Las células inmunitarias que recubren el intestino delgado deben equilibrar dos funciones aparentemente contradictorias, por un lado, absorber los nutrientes de los alimentos y, al mismo tiempo, estar alertas ante los patógenos que intentan invadir el cuerpo. Con objeto de dar respuesta a una cuestión clave en la materia como ...
Las células inmunitarias que recubren el intestino delgado deben equilibrar dos funciones aparentemente contradictorias, por un lado, absorber los nutrientes de los alimentos y, al mismo tiempo, estar alertas ante los patógenos que intentan invadir el cuerpo. Con objeto de dar respuesta a una cuestión clave en la materia como es la forma en la que dichas células mantienen a salvo el intestino, investigadores del Instituto de Inmunología de La Jolla junto con colaboradores de la Universidad de California-San Diego y el Instituto Allen de Inmunología (EEUU) han llevado a cabo una nueva investigación.
Los resultados, publicados en 'Nature' muestran que las células inmunitarias que luchan contra los patógenos, células T CD8 de memoria residentes en los tejidos (células T RM ), logran transformarse y reubicarse mientras combaten las infecciones en el intestino delgado. De hecho, "literalmente se elevan más alto en el tejido para combatir infecciones antes de que los patógenos puedan propagarse a áreas más profundas y vulnerables", según explicó el profesor adjunto del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI) , el Dr. Miguel Reina-Campos. "El tejido del intestino ha evolucionado para proporcionar señales a los infiltrados de células inmunes, para colocar células inmunes en lugares específicos para que tengan una mejor capacidad de detener a los patógenos", agregó dicho científico.
El equipo aprovechó una tecnología conocida como transcriptómica espacial para rastrear estas células en muestras de tejido humano y de ratón. Su trabajo demostró que el intestino delgado contiene dos tipos de células T RM . Estas células se dividen entre las diminutas estructuras de "vellosidades" con forma de dedo que recubren el intestino delgado o las "criptas" entre las vellosidades que sobresalen.
Los investigadores pudieron constatar que las células T RM similares a progenitoras viven más cerca de las criptas entre las vellosidades. Por otro lado, las T RM diferenciadas ocupan regiones más expuestas en la parte superior de las vellosidades. "Las células inmunes diferenciadas están más expuestas en la parte superior de las vellosidades, y ahí es donde tienen una mejor capacidad para protegerte de las infecciones", afirmó el Dr. Reina-Campos.
Mientras tanto, observaron como una población de reserva de células T RM similares a las progenitoras continúa en las criptas. "Estas células pueden reponer el conjunto de células T efectoras, por lo que el sistema inmunitario las mantiene como reserva en las partes más profundas del tejido", según expuso el responsable del trabajo.
"Con este estudio, hemos abierto un nuevo camino para el avance en nuestra capacidad de observar cientos o miles de genes simultáneamente en tejidos intactos", concluyó este investigador.