Hallan un potenciador de la bioactividad de las células T y con eficacia cardioprotectora después de un infarto

Muchos afectados por un ataque cardíaco acaban sufriendo daño tisular cuando su sistema inmunitario reacciona de forma exagerada. Esto puede desencadenar inflamación, lo que debilita el corazón y aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca. Para paliar dicho daño se ha recurrido a una molécula de ARN conocida como BCYRN1 que podría ejercer un eficaz papel cardioprotector.

Estado: Esperando

26/03/2025

Los ataques cardíacos ocurren cuando el músculo cardíaco se daña debido a la reducción del flujo sanguíneo en una o más arterias. Un porcentaje significativo de los afectados sufre daño tisular cuando su sistema inmunitario reacciona de forma exagerada. Esto puede desencadenar inflamación, lo que debilita el corazón y aumenta ...

Los ataques cardíacos ocurren cuando el músculo cardíaco se daña debido a la reducción del flujo sanguíneo en una o más arterias. Un porcentaje significativo de los afectados sufre daño tisular cuando su sistema inmunitario reacciona de forma exagerada. Esto puede desencadenar inflamación, lo que debilita el corazón y aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca.

Precisamente, resolver este problema ha sido el objetivo de investigadores del Instituto de Cardiología Smidt del Cedars-Sinai (EEUU) quienes se plantearon dar respuesta a lo que pasaría si se pudiera estimular el organismo para que aumente su propia producción de células T reguladoras (Tregs), que modulan el sistema inmunitario y ayudan a evitar que reaccione de forma exagerada a las lesiones.

Para llevar a cabo su objetivo, desarrollaron una técnica científica capaz de aumentar rápidamente la producción corporal de células antiinflamatorias y que experimentaron en ratones. El nuevo método funciona mediante la infusión de vesículas extracelulares que sobreexpresan una molécula de ARN llamada BCYRN1. Las vesículas extracelulares son pequeños sacos llenos de líquido que contienen sustancias bioactivas secretadas por las células y que circulan por el torrente sanguíneo. Las vesículas extracelulares utilizadas en el estudio fueron producidas por células derivadas de la cardiosfera, o CDC, que contienen naturalmente altos niveles de BCYRN1. 

Mediante experimentos de laboratorio con muestras de tejido humano, los investigadores descubrieron por primera vez cómo BCYRN1 aumenta el número y la actividad de las células Treg. Basándose en estos hallazgos, infundieron vesículas extracelulares que contenían BCYRN1 sobreexpresado en ratones 15 minutos después de que estos sufrieran un infarto.

Los datos mostraron que los ratones que recibieron las infusiones tenían másTregs en el corazón y sufrieron menos daño tisular cardíaco e inflamación a causa de los infartos que los ratones que no recibieron dichas infusiones. Sus corazones también conservaron una mayor capacidad de bombeo. De ahí que estos científicoshayan identificado a BCYRN1 como un potenciador del número y la bioactividad de las células Treg, lo que justifica su eficacia cardioprotectora.

"Estos resultados revelan la importante función de BCYRN1 en la reducción de la inflamación y el daño causado por infartos", afirmó el Dr. Ke Liao, científico del proyecto en el Instituto de Cardiología Smidt de Cedars-Sinai y primer autor del estudio. "También validan la eficacia del uso de vesículas extracelulares para proporcionar estos beneficios en ratones".

Los autores se muestran convencidos de que esta terapia podría tener aplicaciones no solo para infartos, sino también para el lupus, el rechazo de trasplantes de órganos y otros trastornos humanos.

Autor: IM Farmacias
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