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| 62 monográfico recién nacidos tiende a secarse de forma natural durante los primeros días, debido a que dejande estar en contacto con el líquido amniótico y pasan a un ambiente seco como es el aire. A la semana de vida, la piel suele haberse adaptado adquiriendo su aspecto terso y suave. No es necesario, por tanto, emplear cremas de forma rutinaria en los recién nacidos. Se puede usar una crema hidratante, en caso de que la sequedad de la piel sea excesiva, empleando una especial para bebés con el menor número de irritantes posibles (parabenos, perfumes…). Las uñas deben cortarse cuando la longitud sea excesiva, siempre de forma recta y con tijeras de punta redondeada. En recién nacidos no deberían cortarse hasta los 15 o 20 primeros días de vida, señalan desde laAsociaciónEspañoladePediatría. Cuandoya sepuedancortar, explican que el corte deberá ser siempre recto sin dejar picos en los laterales que puedanprovocar arañazos en los bebés oheridas. Desde la farmacia recomiendanutilizar siemprecortaúñas específicosparabe- bés con la punta roma o limas específicas para recién nacidos y bebés. Finalmente, la cera que se secreta en el conducto auditivo es una sustancia que protege al oído ante posibles agresiones. No se debe intentar extraer. Encasonecesario seemplearáuna toallahúmedapara limpiar la oreja por fuera y nunca con un bastoncillo. En cuanto al pelo de los recién nacidos, se puede limpiar a diario en el baño con agua y jabón. Posteriormente se debe secar bien la cabeza para evitar que el niño se enfríe. Para peinarle, suele emplearse un cepillo de cerdas suaves. Cuidados diarios Hasta la caída del cordón, en los primeros 7-14 días, éste se debe limpiar con agua y jabón, o con una gasa estéril impregnada en el centro con alcohol de 70 º , dando unos toques en sentido circular en la base del ombligo. Con otra gasa curamos la parte final del cordón. Repetimos esta operación unas 2-3 veces al día, y siempre que se haya manchado con heces u orina. No se debe dejar la gasa con alcohol en contacto prolongado con la piel ya que la puede irritar. Para evitar rozaduras colocaremos el pañal doblado por debajo del cordón. Es normal que el ombligo sangre un poco los primeros días y también cuando se cae. Si se le pone colorado o presenta un olor más fuerte de lo normal, es importante consultarlo con el pediatra, pues puede que tenga una infección. Al caerse el cordón, el ombligoqueda entre 0,5 y 1 cmhacia fuera. Esto se denomina“ombligo cutáneo”. A lo largo del tiempo se irá poniendo en su lugar. Otras veces, al caerse el cordón, en el fondo del ombligo queda un pequeño bulto rosado y brillante, llamado granuloma umbilical. El cambio de pañal debe realizarse frecuentemente sin esperar a que la piel del bebé semoje, ya que así se evitarándermatitis. Por supuesto las caquitas deben retirarse loantes posible. Los reciénnacidos pueden llegar a mojar una media de 6-8 pañales al día y realizar hasta una de- posiciónpor toma. Así quehayque cambiar depañales con frecuencia, para que tanto la orina como las heces permanezcan el menor tiempo posible en contacto con la piel del bebé. En los cambios de pañal, el culitodel niñodebe limpiarse si se ensucia, bien con agua y jabón neutro, o con toallitas higiénicas para este fin, pero intentando no abusar para no dañar la fina barrera cutánea del bebé. El pediatra determinará si es necesario el uso de alguna crema preventiva de la dermatitis del pañal y cuál es la adecuada para cada niño. Existen toallitas respetuosas con la piel del bebé que reducen la posibilidad de que se produzcan rojeces e irritaciones. Estas tienen que tener una composición libre de agentes químicos y cuentan solo con agua y algodón entre sus componentes. A la hora de elegir un buen pañal, el nivel de exigencia hacia la ca- lidad de un producto que está en contacto continuo con la piel del bebé debe ser muy alto. Por eso es importante que los pañales que use el bebé estén clínicamente y dermatológicamente testados. La capacidad de absorción del pañal y su sequedad, así como el cuidado de la delicada piel del bebé, deben ser las prioridades. También es importante valorar la comodidad y la libertad de movimientos que ofrece el pañal, dado que el bebé pasa muchas horas con él y será su compañerohasta, aproximadamente, los dos años ymedio, cuando ya esté preparado para prescindir de él. La piel del culito del bebé es una de las zonas más sensibles de su cuerpo. Al estar permanentemente expuesta a la humedad y a otros agentes externos es fundamental dedicarle toda la atención, manteniéndola limpia y lo más alejada posible de la humedad. Lactancia artificial A pesar de las reconocidas ventajas de la lactancia natural ocurre, algunos casos en los que ésta no es posible. Cuando se dan esos casos, la madre puede optar por alimentar al lactante con prepa- rados de fórmula que garantizarán su nutrición. En la farmacia encontrará todos los consejos farmacéuticos y los productos que necesite. Las fórmulas se clasifican, según la ESPGHAN (Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición), en dos tipos: - Fórmulas de inicio : Son aquellas que cubren por sí solas todas las necesidades nutritivas del lactante sano nacido a término, durante los seis primeros meses de vida; no obstante, pueden ser utilizadas conjuntamente con otros alimentos desde los seis a los docemeses. - Fórmulas de continuación : Destinadas a ser utilizadas a partir de los seis meses conjuntamente con otros alimentos. Según las reco- mendaciones de la ESPGHAN, su administración puede prolongarse hasta los tres años con ventajas nutricionales sobre la leche de vaca. También existen: - Fórmulas adaptadas a las que se le añaden ciertas sustancias para parecerse lomáximo posible a la lechematerna (nucleótidos, ácidos grasos poliinsaturados, oligosacáridos con efecto bidógeno, etc.). - Fórmulas especiales que tienen como fin alimentar al lactante que presenta algún tipo de enfermedad o trastorno digestivo menor (dermatitis, diarrea, vómitos, etc.) y deben ser siempre prescritas por el pediatra. En la farmacia podemos encontrar biberones de dos tipos: plástico y cristal. Durante los primeros meses de vida se recomienda utilizar un biberón de cristal liso para que permita la ebullición y evite el depósito de residuos, con una escala graduada para facilitar la pre- paración de la leche. En niños mayores podemos usar el biberón de plástico, más ligero y resistente, aunque éste se suele amarillear con el uso. Sin embargo, antes de decantarnos por un modelo y sus características, debemos asegurarnos de que cumple con la normativa europea UNE-EN14350 y ésta tiene que aparecer en su etiquetado. Se esterilizarán mediante algún tipo de sistema en frío o por ebullición. Una vez usados, se deberán lavar con agua, jabón y una escobilla. ES IMPORTANTE QUE EL PADRE ESTABLEZCA CON SU HIJO UN VÍNCULO TAN FUERTE COMO EL DE SU PAREJA

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