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| 20 el farmacéutico que, después de la pandemia, casi una de cada tres personas tiene ahora más probabilidades de visitar una farmaciaparapedir consejoantes que buscar ayuda en otro lugar” . Finlandia En Finlandia, las farmacias no pueden vacunar, recetar medicamentos ohacer tests PCR. En su lugar, “estamosdandoconsejos sobre cómousar lasmascarillas de lamaneracorrectay, por supuesto, estamos vendiendo mascarillas y soluciones hidro-alcohólicas. También cooperamos con los centros de salud locales y damos asesoramiento sobre cómo actuar ante casos de Covid-19. Asimismo, casi todas las farmacias finlandesas hacen entregas a domicilio y el uso de ePharmacy ha aumentado” , relata Sari Westermarck , vicepresidentade laAsociacióndeFarmacias Finlandesas (AFP, por sus siglas en inglés). Los farmacéuticos finlandeses se sienten apoyados y valorados por su Gobierno. Sin embargo, los primeros meses fueron duros: “Tuvimos escasez de mascarillas y de soluciones hidro-alcohólicas al comienzo de la pandemia, de marzo a mayo. También sufrimos escasez de medica- mentos en el mismo periodo de tiempo, una situación provocada por la recomendación de las autoridades a tomar paracetamol y salbutamol” . Con todo, Westermarck considera que “hemos desempeñado muy bien nuestro papel en la sociedad. Las farmacias han estado abiertas en todo momento, hemos realizado entregas a domicilio, los clientes han podido utilizar los servicios de ePharmacy y hemosmejorado la atención telefónica” . Australia “Las agresivas políticas de supresión de virus adoptadas por el Gobierno del estado de Victoria, así como los cierres de fronteras internacionales y lacuarentenaobligatoriade14díaspara los residentesque regresabanal país lograron suprimir la primera ola y ahora la segunda ola de Covid-19 en Victoria. Este enfoque agresivo de supresión ha dado como resultado REINO UNIDO: “EL COVID-19 HA CAMBIADO LA FORMA EN QUE LAS PERSONAS VEN EL SECTOR FARMACÉUTICO” tasas de Covid-19 significativamente más bajas que las observadas en otros países” , reflexiona Peter Guthrey , miembro de la Sociedad Far- macéutica de Australia (PSA, por sus siglas en inglés). Con un largo confinamiento decretado en Melbourne, el papel de los farmacéuticos “también ha significado apoyar a los pacientes que han vivido solos sin ver a sus seres queridos o que han estado desempleados porque su negocio ha tenido que cerrar. El daño a la salud mental de la pandemia bien puede ser mayor que el daño físico causado” , considera Guthrey. Además, uno de los grandes desafíos logísticos a los que se enfrentaron los farmacéuticos fue la ‘compra por pánico’ en marzo y abril: “A las personas les preocupaba que se agotaran los medicamentos y solicitaban grandes cantidades de ellos. Esto se tradujo en una gran presión sobre las cadenas de suministro, a las que rápidamente impu- sieron límites. Como consecuencia, fuimos testigo de un fuerte aumento del abusoverbal por partedepacientes preocupados” , recuerdaGuthrey antes de añadir que “la situación mejoró a medida que disminuyó el miedo a la escasez” . En cuanto a las competencias de la Farmacia australiana, el repre- sentante de la PSA explica que “pueden administrar vacunas contra la gripe, tos ferina, sarampión / paperas / rubéola (vacuna combinada) y, en algunos estados, la enfermedad meningocócica” . Este año, la va- cunación ha batido récords: “La mayoría de las farmacias se quedaron sin existencias de vacunas debido a que la demanda pública superó con creces la de temporadas de gripe anteriores. De hecho, vacuné a varias personas que normalmente no se vacunaban contra la gripe estacional, pues se recomendóa la ciudadaníaque se vacunasepara limitar el riesgo de contraer Covid-19 y gripe al mismo tiempo” . Sin embargo, “los farmacéuticos en Australia generalmente no toman muestras para análisis patológicos ni realizan tests PCR. La detección de Covid-19 tiene lugar principalmenteen instalaciones emergentes instala- das para tal fin” . Por otro lado, hay unpar de formas enque la profesión farmacéutica australiana puede autorizar el uso de medicamentos. La primera tiene que ver con los llamados ‘medicamentos solo para farmacéuticos’, que “solopueden ser suministrados por un farmacéutico y sealmacenan fueradel alcancedel público. Los farmacéuticosdebenes- tablecer lanecesidad terapéuticay laseguridaddel paciente (por ejemplo, interacciones farmacológicas) antes del suministro” . La otra consiste en lo siguiente: “Se pueden suministrar medicamentos para un mes (cantidad estándar de prescripción) aunque el paciente no tenga la receta con el fin de asegurar la continuidad del tratamiento. Aunque inicialmente se ceñía únicamente a medicamentos para la anticoncepción hormonal oral (‘la píldora’) y medicamentos contra el colesterol (inhibidores de la HMG-CoA-reductasa), durante la pandemia se ha expandido a todos los medicamentos con receta (a excepción de opioides, anfetaminas, esteroides sexuales como testosterona, etc.), una medidamuy útil para ayudar a los pacientes que no han podido acudir a sumédico habitual” , aplaude Guthrey. Con todo, ¿se sienten valorados por la sociedad? “Los farmacéuticos son el profesional de la salud más accesible en Australia y esto se ha for- talecidodurante lapandemia. Si anteriormente en las encuestas anuales los farmacéuticos ya se solían clasificar entre las tres profesiones en las que más confía la ciudadanía (normalmente detrás de las enfermeras y los bomberos), ahora creo que los australianos son más conscientes del papel de los sanitarios y expresanmás abiertamente sugratitudpor esto. Sientoquelospacientessonmásreceptivosalosconsejosy,asuvez,pienso que estánmás interesados ​en comprender la ciencia y la evidenciaque se esconde detrás de ellos. Esta transparencia es algo bueno para generar confianza en los pacientes y proporcionarles conocimientos de salud”, concluye Guthrey. +

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