Infarma: Ayudar desde la farmacia a los pacientes con insomnio

Un estudio de Bayer en 2024 reveló que el 87 % de los españoles tiene dificultades para conciliar el sueño o sufre interrupciones nocturnas, con casi la mitad de la población durmiendo mal al menos tres días a la semana. Factores como el estrés, el uso de pantallas y la falta de hábitos regulares afectan la calidad del descanso, mientras que soluciones como la melatonina y la adopción de rutinas saludables pueden mejorar el sueño.

Estado: Esperando

26/03/2025

Dormir bien es una necesidad biológica, pero cada vez es más difícil. Según un estudio promovido en 2024 por Bayer, el 87 % de los españoles reconoce tener problemas para conciliar el sueño o sufre interrupciones durante la noche, y 4 de cada 10 han sido diagnosticados con un trastorno ...

Dormir bien es una necesidad biológica, pero cada vez es más difícil. Según un estudio promovido en 2024 por Bayer, el 87 % de los españoles reconoce tener problemas para conciliar el sueño o sufre interrupciones durante la noche, y 4 de cada 10 han sido diagnosticados con un trastorno del sueño. Así lo explicó Genoveva Osorio Fernández, licenciada en Farmacia por la Universidad de Barcelona y Asesora Científica en Bayer CH, en la charla Cómo funciona el sueño. ¿Por qué es importante el sueño?, celebrada en la segunda jornada de Infarma. Destacó, asimismo, la relevancia de este estudio basado en encuestas telefónicas a 2.000 adultos en España, y en la que "hemos querido conocer en profundidad los hábitos y preocupaciones de la población sobre su descanso, ya que el sueño tiene un impacto directo en la salud física y mental. Los datos reflejan que muchas personas duermen menos de lo recomendado y que este problema afecta a todas las generaciones".

El análisis revela que 3 de cada 4 personas siguen una rutina de sueño, aunque esta varía según la edad: mientras que el 60 % de la generación Z mantiene horarios irregulares, el 80 % de los mayores de 70 años sí respeta una rutina estable. En cuanto a los hábitos antes de dormir, ver televisión o series es la actividad más común, seguida del uso de dispositivos digitales, con más del 50 % de la población utilizándolos antes de acostarse. La lectura, con un 30 % de adeptos, ocupa el tercer lugar. Uno de los factores más determinantes en la calidad del sueño es el entorno. El ruido, la temperatura, los movimientos nocturnos y los diferentes horarios con los convivientes son elementos que afectan significativamente el descanso. Además, el 43 % de los encuestados reconoce que el consumo de series, videojuegos o redes sociales reduce sus horas de sueño, una cifra que asciende al 60 % entre los más jóvenes. "El uso de pantallas antes de dormir es una de las principales barreras para un descanso de calidad". Y es que, la luz azul de los dispositivos altera nuestro ritmo circadiano y dificulta la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

La encuesta confirma que el fin de semana es el refugio del sueño perdido: el 60 % de los encuestados duerme al menos siete horas los sábados y domingos, mientras que, entre semana, el 54 % duerme menos de esa cantidad. A pesar de ello, los españoles otorgan una gran importancia al descanso. En una escala del 0 al 10, la valoración media fue de notable, reflejando la creciente preocupación por el impacto del sueño en la salud. Sin embargo, el 44 % considera que su calidad del sueño es mala o regular, y casi la mitad de la población (48 %) duerme mal al menos tres días a la semana. Las mujeres reportan más problemas que los hombres, y las situaciones laborales inestables también incrementan la dificultad para dormir bien. Tanto los jóvenes como los mayores muestran una gran preocupación por la calidad de su sueño.

Para contrarrestar estos problemas, el 54 % de los encuestados ha adoptado medidas como la práctica de ejercicio, cambios en la alimentación, reducción del uso de pantallas o el seguimiento de una rutina de sueño constante. Sin embargo, "con la edad, la resignación parece imponerse, ya que las personas mayores tienden a tomar menos acciones para mejorar su descanso". En cuanto a soluciones farmacológicas, 1 de cada 4 personas toma algún tipo de medicamento o complemento para dormir mejor, siendo la melatonina el producto más utilizado, seguida de los tratamientos farmacológicos.

A pesar de la falta de sueño, solo el 14 % de los encuestados cree que dormir mal no afecta su salud. Para el resto, las consecuencias son claras: problemas de concentración, estrés, ansiedad, alteraciones neurológicas y cambios en los hábitos alimenticios.

¿Cómo funciona el sueño?

La mayoría de las especies duermen durante la oscuridad. Nos pasamos un tercio de nustra vida en el periodo de ensoñaciones. "Durante el sueño la sensación es que el tiempo se deforma y es un espacio en el que nuestros miedos o anhelos se proyectan", comentó Rosa Molina Ruiz, psiquiatra en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, docente universitaria, divulgadora a través de libros, podcast y redes sociales. Durante décadas, si teníamos que quitar horas a algo, era al sueño. "Ha sido una gran estafa, y ahora nos hemos ido al otro polo, a dormir más, lo que supone una gran presión".

El sueño no es solo ausencia de vigilia, "en realidad, hay una gran actividad cerebral, las áreas que se activan son el hipocampo, la amígdala y el sistema anímico". Estas regiones están en actividad y hay una desconexión con el córtex prefrontal.

En cuanto a los estudios, explicó Rosa Mollina, últimamente se centran más en la neurofisiología del sueño, y no tanto en el contenido. Según Hobson, el sueño es ese "espacio virtual donde ensayar y practicar nuestra realidad del día a día". En el campo del sueño, puede haber las alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas, irrupciones del mundo de los sueños en el mundo real que se dan justo antes o al final del sueño. O los sueños lúcidos, control de las acciones e incluso ciertos elementos del mundo onírico.

Hubo tiempo para hablar del insomnio, "que tiene impacto en variables físicas como con la tensión, la obesidad. pero también en la salud mental". El insomnio nos hace estar "irritables, inestables, intranquilidad, insatisfechos, incapaces, impacientes, impulsivos. Son síntomas que todos hemos experimentado y que impactan en nuestro día". Y es uno de los cuadros que está más asociado a los fallos de memoria.

¿Cómo pueden ayudar los farmacéuticos?

"Los farmacéuticos podéis ayudar en estos casos", recomendando hábitos saludables como: tener un horario regular del sueño, crear un ambiente propicio para dormir, limitar la exposición a pantallas, limitar la cafeína y nicotina, mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, limitar las siestas durante el día o tener una habitación tranquila, entre otros.

También puede ser de ayuda el aporte de melatonina exógena para el tratamiento del insomnio, ya que eleva los niveles endógenos, acortando la fase de conciliación del sueño y estimulando la secreción interna de melatonina. La melatonina es la hormona del sueño y presenta una gran variabilidad intraindividual. Su pico de producción se da entre las 2 y las 4 de la madrugada, y su concentración disminuye con la edad. Actúa sobre los receptores melatoninérgicos de múltiples órganos para inducir el sueño.

Gracias a la innovación galénica, hoy en día existen diferentes formatos para el consumo de melatonina. Uno de ellos es la formulación bicapa, que combina una liberación inmediata (capa externa) y una liberación prolongada. La primera actúa rápidamente, facilitando el inicio del sueño, mientras que la segunda mantiene un efecto sostenido, imitando mejor la liberación fisiológica de la melatonina.

Actualmente, Bayer comercializa Supradyn Sueño Forte, que debe tomarse entre 30 minutos y 2 horas antes de dormir. Tiene un efecto calmante y tranquilizante. También está disponible en formato Supradyn Sueño Gummies.

Autor: IM Farmacias