Encuentran una relación directa entre la microbiota y el mantenimiento del equilibrio mental

Investigaciones recientes han podido constatar estrechos vínculos entre los microbios, la nutrición y la función cerebral, de lo que se desprende un enorme potencial para tratar trastornos relacionados con la ansiedad u otras alteraciones asociadas.

06/02/2025

La ansiedad se desencadena como respuesta adaptativa del cuerpo al estrés por el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HPA), uno de los componentes clave del sistema neuroendocrino. La activación sostenida del eje HPA bajo estrés continuo da como resultado niveles elevados de hormonas del estrés y los cambios conductuales persistentes observados en los trastornos ...

La ansiedad se desencadena como respuesta adaptativa del cuerpo al estrés por el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HPA), uno de los componentes clave del sistema neuroendocrino. La activación sostenida del eje HPA bajo estrés continuo da como resultado niveles elevados de hormonas del estrés y los cambios conductuales persistentes observados en los trastornos de ansiedad.

En este contexto, científicos de la Facultad de Medicina de Duke-NUS y del Instituto Nacional de Neurociencias (Singapur) se propusieron investigar el papel que desempeñan los microbios en el comportamiento ansioso. En estudios preclínicos, los científicos observaron que, en un entorno libre de gérmenes, quienes no estaban expuestos a microbios vivos mostraban un comportamiento significativamente más relacionado con la ansiedad que aquellos con microbios vivos residentes típicos.

Los resultados, publicados en 'EMBO Molecular Medicine', sugieren una conexión entre los microbios intestinales y el comportamiento relacionado con la ansiedad. En este sentido, según concretan, los metabolitos microbianos, específicamente los índoles, desempeñan un papel directo en la regulación de la actividad cerebral vinculada a la ansiedad. 

"Nuestros hallazgos revelan el proceso neuronal específico e intrincado que vincula los microbios con la salud mental. Aquellos que no tenían microbios vivos mostraron niveles más altos de comportamiento ansioso que aquellos con bacterias vivas. Básicamente, la falta de estos microbios alteró la forma en que funcionaban sus cerebros, particularmente en áreas que controlan el miedo y la ansiedad, lo que conduce a un comportamiento ansioso", según uno de los autores principales, el prof. Shawn Je, del Programa de Neurociencia y Trastornos del Comportamiento de Duke-NUS.

Para entender mejor el papel de los microbios en este proceso, los investigadores introdujeron microbios vivos en ratones libres de gérmenes. Esto redujo la actividad neuronal elevada en la amígdala basolateral y, por lo tanto, la actividad del canal SK2. Como resultado, los ratones mostraron un comportamiento significativamente menor relacionado con la ansiedad: sus respuestas emocionales se volvieron como las de aquellos expuestos a microbios.

Principales implicaciones

Los investigadores también probaron el tratamiento con índoles, metabolitos microbianos producidos por ciertos microbios. Cuando los ratones libres de gérmenes recibieron índoles, mostraron una actividad reducida en la amígdala basolateral y mostraron un comportamiento menos relacionado con la ansiedad. Esto demostró que los microbios autóctonos producen metabolitos, lo que sugiere una relación directa entre la microbiota y el mantenimiento del equilibrio mental.

Hay evidencia científica de que los índoles se secretan en las plantas cuando están expuestas al estrés o la desnutrición (sequía) y en este trabajo se aborda un mecanismo similar en el que los índoles pueden regular los niveles de ansiedad en los mamíferos. Es decir, diferentes niveles de índoles plasmáticos microbianos circulantes en la sangre pueden reflejar una sensibilidad y vulnerabilidad diferentes a las situaciones estresantes y, por lo tanto, un riesgo variable de experimentar situaciones relacionadas con la ansiedad.

Las implicaciones de estas observaciones son múltiples, según detallan los autores. Así, abre la posibilidad de actuar sobre el eje intestino-cerebro para tratar trastornos relacionados con la ansiedad restaurando la composición microbiana mediante la suplementación dietética con indoles o introduciendo microbios intestinales productores de indoles como probióticos.

"Nuestros hallazgos subrayan los profundos vínculos evolutivos entre los microbios, la nutrición y la función cerebral. Esto tiene un enorme potencial para las personas que sufren trastornos relacionados con el estrés, como trastornos del sueño o que no toleran los medicamentos psiquiátricos estándar. Es un recordatorio de que la salud mental no está solo en el cerebro, sino también en el intestino", concluyó el prof. PatricK Tanvicedecano sénior de investigación de Duke-NUS.

Autor: IM Farmacias