Investigadores de la Universidad de Hong Kong (HKU), Japón, han revelado el papel crucial de una proteína llamada PICH en la prevención de errores genéticos que pueden conducir a enfermedades como el cáncer. En los hallazgos, publicados en la revista 'Nucleic Acids Research', se destaca la presencia fundamental de PICH en ...
Investigadores de la Universidad de Hong Kong (HKU), Japón, han revelado el papel crucial de una proteína llamada PICH en la prevención de errores genéticos que pueden conducir a enfermedades como el cáncer. En los hallazgos, publicados en la revista 'Nucleic Acids Research', se destaca la presencia fundamental de PICH en el mantenimiento de la integridad del material genético humano, se expone cómo las células humanas protegen al ADN durante la división celular, ofreciendo nuevos conocimientos para combatir ciertas patologías oncológicas.
A través de su investigación, el equipo de la HKU constató que la proteína PICH actúa como un radar, detectando hilos de ADN, conocidos como puentes anafásicos ultrafinos (UFB, por sus siglas en inglés), y ayudando a resolverlos. Descubrieron que cuando PICH falta o no funciona correctamente, las células sufren graves daños genéticos, incluida la rotura del ADN, la formación de pequeñas estructuras que contienen ADN llamadas micronúcleos y la activación de los sistemas de respuesta de emergencia de la célula, lo que en última instancia conduce a la muerte celular. Además, sus hallazgos revelaron que dichos daños pueden desencadenar reordenamientos de los cromosomas, características distintivas del cáncer.
Estabilidad genética
Investigando más a fondo el papel del PICH en el mantenimiento de la estabilidad genética, descubrieron que sin esta proteína, las células no solo sufren graves daños en el ADN, sino que también acumulan errores genéticos significativos. Una versión mutada de PICH que no puede reclutar otras proteínas auxiliares proporciona solo una protección parcial, mientras que una versión completamente inactiva del PICH no puede resolver los UFB, lo que da como resultado un daño genético aún más extenso.
La actividad de la referida proteina, según los autores del trabajo, es crucial para romper estos hilos de ADN y prevenir el caos genético. En particular, cuando falta el PICH, es más probable que se produzcan errores genéticos en regiones no centroméricas del ADN debido a la rotura de los UFB, lo que conduce a reordenamientos cromosómicos peligrosos que pueden causar enfermedades.
Su investigación constata que PICH protege el ADN humano a través de dos mecanismos clave. En primer lugar, ayuda a otra proteína, la topoisomerasa IIα (TOP2A), a desenredar los hilos de ADN. En segundo lugar, trabaja con una proteína llamada helicasa BLM para convertir los hilos enredados en una forma más simple y manejable. Juntas, estas dos acciones garantizan que los hilos de ADN se resuelvan correctamente, lo que evita errores genéticos que podrían provocar cáncer.
"Nuestra investigación demuestra lo vital que es el PICH para proteger nuestro ADN de los daños que se producen durante la división celular. Al comprender cómo funciona el PICH, podemos explorar nuevas formas de tratar cánceres como el cáncer colorrectal, gástrico y de mama, que están fuertemente vinculados a un alto grado de inestabilidad cromosómica", afirmó el profesor Gary Ying Wai Chan, uno de los autores correspondientes del estudio.
Para la investigación, los científicos utilizaron la herramienta NGS, con potencial para detectar la inestabilidad genómica en enfermedades como el cáncer y para identificar mutaciones en células que carecen de PICH, demostrando su eficacia para descubrir errores genéticos.
En definitiva, los autores de este estudio consideran que comprender cómo funciona PICH abre nuevas posibilidades para desarrollar tratamientos para enfermedades causadas por inestabilidad genética, como el cáncer. "Al centrarnos en las vías que implican a PICH, es posible que podamos desarrollar nuevas terapias para prevenir o tratar estas enfermedades", concluyó el profesor Gary Ying Wai Chan.