En el primer IM Meetings del 2025, celebrado este 16 de enero, exploramos el papel clave del farmacéutico como figura de asesoramiento en la cura de heridas, así como técnicas de cuidado avanzado y estrategias para optimizar esta categoría. Lo hicimos con la colaboración de Nuria de Argila, enfermera con ...
En el primer IM Meetings del 2025, celebrado este 16 de enero, exploramos el papel clave del farmacéutico como figura de asesoramiento en la cura de heridas, así como técnicas de cuidado avanzado y estrategias para optimizar esta categoría. Lo hicimos con la colaboración de Nuria de Argila, enfermera con formación Máster, experta en cuidados dermatológicos en personas con cualquier tipo de herida y miembro de la Sociedad Española de Heridas; Jorge Rojo, farmacéutico responsable de la Farmacia Jorge Rojo desde 2018, aparte de licenciado en Farmacia, Dietética y Nutrición Humana, y Pol Rodríguez, licenciado en Farmacia, con experiencia en la farmacia comunitaria, y Medical Advisor en Hansaplast.
Laura Peidró, redactora jefa de IM Farmacias, introdujo que el objetivo de la sesión era "ofrecer las claves para marcar la diferencia en la cura de heridas desde la oficina de farmacia". Recordó que, hoy en día, nadie duda de que el farmacéutico y el técnico de farmacia son cada vez más relevantes en la atención a las personas con heridas agudas, y que es cada vez más frecuente que sean el primer punto de contacto antes de asistir a un centro de salud. "Ya sea para asistir el autocuidado de heridas agudas, como cortes y abrasiones, ampollas o quemaduras domésticas, todas ellas lesiones extremadamente frecuentes que se dan en el día a día", dijo. Como para asistir en el cuidado de heridas posoperatorias en casa, especialmente como consecuencia de los nuevos protocolos, que se centran reducir, hasta en tres días menos, las estancias hospitalarias. Por supuesto, también para atender situaciones de primeros auxilios, "para las cuales es imprescindible saber detectar los signos de infección y conocer cuando es necesario derivar al médico".
Por todo ello, apuntó, el posicionamiento de los farmacéuticos como profesionales sanitarios de referencia en el entorno comunitario se enfoca en: "Conocer e identificar los tipos de heridas y el proceso de cicatrización y en informar y ayudar al paciente a partir de un conocimiento sólido sobre el cuidado de heridas". Peidró advirtió de que, sin embargo, en general, a los farmacéuticos comunitarios les falta formación y herramientas para asesorar a los pacientes que acuden a ellos.
Precisamente, con el fin de dar respuesta a esta situación, Hansaplast ha desarrollado, con el apoyo científico de De Argila, un Manual de Heridas para explicar de manera didáctica cuáles son los diferentes tipos de herida y qué atención debe ofrecer el farmacéutico para que se lleven a cabo buenas prácticas de autocuidado y cicatrización. Este documento cuenta con el aval de la Sociedad Española de Heridas desde el pasado 2024. Con él, se persigue empoderar y proporcionar las herramientas necesarias al profesional farmacéutico para consolidar sus bases de conocimiento y mejorar en el reconocimiento de los tipos de heridas, a la vez que ayuda a aconsejar y acompañar a las personas en el proceso de curación.
Pautas
De Argila desarrolló en qué consiste este manual y abordó cuestiones fundamentales como la limpieza adecuada de la herida y la correcta manipulación del apósito, así como los beneficios de la cura en húmedo para asegurar una cicatrización más rápida y estética. Avisó de que, sin una atención adecuada, el procedimiento se puede alargar en el tiempo. Normalmente, es tarea de Enfermería, pero "cada vez es más necesario que este abordaje sea por un equipo multidisciplinar". Los farmacéuticos, de acuerdo con sus palabras, disponen de muchos materiales para instruir al usuario que acude con una herida e indicarles el manejo en un primer momento de la herida.
El citado manual ayuda en el abordaje de la atención del paciente con heridas y está escrito en un lenguaje sencillo. La filosofía de la Sociedad Española de Heridas es que todos los profesionales sanitarios tienen algo que aportar y el contenido, de carácter científico, se ha elaborado por un equipo multidisciplinar.
Especificó las pautas para el cuidado de heridas. Lo primero es limpiar la herida, la zona afectada. Para ello, antes hay que lavarse las manos durante al menos 20 segundos. Después, se puede lavar la herida con agua tibia y con un jabón suave, con un ph lo más parecido a la piel. El segundo punto es detener la hemorragia, aplicando una presión directa en el punto que sangra. Es importante mantener el punto de presión al menos durante cinco minutos, diez si el paciente está anticoagulado. No hay que dejar de presionar durante ese tiempo. Si se trata de una punción, hay que buscar los objetos dentro de las heridas y, si los hay, derivar al médico. Acto seguido, hay que aplicar un antiséptico. Sugirió que sea trasparente y nunca mezclar antisépticos. Hay un nuevo producto que es antimicrobiano que puede servir para desinfectar la herida. El último paso es cubrir y proteger con un apósito primario, y secundario si es necesario. Nunca hay que estirarlo ni deformarlo. Es interesante aplicar un poco de calor, poner una mano encima, para que la adherencia se realice con el menor tiempo posible. Hay que retirar el apósito cuando está manchado en más de un 50 %.
De Argila Entró en los beneficios de la cura en ambiente húmedo. Antiguamente, era muy frecuente el que la "herida hay que dejarla curar al aire". Sin embargo, se ha demostrado que "la herida tiene que estar protegida en un ambiente óptimo de humedad", sostuvo. Citó apósitos avanzados de poliuretano o hidrocoloide, entre otros. Hay que acordarse de que las heridas al aire hacen costras y su evolución puede empeorar.
Procedimientos
Rojo explicó su propia experiencia a la hora de implementar unos procedimientos mínimos para atender eficazmente desde la farmacia a pacientes con heridas gracias a la formación especializada. Igualmente, expuso cómo trabajar la categoría para sacarle el mayor rendimiento. Su farmacia está en un pueblo de la provincia de Málaga. A ella va tanto gente mayor como turismo, por estar cerca de la playa. Por ello, se consideran una "farmacia dual" y creen que es muy importante estar formados en la cura de heridas.
Cuando va un paciente a la farmacia preguntando por una herida, quieren ser humanos y cercanos. "Hemos creado un rincón para tratar a los pacientes, para darles privacidad, que está en el despacho", puntualizó. Incidió mucho en la necesidad de brindar un punto de privacidad. Este espacio requiere, dependiendo de los pacientes y del tipo de heridas, de un botiquín, empapadores (no puede caer la sangre al suelo), unos guantes, buena luz y contenedores biológicos.
Por su parte; el botiquín, lo que es el kit de curas para la atención de urgencia, ha de contener un buen surtido de apósitos (incluidos los infantiles), gasas, guantes, esparadrapo, la pomada que favorece un ambiente húmedo para la curación de heridas, el spray (el antiséptico). Subrayó que la polihexanida es la gran desconocida. A su favor; es transparente, que no escuece y que también es antimicrobiana. Los empapadores, asimismo, son muy importantes. En definitiva, "hay que tener de todo porque la gente lo demanda".
Para sacar más provecho en el tema comercial, "hay que vender cosas que complementen el tratamiento del paciente". Sugirió que "la categoría de apósitos está por explorar". Aseveró que esta se vende por impulso. Él los tiene en un pilar mirando hacia los mostradores. Su experiencia le ha demostrado que la gente, cuando espera para llegar al mostrador, ya está cerca del punto de venta, los recoge y se los lleva. Para favorecer la venta por impulso, hay que mantener un orden y ofrecer variedad, para atender al máximo número posible de público. No hay que tener miedo a comprar surtido. Recomendó tener un expositor práctico, visible y que se mueva; como el que da Hansaplast.
Rojo trabaja con una sola marca, porque, según argumentó, le han apoyado con formación, servicio, buen surtido y producto, adaptado a todas las necesidades. A su lado, ha puesto un expositor para el cuidado de manos y pies, para hacer venta cruzada. Aseguró que todos los productos tienen un fin y se pueden utilizar.
Opciones
Después, Rodríguez presentó diferentes opciones para limpiar, proteger y curar heridas según cada situación; haciendo hincapié en la importancia de la innovación y desarrollo en este ámbito. Empezó dando especial importancia al concepto de la rutina integral para un completo cuidado de heridas. "Con los productos de Hansaplast, se puede llevar esta rutina", afirmó. Repitió que son esenciales los pasos de la limpieza, de proteger y de curar. El de proteger y curar son intercambiables entre ellos. Se puede aplicar la pomada antes de un apósito.
Respecto a la limpieza, mencionó el spray mediante irrigación mecánica. Es indoloro e incoloro. Así, se puede observar cómo avanza la curación de la herida. Su spray está formulado con un tensoactivo. La pomada para curar heridas de su marca favorece que la curación sea hasta dos veces más rápida. A partir del día diez, ya no se ve prácticamente heridas. Reduce además el riesgo de cicatrices. Mostró el porfolio de Hansaplast, que cuenta con una amplia variedad de apósitos. Dejó claro que, con el uso de apósitos básicos, la rutina integral siempre requiere de la pomada. Tienen unos apósitos avanzados, que tienen la capacidad de crear las condiciones de ambiente húmedo sin usar la pomada. En la rutina, "siempre ha de aparecer el spray para la limpieza de heridas".
La innovación de este año es Second Skin. Posee tecnología hidrocoloide; para heridas abiertas, abrasiones, rasguños y cortes. Está formado por la masa adhesiva y por agente gelificante. El método de acción de este apósito se basa en que, una vez limpia la herida, se pondría. Sella y protege la herida contra el agua, la suciedad y las bacterias. "Las partículas de hidrocoloide permiten la absorción del fluido de la herida y forman una cápsula curativa, que crea un entorno húmedo que evita la formación de costra", indicó. Esta última "ralentiza la curación". El entorno húmedo facilita la regeneración de la piel, con un mejor resultado estético. Reduce así el riesgo de cicatrices. Resulta una cicatrización más rápida de mayor calidad. Rojo le preguntó cuándo surge la cápsula curativa. Aclaró que depende de la herida, entre las 12 y 24 horas tras la aplicación del apósito se empieza a observar.
Este apósito es muy fino y flexible, y es perfecto, por ejemplo, "para el paciente turista que quiere ponérselo y olvidarse, hacer vida normal". Está indicado para cualquier tipo de herida cotidiana, pero no en pieles muy sensibles o frágiles, por la fuerte adhesión que tiene. Debido a ésta, se recomienda rasurar antes las zonas con mucho vello donde se vaya a poner. No se puede cortar, porque puede perder eficacia. Todo un mismo apósito hace su función. Hay varios tipos de tamaño. Está diseñado para mantenerse hasta que caiga o la herida esté curada. A medida que la herida se cura, la piel reabsorbe el gel. Si se despega un poco, no hay que cambiarlo, mientras la herida esté bien sellada. De entrada, con un solo apósito es suficiente para toda la curación.
¿Cómo detectar signos de infección y cuándo derivar al médico? De Argila detalló que a un paciente con un edema, con un enrojecimiento masivo, si hay una hipergranulación, o si hay signos de infección, hay que derivar. Si el usuario tiene alguna enfermedad por lo que los farmacéuticos se encuentren con una situación compleja, y se necesite el uso de antibióticos, hay que derivar. Lo perfecto es que los usuarios no se apliquen nada, y que sean, en su caso, los farmacéuticos los que hagan un procedimiento correcto, como el mencionado, y luego derivar al centro de salud. Por supuesto, "los apósitos hay que saberlos poner". Tampoco se puede retirar de forma brusca, sosteniendo la piel para que no se produzca tirantez.
Otra cuestión que se planteó fue cómo trabajar la venta cruzada y cómo optimizar la recomendación de acuerdo con el tipo de público. Rojo dio unos consejos rápidos. Hay que partir del tipo de paciente y de piel que tiene. Si es un paciente oncológico, la piel se queda muy fina. Hay que adecuar, "hacer muy buenas preguntas y tener un gran surtido". Los farmacéuticos lo que hacen es recomendar salud. Rodríguez aconsejó emplear el reductor de cicatrices cuando sea necesario.
Las conclusiones de Rojo fueron que nadie tenga miedo a aventurarse a tener un buen surtido y un rincón de privacidad en la farmacia para curar heridas antes de derivar al paciente al centro de salud. De Argila citó que donde hay formación hay sabiduría, en alusión a los conocimientos con evidencia científica que se transmiten en el Manual de Heridas. A su juicio, la farmacia "es un entorno muy bueno" para la primera atención de estas lesiones. Rodríguez opinó que el papel del farmacéutico es muy importante, por lo que debe formarse en este ámbito.