El aumento de la esperanza de vida se desacelera en Europa

La desaceleración de las mejoras en la esperanza de vida en Europa, en particular, debido a las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, pone de relieve la urgente necesidad de adoptar medidas más contundentes para abordar las causas profundas entre las que se encuentran  la mala alimentación, la inactividad física y la obesidad.

19/02/2025

En las últimas décadas, el aumento de la esperanza de vida, sobre todo, en los países de altos ingresos se ha debido a la reducción de las tasas de mortalidad por enfermedades no transmisibles, especialmente las cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, con reducciones de factores de riesgo como el ...

En las últimas décadas, el aumento de la esperanza de vida, sobre todo, en los países de altos ingresos se ha debido a la reducción de las tasas de mortalidad por enfermedades no transmisibles, especialmente las cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, con reducciones de factores de riesgo como el tabaquismo y la hipertensión arterial. Sin embargo, a partir de 2011 se asiste a una desaceleración de la esperanza de vida, sobre todo, en Europa, donde sigue habiendo una heterogeneidad sustancial con  un exceso de mortalidad sustancial después de 2021 en algunos países.

En ello se ha centrado una investigación de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) cuyos resultados han sido publicados en 'The Lancet Public Health'. "Los avances en la salud pública y la medicina en el siglo XX hicieron que la esperanza de vida en Europa mejorara año tras año. Pero esto ya no es así", según el prof. Nick Steel, de la Facultad de Medicina de Norwich de la UEA.

Cuatro sectores dañinos para la salud

El estudio incide en cuatro sectores industriales (tabaco, alimentos ultraprocesados, combustibles fósiles y alcohol) como responsables de al menos un tercio de las muertes mundiales, y, según sus autores, "el poder del sector comercial tiende a impedir la implementación de políticas efectivas para mitigar los riesgos derivados de dichos sectores.

El equipo de investigación estudió datos del Informe Global Burden of Disease 2021 del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME), la investigación más amplia y completa para cuantificar la pérdida de salud en diferentes lugares y a lo largo del tiempo, basándose en el trabajo de casi 12.000 colaboradores en más de 160 países y territorios. Los países estudiados incluyeron Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Islandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal, España, Suecia, Inglaterra, Irlanda del Norte, Escocia y Gales. 

A partir de ahí, compararon los cambios en la esperanza de vida, las causas de muerte y la exposición de la población a factores de riesgo en toda Europa entre 1990-2011, 2011-19 y 2019-21. Los resultados obtenidos apuntan a que después de 2011, los principales riesgos como la obesidad, la hipertensión arterial y el colesterol alto aumentaron o dejaron de mejorar en casi todos los países.

En concreto, entre 2019 y 2021, se produjo, según este estudio, una disminución general de la esperanza de vida anual media en todos los países (media general de -0,18 años) y tuvieron una caída absoluta de la esperanza de vida, excepto Irlanda, Islandia, Suecia, Noruega, Dinamarca y Bélgica.

Mientras, países como Noruega, Islandia, Suecia, Dinamarca y Bélgica mantuvieron una mejor expectativa de vida después de 2011 y vieron reducidos los daños derivados de los principales riesgos de enfermedades cardíacas, gracias a las políticas gubernamentales. Por el contrario, países como el Reino Unido tuvieron peor pronóstico a partir de 2011 y también durante la pandemia de la COVID-19, además, experimentaron algunos de los mayores riesgos de enfermedades cardíacas y cáncer, incluidas dietas deficientes.

"Los resultados son motivo de preocupación, especialmente en el Reino Unido, pero también de esperanza. Deberíamos estar preocupados porque muchos países europeos, incluido el Reino Unido, están mostrando un progreso muy pobre, pero debemos ser optimistas porque abordar las causas subyacentes de las enfermedades graves parece ser eficaz si solo se pueden mantener las mejoras en los riesgos clave", tal como expuso el prof. John Newton, del Centro Europeo para el Medio Ambiente y la Salud Humana de la Universidad de Exeter.

En cualquier caso, el equipo de investigadores considera que, a pesar de los datos obtenidos, todavía no se ha alcanzado el techo biológico de la longevidad. "La esperanza de vida de las personas mayores en muchos países sigue mejorando, lo que demuestra que aún no hemos alcanzado un techo natural de longevidad", concluyó el prof. Nick Steel.

Autor: IM Farmacias