Estado: Esperando
La llegada de la primavera suele traer consigo expectativas de temperaturas elevadas y ocio al aire libre, pero también, la otra cara de la moneda: el regreso de los pólenes. "Este año, un invierno más cálido de lo habitual, pero abundante en lluvias, lleva a los expertos a prever niveles ...
La llegada de la primavera suele traer consigo expectativas de temperaturas elevadas y ocio al aire libre, pero también, la otra cara de la moneda: el regreso de los pólenes. "Este año, un invierno más cálido de lo habitual, pero abundante en lluvias, lleva a los expertos a prever niveles elevados de polinización. Ello puede convertir, una vez más, la primavera en una pesadilla para las personas con alergia al polen", afirma el doctor Julio Maset, médico de Cinfa.
Aunque el polen que desprenden las plantas y árboles resulta inofensivo para la mayoría de las personas, el organismo de los pacientes alérgicos sí lo identifica como un agente agresor. El sistema inmunológico se activa en exceso y libera sustancias como la histamina para protegerse. "Ello lleva a que aparezcan síntomas típicos como los estornudos, la secreción nasal acuosa, el picor de nariz y el lagrimeo, pero también enfermedades que, de no tratarse adecuadamente, pueden revestir gravedad, como el asma alérgica", explica el experto de Cinfa.
Las gramíneas, principales responsables
En nuestro país, alrededor de ocho millones de personas sufren este tipo de alergia, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). De acuerdo con esta institución, el tipo de planta cuyo polen causa más alergia en España y en Europa son las gramíneas.
Ello se debe a que su periodo de floración y polinización es muy amplio y a la extensa distribución de esta especie, que, además de las cultivadas, crece de manera espontánea en áreas muy vastas -la entidad afirma que las gramíneas ocupan el 20% de la superficie vegetal del mundo- y en terrenos muy variados -desde campos de cultivo y descampados hasta en los arcenes de las carreteras.
Otros tipos de vegetación que provocan alergia en nuestro país son el ciprés y la arizónica, el plátano de sombra, el abedul y, en algunas zonas de España, el olivo.
Informarse sobre la concentración de polen
Aunque los antihistamínicos pueden ayudar a mitigar los síntomas, la primera medida y la más eficaz contra la alergia es evitar el contacto con el alérgeno, en este caso, el polen. "Para lograrlo, las personas alérgicas deben seguir precauciones como informarse diariamente de los niveles de este alérgeno consultando webs como la de SEAIC. Ello puede permitirles evitar salir al exterior los días en que aumente la concentración de polen o, si no les queda más remedio, una buena opción puede ser llevar una mascarilla (FFP2) puesta una vez estén en la calle", aconseja el doctor Maset.
A las anteriores medidas, podemos añadir una serie de sencillas precauciones que contribuyen a controlar esas molestias alérgicas en primavera. Para el experto de Cinfa, es clave, por ejemplo, "llevar puestas las gafas de sol al salir de casa, evitar tender la ropa en el exterior y mantener las ventanas de casa cerradas durante las horas de más polen, así como las del coche cuando nos desplacemos. Este conjunto de medidas minimizará nuestra exposición al polen y, por tanto, hará los síntomas más llevaderos".
Diez consejos para controlar los síntomas de la alergia al polen:
Bajo supervisión médica y farmacéutica. Si tomas medicamentos específicos para las alergias como antihistamínicos, debes hacerlo siempre tras el diagnóstico de un especialista, de forma regular y en la dosis recomendada por el especialista. Recuerda, además, que nunca debes mezclar estos medicamentos con alcohol. Si tienes cualquier duda, pregunta a tu farmacéutico.