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A l igual que la infección por coronavirus, cuya causa remo- ta está en China, puede agravar el estado del paciente asmático, o con alergia en general, los mercados se con- tagian de subidas y bajadas en su evolución contable. partir de esta premisa, y dentro del conjunto de medicamentos destinados al Aparato Respiratorio (R), puede decirse que 2019 fue un año en el que la buena marcha de los antihistamínicos contribuyó a reflotar suficientemente las ventas de antitusígenos y descongestionantes. En un momento en que el coronavirus chino (2019-nCoV) ya ha segado más de 2.000 vidas en el mundo, especialmente en China (Wuhan), procede poner de relieve las enfermedades respiratorias en su conjunto. Dicho virus provoca infecciones que pueden ser desde leves a fatales, las manifestaciones empiezan a los 2-14 días de la llegada del agente vírico al paciente: el individuo que pasa a presentar fiebre, tos, falta de aliento y posibilidades de desarrollar neumonía en los dos pulmones. Aunque existe una prueba diagnóstica, este tipo de virus, que puede ser confundido en su sintomatología inicial con la gripe común, carece de vacuna y tratamiento específico, por lo que la estrategia sanitaria pasa únicamente por controlar dichos síntomas. Alergias, síntomas preclaros De forma mejor descrita, los síntomas de la alergia que involucran al sistema respiratorio afectan las vías respiratorias, los senos y las fosas nasales. Aunque este tipo de alergia no desemboca en anafilaxia, potencialmente muy grave, sí altera la vida corriente con molestias severas como los estornudos potentes e inevitables, el picor, la congestión y la mucosidad nasal, además del picor, la irritación y la hinchazón de los ojos en forma de conjuntivitis o el picor del paladar. Por otro lado, las alergias también pueden afectar la piel y el apa- rato digestivo. En el caso de las alergias alimentarias, se produce sensación de hormigueo en la boca, hinchazón en labios, lengua, rostro y garganta, urticaria, y, en el peor de los casos, anafilaxia. Mientras que, en el caso de las picaduras de insectos, además de posibles reacciones anafilácticas, se produce edema en la zona de perforación, picazón o urticaria general, tos, sibilancias y faltas de aire al respirar, además de sensación de pecho oprimido. Por su parte, las alergias medicamentosas cursan con urticaria, picazón en la piel, erupciones cutáneas, hinchazón en rostro, las conocidas sibilancias y, en caso extremo, también, la anafilaxia. Mención aparte merece la dermatitis atópica, especialmente por su alta prevalencia en la población pediátrica. Aunque, como la fiebre del heno, no produce anafilaxia, sí genera muy molestos eccemas con picor, enrojecimiento, hojuelas y escamas en la piel. Inyecciones de bolsillo Ante reacciones alérgicas graves, conocidas como reacciones anafilácticas, la persona afectada, ya sea por picadura de insecto o por administración de un medicamento del que se es alérgico, debe acudir a los servicios de urgencias antes de entrar en shock. O, alternativamente, llamar a los servicios de emergencia o admi- nistrarse una dosis autoinyectable de epinefrina, ya sea Auvi-Q , EpiPen u otro fármaco. Aplicación que no excluye la obligación de acudir a los servicios asistenciales que preserven a la persona del peligro de una vuelta a los síntomas graves, una vez que haya pasado el efecto del inyectable. Los perfiles más adecuados para aceptar o descartar el diagnóstico de anafilaxia es el inmunólogo o el alergólogo, porque su deter- minación patológica sigue siendo compleja. Al ser profesionales a los que hay que acudir, si se produce aturdimiento o pérdida del conocimiento, una caída de la presión arterial, un impedimento claro para la respiración, una abultada erupción cutánea, la pre- sencia de pulso rápido y débil o de náuseas y vómitos. Rasgos del asma Respecto al asma, cabe recordar que es la reacción del sistema inmunitario que afecta a las vías respiratorias y la función de la toma y expulsión del aire, muchas veces conocida por su gravedad y deudora de la exposición a un alérgeno presente en el entor- no del paciente. Al ser una complicación exclusiva de la alergia respiratoria, los pacientes susceptibles deben estar muy atentos a, por lo menos, uno de sus síntomas más característicos. La tos persistente que, incluso, puede romper el descanso nocturno. Las sibilancias o silbidos crecientes en intensidad e inevitables al exhalar el aire en la respiración. Los ahogos y dificultades para respirar o, por el contrario, una cadencia respiratoria superior a la normal. Además de la sensación de opresión en el pecho. Síntomas a los que también procede asociar señales como la fatiga, las ojeras, la irritabilidad, el nerviosismo o la sensación de inquietud. Signos que pueden precisar la llamada a los servicios de emergencia si aparecen dificultades para articular palabra, si se entra en un estado mental de confusión o si uñas y labios del rostro se amoratan o adquieren una coloración grisácea. 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