Abogan por la necesidad de un cambio en el abordaje del dolor de espalda

La integración de un apoyo al estilo de vida en el tratamiento del dolor de espalda, tal como han planteado algunos expertos, podría reducir la discapacidad que provoca este trastorno y que expone a los afectados a un mayor riesgo de enfermedades crónicas.

15/01/2025

El dolor lumbar es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial y un importante problema de salud pública. Estudios observacionales han vinculado el desarrollo y la persistencia este trastorno con factores de riesgo del estilo de vida, como el sobrepeso, el tabaquismo, la inactividad física y la ...

El dolor lumbar es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial y un importante problema de salud pública. Estudios observacionales han vinculado el desarrollo y la persistencia este trastorno con factores de riesgo del estilo de vida, como el sobrepeso, el tabaquismo, la inactividad física y la mala alimentación. La discapacidad asociada con el dolor de espalda también puede conducir a conductas de estilo de vida poco saludables compensatorias, exponiendo a las personas a un mayor riesgo de enfermedades crónicas.

Al respecto, un reciente estudio realizado por miembros de la Universidad de Sidney (Australia) y publicado en 'JAMA Network Open' sugiere que la integración de apoyo al estilo de vida en el tratamiento del dolor de espalda podría reducir la discapacidad y mejorar la calidad de vida. "Para solucionar el dolor de espalda es necesario centrarse en algo más que la espalda. Nuestros cuerpos son algo más parecido a ecosistemas en los que muchos factores interactúan y determinan cómo funcionamos y nos sentimos. El dolor de espalda no es diferente. Por lo tanto, alguien que padece un dolor de espalda y que no mejora, debe recibir una atención integral que tenga en cuenta una variedad de factores de salud, no solo un enfoque en lo que está sucediendo en su columna vertebral", señaló el investigador principal, el prof. asociado Chris Williams.

El ensayo controlado aleatorio incluyó a 346 participantes de toda Australia, todos ellos con dolor lumbar crónico y al menos un factor de riesgo de estilo de vida, como obesidad, mala alimentación, hábitos sedentarios o tabaquismo. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos: el "Programa de estilo de vida saludable (HeLP)" o la atención fisioterapéutica estándar basada en pautas para controlar el dolor lumbar.

Los participantes recibieron apoyo de fisioterapeutas, dietistas y asesores de salud telefónicos que los ayudaron a determinar qué hábitos de vida podrían estar influyendo en su dolor de espalda, como el peso, la inactividad, la mala alimentación, la falta de sueño, el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol. Luego recibieron asesoramiento basado en evidencia durante un período de seis meses para ayudarlos a abordar el desafío del estilo de vida. El enfoque mostró varios beneficios en comparación con la atención estándar, incluida la discapacidad reducida.

"Cada vez hay más estudios que demuestran que patologías como hernias discales y degeneración articular rara vez son la causa del dolor de espalda a largo plazo", afirmó el prof. Williams. "El problema es que pocas personas conocen esto y a menos aún se les da apoyo para centrarse en aquello que influyen en el dolor y en la discapacidad a largo plazo. A demasiados pacientes se les deriva a cirugía o se les recetan medicamentos que no ayudan e, incluso, pueden provocar más daños", agregó.

El estudio subraya, por tanto, la necesidad de un cambio en el tratamiento del dolor de espalda, alejándose de las pastillas y los procedimientos y abordando los factores del estilo de vida que pueden marcar la diferencia.

"Muchas personas que sufren dolor de espalda crónico nos dicen que se sienten abandonadas, y que a menudo las derivan a tratamientos costosos e ineficaces sin ofrecerles tratamientos recomendados que promuevan el autocuidado", como destacó la autora principal y directora de investigación de la Universidad de Sydney, la Dra. Emma Mudd.

"Al cambiar el enfoque para incluir cambios en el estilo de vida y brindar intervenciones simples y de apoyo, los pacientes se sienten capacitados para tomar el control de su dolor. Este enfoque no solo mejora sus síntomas, sino que también mejora su calidad de vida en general".

Los investigadores creen que la atención integrada al estilo de vida podría beneficiar a los pacientes más allá del control del dolor, reduciendo potencialmente los riesgos de otras enfermedades crónicas. Sin embargo, "las directrices mundiales aún no han adoptado plenamente este enfoque. Nuestra investigación podría influir en futuras actualizaciones de las pautas sobre el dolor de espalda", destacó la Dra. Mudd.

A juicio de los autores de este trabajo, los especialistas que tratan el dolor de espalda deberían considerar cómo integrar el apoyo al estilo de vida en su atención diaria. "Ninguna fórmula es descartable siempre y cuando el paciente sienta que se le escucha y que forma parte de la toma de decisiones", concluyó el profesor Williams.

Autor: IM Farmacias