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Irene Manzanares (La Rioja) Irene adquirió su propia farmacia casi de casualidad. “Comencé hace seis años como farmacéutica regente sustituta en esta misma farmacia cubriendo una baja de maternidad de la entonces regente. Como ella no se volvió a reincorporar,paséaregente.Despuésdedosaños surgió la oportunidad de comprarla, y no me lo pensé dos veces”. Joven, emprendedora, con ganas de crecer, Irene viveel día adía condedicacióny entrega. “Lomejor de esta profesión es que conocemos a todos nuestros pacientes y podemos prestar un asesoramientopersonalizadoenlaprevenciónde lasalud.Además,ellosconfíanennosotros,yaque somos el profesional de la saludmás accesible”. Eso es, el boticario es el más accesible y el más cercano. Así lo vive Irene desde su farmacia situada enel casco antiguode SantoDomingo de la Calzada, a 100 metros de la catedral. “Al ser un pueblo en el que solo hay dos farmacias tenemos una clientelamuy ja y nos conocemos todos. Pero también es un pueblo muy turístico porque pasa el Camino de Santiago, por lo que en losmeses de verano tenemosmuchaclientela de paso”. Farmacia rural perocosmopolita, enclavadaen unpueblo, perourbanapor lagrancantidadde peregrinosqueseacercanaella. “Soylaprimera farmacéutica en mi familia y, por supuesto, la primera en lanzarse a la aventura de comprar unafarmacia.Cuandoacabélasprácticasenuna farmacia de Logroño ya me estaban esperando para cubrir la baja enmi farmacia y... aquí sigo”. Una intensa aventura desde luego, la trayec- toria de Irene nos permite pensar en el futuro. “Llevo pocos años en el sector, pero creo que después de esta crisis sanitaria el modelo de far- macia cambiará”. Pero ¿cómo? “Serán cambios para bien, pero tendremos que adaptarnos a la sociedad y a la tecnología”. De acuerdo, ¿cómo encarar esos cambios en plena pandemia? “Deberíamos implementar nuevosserviciosenlafarmaciacomovacunación, toma de tención o control de glucemia y así libe- rar un poco los centros de atención primaria. Pero todo esto tiene que estar remunerado, porque supone una inversiónen tiempoymaterial”. Y es que la situación del coronavi- rushaprovocadotambiénuncam- bio de prioridades. “Actualmente con la situación del Covid-19 se pri- ma buscar la seguridad de nuestros pacientes, por loque servicios como la tomade tensión, dermoestéticao nutricionista, están parados a la es- perademejorarunpocolasituación sanitaria”. Todo ello sin olvidar la razón de ser de la farmacia y el servicio asistencial que ofrece. “Enel futuro la farmacovigilancia y los sistemas deseguimientofarmacoterapéutico tendrán que cobrar aún más importancia, ya que es previsible que dispongamos de unmayor número de fármacos en el mercado y con una población española envejecida”. Junto a ello se presentanotros retos como ladigitalizaciónde la farmacia, la ventaonlineo la atención farma- céutica a través de dispositivos electrónicos. de la Administración hacen que su viabilidad esté en riesgo”. En Castilla y León no ha habido impagos, pero “en la actualidad hay rumores de su- basta de precios a nivel nacional. Parece que los políticos no han aprendido del error de Andalucía, y pretenden exportar ese caótico sistema al resto de España”, se queja Tomás, y añade: “Lo que llaman gasto farmacéutico yo lo veo como una inversión y no un gasto. Por ejemplo, una simvastatina de apenas un euro puede evitar que una persona sufra un infarto y, por tanto, en el mejor de los casos, su ingreso hospitalario o una operación de miles de euros”. La clave está en mantener el carácter asis- tencial de la farmacia por el que apuesta el sector. “Si logramos mantener nuestro modelo, nuestro futuro está asegurado. Si nos despistamos con asuntos que se alejan de nuestra capacidad asistencial, todo será incierto”. “Después de esta crisis sanitaria cambiará el modelo de farmacia” “Las continuas reducciones de precios hacen que la viabilidad de la farmacia rural esté en riesgo”

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