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E l sueño nos permite reponernos del desgaste físico ymental que provoca la actividad que realizamos a diario. Tanta importancia tiene que debe- ríamos dedicarle, idealmente, un tercio del tiempo de nuestro día. Los problemas de sueño, ya sean ocasionales o regulares, provocan un deterioro en nues- tro estado físico, anímico y emocional. En la sociedad en la que vivimos, se trata de un trastorno habitual, pero puede combatirse, o al menos mejorar, con unos buenos hábitos de sueño y cambios en el estilo de vida. Se considera que entre el 15 y el 30% de la población presenta alguna forma de insom- nio. En lamayoría de los casos el insomnio es una manifestación secundaria de otra causa (ansiedad, depresión...). En pocas ocasiones se puede decir que se trata de un trastorno primario. Estructura El sueño es un proceso complejo en el que el cerebro pasa por distintas fases que constitu- yen ciclos. Un ciclo de sueño está integrado por cuetro fases de sueño no REM y por una fase de sueño REM (Rapid Eye Movement) o sueño paradójico. Un ciclo completo de sueño dura alrededor de 90 a 100 minutos y, como promedio, en una noche de sueño una persona tiene cuatro o cinco ciclos de sueño. Los patrones del sueño van cambiando con la edad. En los bebés y niños más pequeños, el sueño está repartido a lo largo del día en varios ciclos de corta duración, y la fase REM ocupa la mayor parte de la noche, ya que es en esta fase cuando se segrega la hormona del crecimiento y otras hormonas relacio- nadas con el crecimiento y el desarrollo cognitivo del niño. En la primera infancia, los niños necesitan dormir más horas por la noche y alguna siesta a lo largo del día. Con los años, aumentan las horas de vigilia y disminuye el tiempo de sueño no REM respecto al REM. A medida que se envejece pueden aumen- tar las dificultades para iniciar el sueño y aparecen despertares nocturnos que se vuelvenmás frecuentes y demayor duración. Durante el día, debido a esta disminución del sueño profundo y reparador, aumenta la somnolencia diurna y se producen peque- ñas siestas involuntarias en situaciones de reposo. Todo ello obedece principalmente a que los mecanismos que regulan la vigilia y el sueño pierden eficacia. A pesar de todo, las circunstancias y condiciones personales son determinantes en los patrones y en la calidad del sueño, de modo que hay perso- nas mayores sin problemas de sueño y cada vez más personas jóvenes con dificultades para dormir. LOS PROBLEMAS DE SUEÑO PROVOCAN UN DESGASTE EN NUESTRO ESTADO FÍSICO, ANÍMICO Y EMOCIONAL Tipología Los trastornos del sueño incluyendificultades para conciliar el sueñoopermanecer dormido (insomnio, el problemamás prevalente); que- darse dormido en momentos inadecuados (problemas con el ritmo del sueño); dormir demasiado (hipersomnia), y conductas anor- males durante el sueño (parasomnias). En función de sus características nos encon- tramos varios tipos de insomnio: - Insomnio de conciliación . Se caracteriza por la dificultad para iniciar el sueño. Suele relacionarse con estados de hipervigilancia o ansiedad. - Insomnio de mantenimiento (desvelos o despertares frecuentes). Es muy frecuente en las personas mayores, y consiste en que el sueño se interrumpe con frecuencia durante periodosmás omenos prolongados.También puede estar relacionado con ansiedad aguda o transitoria, estado depresivo oculto o nece- sidad de orinar. - Despertarprecoz . Quienes lopadecen refieren despertarse antes de lo que lo hacían ante- riormente sinposibilidad (o con dificultad) de volver a conciliar el sueño. Suele asociarse con la edad y, enocasiones, con lamala utilización de somníferos. Hay muchos factores que intervienen en la aparición y mantenimiento del insomnio. Los factores desencadenantes más comunes son el sexo femenino, la edad, factores genéticos, las situaciones que inducen estrés, el estado de salud, los tratamientos farmacológicos, los factores ambientales y el cambio de usos horarios. No obstante, debemos considerar también la mala higiene del sueño y los fac- Insomnio y edad En general, el insomnio se vuelvemás frecuente con la edad. Con el envejecimiento aparecen tres cambios que con frecuencia suelen afectar al sueño: • Cambio en los patrones del sueño. Entre los 50 y los 70 años, el sueño se vuelve menos reparador. Las fases primera y segunda del sueño duran más. Estas fases son las de sueño transicional y de sueño ligero sinmovimientos oculares rápidos (sueño no REM). En estas edades, las fases 3 y 4 (las de sueño profundo y reparador) duranmenos. Al ser el sueñomás ligero, esmás probable despertarse. Además, con la edad el reloj biológico interno se acelera, uno se sientemás cansado antes por la tarde-noche y consecuentemente se despierta antes por lamañana. • Cambioen laactividad. Con la edad se reduce la actividad física y social, que ayudan a estimular una buena noche de sueño.También se tienemás tiempo libre y, por tanto, se puede hacer la siesta y beber más café o alcohol. Todo ello interfiere el sueño de la noche. • Cambioenelestadodesalud. El dolor crónicodeenfermedades como laartritisyotrasenfermedades reumáticas, así como ladepresión, laansiedad yelestréssueleninterferirelsueño.Loshombresancianosamenudodesarrollanunahipertrofiaprostáticabenigna,loquelesproducelanecesidad de orinar frecuentemente, incluso por la noche, lo cual también les interrumpe el sueño. En las mujeres, las sofocaciones que acompañan a la menopausia también interrumpenel sueño. Otros trastornosdel sueñocomo las apneasnocturnas yel síndromede laspiernas inquietas también sonmás comunes con la edad. Las apneas del sueño producen una interrupción periódica de la respiración durante toda la noche y despiertan a lapersona. El síndromede las piernas inquietas produceuna sensacióndesagradableen las piernas yundeseodemoverlas, loquepuede impedir la conciliación del sueño.
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