noviembre. Esta protección insuficiente de la población se debe al relajamiento de las medidas de control higiénico sociales de la población y coberturas nacionales incompletas debido a la libertad de movimientos intrafronterizos de la UE y también al efecto de los argumentarios de los portavoces y colectivos antivacunas. Buscando supervacunas Dejando por unmomento a un lado las vacunas actualmente comercializadas en el mundo, y dado que no solucionan el problema de la pandemia, aunque sí contribuyen a mejorar claramente la situación, en 2021 ha aparecido otra vía del mayor interés. LATECNOLOGÍA DE MRNA CON CODIFICIACIÓN NO SÓLO PARA SARS-COV-2, SINO PARA OTROS CORONAVIRUS, PERMITE PENSAR EN VACUNAS HÍBRIDAS QUE GENERAN ANTICUERPOS NEUTRALIZANTES
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