Las actuales vacunas antigripales basadas en anticuerpos son específicas de cada cepa debido a que se dirigen a las glicoproteínas hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA), que son muy variables, como también pueden serlo sus resultados dependiendo de la coincidencia de la secuencia de la vacuna con los virus de la ...
Las actuales vacunas antigripales basadas en anticuerpos son específicas de cada cepa debido a que se dirigen a las glicoproteínas hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA), que son muy variables, como también pueden serlo sus resultados dependiendo de la coincidencia de la secuencia de la vacuna con los virus de la gripe circulantes cada año. De ahí, la importancia de un enfoque de vacuna contra la influenza que supere el problema de la diversidad de secuencia viral y proporcione protección heterosubtípica de larga duración para proteger contra los virus de influenza pandémica.
Conscientes de ello, investigadores de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (EEUU), trabajan desde hace tiempo en un nuevo enfoque para desarrollar una vacuna universal contra la gripe y confiera inmunidad contra un virus en evolución. Como exponen, al respecto, los autores del trabajo, publicado en 'Nature Communications', "si bien los enfoques actuales de vacunas basadas en anticuerpos pueden proporcionar inmunidad esterilizante, se centran estrechamente en las secuencias de HA y NA específicas del subtipo y, por lo tanto, son susceptibles al desajuste antigénico con nuevas cepas que surgen anualmente a través de la deriva antigénica o emergen repentinamente con potencial pandémico a través de la reordenación genética".
El enfoque propuesto por los investigadores de OHSU aprovecha una plataforma de vacunas desarrollada previamente para combatir el VIH y la tuberculosis, y de hecho, se está utilizando también en un ensayo clínico contra el VIH. El método consiste en insertar pequeños fragmentos de patógenos específicos en el virus del herpes común, el citomegalovirus o CMV, que infecta a la mayoría de las personas a lo largo de su vida y que, por lo general, produce síntomas leves o nulos. El virus actúa como un vector diseñado específicamente para inducir una respuesta inmunitaria de las propias células T del organismo.
Este enfoque, según sus desarrolladores, difiere de las vacunas comunes -incluidas las vacunas contra la gripe existentes- que están diseñadas para inducir una respuesta de anticuerpos dirigida a la evolución más reciente del virus, que se distingue por la disposición de las proteínas que cubren la superficie exterior. "El problema con la gripe es que no se trata de un único virus. Al igual que el virus SARS-CoV-2, siempre está evolucionando hacia la siguiente variante y siempre nos quedamos buscando dónde estaba el virus, no dónde va a estar", según explicó el Dr. Jonah Sacha, profesor y jefe de la División de Patobiología del Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregon de la OHSU.
Mientras, un tipo específico de célula T en los pulmones, conocida como célula T de memoria efectora, ataca las proteínas estructurales internas del virus, en lugar de su envoltura externa en constante mutación. Esta estructura interna no cambia mucho con el tiempo, lo que representa un objetivo estacionario para que las células T busquen y destruyan cualquier célula infectada por un virus de la gripe antiguo o de reciente evolución, según se expone en el referido estudio.
Protección frente al H5N1
Para estos autores es de particular preocupación los virus de la gripe aviar altamente patógena (HPAI) que circulan entre las aves silvestres y cautivas, como el H5N1, que tiene una tasa de mortalidad documentada del 52% en humano. En este mismo estudio también se plantea la posibilidad de desarrollar una vacuna protectora contra el H5N1 en personas.
"La inhalación del virus de la gripe H5N1 en forma de aerosol provoca una cascada de eventos que pueden desencadenar una insuficiencia respiratoria", afirmó el coautor principal , el Dr. Simon Barratt-Boyes , profesor de enfermedades infecciosas, microbiología e inmunología en Pitt. "La inmunidad inducida por la vacuna fue suficiente para limitar la infección por el virus y el daño pulmonar, protegiendo a los monos de esta infección tan grave", agregó.