IMFarmacias_113
| 32 farmacia asistencial Recibían llamadas a diario en su farmacia de Munera (Albacete) de gente que tenía como presión torácica, por la ansiedad que le estaba generando el Covid. Y muchas veces se asocia el fumar a situaciones de ansiedad, cuando realmente“ el tabaco es ansiogénico y provocamás ansiedad ”. En enero de 2021, hubo la misma demanda de su servicio de cesación tabáquica que en otros años, ni más ni menos. Paramucha gente,“ loquefueel confinamientolefuepositivo,perolapandemianoestá conllevando dejar más de fumar ”. Sí que le consultan más, porque han salido noticias relacionadas con que la sintomatología del Covid-19 es peor enpacientes fumadores. Estohasido“ unelementomás ”,“ elpequeño empujón ”para dejar de fumar, pero a su juicio no ha sido determinante. ¿Han tenido que hacer adaptaciones en el servicio de cesación tabáquica? Una de las pruebas es la cooximetría, para medir el monóxido de carbono expirado por las personas fumadoras. Otras son la espirometría y el COPD-6. Se utilizan para detectar una posible enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Ese tipo de dis- positivos ahora no los están empleando porque implican que el paciente se tiene que quitar la mascarilla y efectuar una respiración forzada o soplar. Durante el confinamiento, hacían seguimiento telefónico o por video- conferencia. Cuandose retomaron las consultaspresencialesen junio, se implementaronciertasmedidasdeseguridad. Sedesinfectatoda lazona, se ventila el despacho. Disponende detectores de CO 2 para comprobar que realmente está totalmente ventilado. Hay desinfeccióndemanos y seusanmascarillas FFP2porque sevaaestarmásdediezminutos conel paciente. Además, se intentamantener conél lamayordistanciaposible. Unavezque se retomaron los serviciosprofesionalesdentrode la farma- cia, la gente siguió yendo de forma presencial. “ Quizá, porque tiene una percepcióndeseguridadimportante ”, expresaGarcíaMoreno. Ellos siguen los protocolos de seguridad, toman la temperatura corporal antes y eso genera seguridad y confianza en los pacientes. Respecto a la frecuencia con la que tienen que ir los pacientes a consul- ta, es variable. Por regla general, cuando inician el proceso de cesación tabáquica, los suele ver cada semana. A partir de la cuarta, las espacia un poco, en función de las necesidades y de cómo se encuentre el pa- ciente. Después, son cada 15 días. A partir de los seis meses, cada mes. Si lo ve necesario, se comunica con ellos antes de que pase una semana y aprovecha cuando acuden a la farmacia por otromotivo para ver qué tal lo llevan. Al igual que Martínez, acentúa que el tabaquismo es una enfermedad crónica, adictiva y recurrente, en la que se puede recaer. El paciente fu- mador esunenfermode tabaquismo, cuya rutina sehavistomodificada en estos momentos porque a lo mejor tiene menos eventos sociales, pero sigue utilizando a su compañero de viaje, el tabaco, en su nueva rutina. “ A un paciente fumador, a lomejor el tema social le ha podido lim- itar en que, cuando se juntaba con amigos, probablemente fumaba más. Perosiguesiendounpaciente fumador ”, avisa. Los fumadores sociales, los que tienen la capacidad de sólo fumar en los eventos, habrán reducido considerablemente la cantidad de tabaco. LeireGaztelurrutia , farmacéutica adjuntaenBarakaldo que igualmente forma parte de Sefac, declara que, a pesar de las dificultades, está supo- niendo“ unaoportunidad ”, porquehaypacientesqueestabanenel centro de Salud, que se quedaron en tierra de nadie y que fueron ayudados por los farmacéuticos con su seguimiento. “ Muchos pacientes han continuado el tratamiento porque desde farmacia hemos trabajado mucholaadherencia ”, alega. Lepreguntamos si ensufarmaciahantenido máspersonas encesación tabáquicaqueotros años:“ Másno. Igualhubo unaépoca, enel veranodel añopasado, que tuvimos unpocomenos, pero luego otra vez en septiembre tuvimos otro repunte. Ahora, por ejemplo, tenemos otro repunte. O sea que, más no, pero tampocomuchomenos ”. Reconoce que el seguimiento no se puede realizar igual porque no se puedenhacer cooximetrías, peroque loestánsupliendodeotramanera. Ellos trabajaban mucho a través deWhatsApp antes de la pandemia y ahoramás todavía.“ Igual les citas para laprimera consulta en la farmacia y luegopartedel seguimiento loestamoshaciendovíaWhatsAppovíapor teléfono ”, señala.Valoraquesehanadaptadobastantebiena lasituación, siendo todo un pocomenos presencial. Al fin y al cabo, la telemedicina les favorece a la hora de hacer el seguimiento del paciente. Recuerda que, cuandomás se sigue al paciente, es en los tres primeros meses, que es cuando está con el tratamiento farmacológico. Tieneque ir a la farmacia a recoger el tratamiento mes a mes. “ Percibimos que a esagente que le seguimos hace el tratamiento completode los tresmeses ”, celebra. La ventaja del farmacéutico es que puede ver a los pacientes con frecuencia. Por suparte, lavisiónde JesúsGómez , presidentedelaComisiónEjecutiva de laFundaciónSefac , conOficinadeFarmaciaenBarcelona, es algomás pesimista. Suexperiencia es quehaymuchomás estrés y ansiedaden la sociedadyen laspersonas. Por lotanto, él vea lagente“ menospreparada ” paradejar de fumar. Diceque seencuentra conbastantes“ ya lopensaré ” y que ha habidoun“ desbarajuste ”en cuanto a tratamientos financiados por la Seguridad Social. De acuerdo con sus palabras, hay quien se ha quedado colgado a mitad del tratamiento, porque el médico no se los ha podido volver a recetar. Desde la farmacia sólo se puede dispensar. Diserta que, “ si tú quieres financiar, debes financiar los tratamientos para dejardefumar seanlosquesean ”yque,“ enmuchoscasos,hayquedirigirse, más que en el producto, a la intervención en la persona que quiere dejar de fumar ”. Critica que la accesibilidad de la gente en estos momentos a los centros de Salud, y la comunicación con ellos, es deficiente en estos momentos. Esto no facilita la cesación tabáquica, porque“ tiene que ser multidisciplinar ”. Suponeque cada uno tiene suestrategia en su farmacia. Gómez loque intenta es hacerles ver que pueden dejar de fumar, que les pueden ayudar desde la farmacia. Qué es bueno que dejen de fumar. “ Lo que pasa es que la genteme está respondiendo que lo hará cuando estémás tranquila. Es mi experiencia. La situación no ayuda. Es una enfermedad crónica, peroque tieneungradodeadicciónmuy importantey lasituación no ayuda, porque, si tú no estás en condiciones psicológicas, no vas a dejarlo ”, pronuncia. Es fundamental el cambio estilo de vida. Y Gómez percibe en su botica que haymenos gente en cesación tabáquica que hace un año. Añade que, cuando una persona se pone a dejar de fumar, se tendrían que activar todos los mecanismos alrededor para ayudarla. En el mo- mento en el que una persona empieza la cesación tabáquica, se tiene quedisparar la receta electrónica. Utiliza elmensajedeque el Covid-19 puede sermás agresivoen los fumadores queen los no fumadores para fomentar el dejar de fumar. Si bien, repite que él sí ha notado de enero del año pasado a éste una bajada en el interés en dejar de fumar y que tiene que haber una verdadera coordinación entre niveles. El paciente puede empezar por la farmacia, por la enfermería, por el médico, por lo que sea. Pero, en el momento en que comienza a dejar de fumar, ya tiene que estar dentro del sistema. De lo que Gómez está contento es que las personas que en el último año han hecho con él cesación tabáquica no han vuelto a caer en el confinamiento. “ Los que han dejado de fumar conmigo en principio no han vuelto ninguno a fumar. Cuando haces seguimiento de todo, tienes más facilidaddeque tepuedas involucrar paraquedejede fumar ”, revela. Estás sembrando y tienes varios pacientes que puede que intenten dejar de fumar a través del servicio de casación tabáquica.
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