En vísperas del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este sábado, 8 de marzo, y a las puertas de la 69ª Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW69), que se celebra la próxima semana, del 10 al 21 de marzo, en la sede de ...
En vísperas del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este sábado, 8 de marzo, y a las puertas de la 69ª Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW69), que se celebra la próxima semana, del 10 al 21 de marzo, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a hacer un llamamiento para situar a las mujeres en el centro de la transformación de la salud mundial.
En su alegato se refiere a la conmemoración este año del 30º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing sobre la Mujer, considerada la acción más importante, a nivel mundial, para promover los derechos de la mujer, y que tendrá su espacio en la referida CSW69.
Como se recuerda desde dicha Organización, las mujeres tienen necesidades de salud distintas y a veces cambiantes en diferentes etapas de sus vidas. Entre ellos se encuentran la salud reproductiva y materna, la salud mental, las enfermedades no transmisibles (ENT), el envejecimiento y otros problemas de salud críticos. Asimismo, como remarca, dos de cada tres mujeres mueren de enfermedades no transmisibles (ENT) como cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y afecciones respiratorias. "Las ENT exacerban aún más las disparidades de género en materia de salud", según la OMS.
"Sin embargo, las barreras sistémicas siguen exponiendo a las mujeres a mayores riesgos de salud, en particular en los países de ingresos bajos y medios", según indica. Así, según datos de esta Organización, las mujeres expuestas a contaminantes nocivos procedentes de combustibles domésticos tienen un riesgo un 46% mayor de desarrollar cataratas en comparación con las que no están expuestas.
El envejecimiento es otro problema crítico, ya que aunque las mujeres suelan vivir cinco años más que los hombres, pasan más de esos años con mala salud debido a tasas de morbilidad más altas . Esto, según la OMS, subraya la necesidad urgente de una atención sanitaria que tenga en cuenta las cuestiones de género y mejore no solo la longevidad sino también la calidad de vida en general.
Por otra parte, saca a colación la brecha laboral. El mundo se enfrenta a un déficit de 11,1 millones de trabajadores sanitarios para 2030. Las mujeres, que representan el 67% de esta fuerza laboral están preparadas para superar esta brecha, lo que conducirá a avances en la atención, la innovación y la transformación de las políticas. Sin embargo, se enfrentan a obstáculos, como ganar un 24% menos que los hombres , incluso después de tener en cuenta factores como la experiencia y la educación. Las brechas salariales son aún mayores para las madres y las mujeres de entornos marginados.
Por tanto, desde la Agencia de Salud de la ONU se considera que "para crear sistemas de salud verdaderamente equitativos y eficaces, las mujeres deben estar en primera línea, no sólo como cuidadoras, sino también como líderes y encargadas de la toma de decisiones".
La OMS se muestra convencida de que el liderazgo femenino puede impulsar cambios sistémicos, desde la promoción de políticas con perspectiva de género hasta la obtención de inversiones en investigación sobre la salud de la mujer. Asimismo, no quiere perder la oportunidad de reafirma su compromiso de promover estas iniciativas, impulsando políticas, financiación e investigación que aseguren un impacto significativo y duradero. "Al crear oportunidades para que las mujeres participen en igualdad de condiciones en todos los niveles, incluida la toma de decisiones, podemos transformar los sistemas de salud, superar las brechas de género y construir un mundo más saludable y equitativo", concluye su manifiesto.