La hepatitis E, una enfermedad hepática viral potencialmente grave, se transmite a través del agua contaminada. Las cifras de la carga mundial de la hepatitis E son difícil de estimar debido a la escasa vigilancia clínica y las pruebas de laboratorio, aunque se calcula que la tasa de mortalidad puede alcanzar ...
La hepatitis E, una enfermedad hepática viral potencialmente grave, se transmite a través del agua contaminada. Las cifras de la carga mundial de la hepatitis E son difícil de estimar debido a la escasa vigilancia clínica y las pruebas de laboratorio, aunque se calcula que la tasa de mortalidad puede alcanzar hasta el 50%, entre los afectados. "Aunque no disponemos de estimaciones precisas de la carga mundial, algunos la sitúan en unas 50.000 muertes al año", según indicó el Dr. Andrew Azman, epidemiólogo del Centro de Enfermedades Virales Emergentes UNIGE-HUG, MSF y JHU, que dirigió una investigación orientada a demostrar la eficacia de una vacuna contra la hepatitis E.
Lo que sí se ha constatado es el riesgo, especialmente alto, en poblaciones con acceso limitado al agua potable y al saneamiento, como sucede en regiones de Asia y África. Actualmente, no existe una terapia antiviral específica disponible para el tratamiento de la hepatitis E causada por estos genotipos, es por ello que sus habitantes participan en campañas de vacunación frente a la hepatitis E, como ha sido el caso de grupos poblacionales de Sudán, donde los brotes han devastado regularmente los campamentos de desplazados internos y sus poblaciones de acogida.
Bajo este escenario, un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF), MSF Epicentre, la Universidad Johns Hopkins (JHU), el Ministerio de Salud de Sudán del Sur, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Universidad de Ginebra (UNIGE) y los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG) realizaron estudios clínicos y de laboratorio después de una campaña de vacunación para evaluar su eficacia en la protección de las personas y ayudar a controlar la epidemia.
Herramienta para frenar los brotes
La vacuna Hecolin, desarrollada en China y autorizada en algunos países desde 2011, ha sido recomendada por la OMS como una posible herramienta en caso de brotes. Sin embargo, hasta este uso en un brote, solo se había utilizado en el contexto de ensayos clínicos controlados y medicina de viajes en China. "Por eso era esencial estudiar la eficacia de la vacuna en otras poblaciones y en regiones donde el tipo de virus que circula es diferente al de China, así como la viabilidad logística de una campaña de este tipo", indicó Isabella Eckerle, profesora de la Facultad de Medicina y directora del Centro de Enfermedades Virales Emergentes de UNIGE-HUG. "En particular, era importante comprender su eficacia después de solo dos dosis, mientras que normalmente se administra en tres dosis con seis meses de diferencia".
El estudio comparó el estado de vacunación de 201 pacientes que dieron positivo en la prueba de hepatitis E entre mayo y diciembre de 2022 con el de otras personas de su localidad que no presentaban síntomas. A pesar de que hubo menos casos de hepatitis E de lo esperado después de la vacunación, el estudio reveló que dos dosis de vacuna fueron efectivas, un resultado excelente dado el contexto particular de un campo de desplazados.
Las muestras se enviaron a los laboratorios del Centro de Enfermedades Virales Emergentes para determinar las características biológicas del virus y las respuestas inmunitarias. "Estos datos de laboratorio, que fueron difíciles de obtener in situ, no solo demostraron la protección inducida por la vacuna, sino que también nos permitieron comprender mejor la transmisión y el rendimiento de las pruebas de diagnóstico, lo que puede ayudarnos a diseñar mejores respuestas a los brotes en el futuro", indicó la prof. Eckerle.
El estudio, publicado en 'The Lancet Infectious Diseases' confirma, por tanto, la protección que proporcionan dos dosis de esta vacuna, incluso en caso de epidemia, y la reducción de la incidencia de la enfermedad. "Nuestros resultados, combinados con otros, han contribuido a que el Grupo Internacional de Coordinación (ICG) de la OMS sobre el Suministro de Vacunas haya aprobado recientemente una reserva de vacunas contra la hepatitis E para situaciones de emergencia. Esta reserva tiene el potencial de salvar muchas vidas y estamos deseando verla en acción", explicó el Dr. Andrew Azman.
Aunque se necesitan más datos sobre la protección de la vacuna en diferentes entornos epidemiológicos y durante períodos más prolongados, estos resultados, según concluyen los investigadores, respaldan la posición recientemente actualizada de la OMS sobre la vacunación contra la hepatitis E.