La fibrilación auricular es el trastorno del ritmo cardíaco más común en adultos. Al respecto de las personas afectadas por esta patología, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) ha difundido un estudio en una de sus publicaciones 'Journal of the American Heart Association', según el ...
La fibrilación auricular es el trastorno del ritmo cardíaco más común en adultos. Al respecto de las personas afectadas por esta patología, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) ha difundido un estudio en una de sus publicaciones 'Journal of the American Heart Association', según el cual abstenerse de consumir cafeína para prevenir alteraciones del ritmo cardíaco no es beneficioso para las personas con fibrilación auricular. "Existen muchos mitos, pero nuestro estudio no encontró motivos para desalentar o prohibir a un paciente con fibrilación auricular que tome café", afirmó el Dr. Jürg H. Beer, autor principal del estudio y profesor de medicina y hematología en la Universidad de Zúrich (Suiza).
El estudio va más allá, en el sentido de que, llega a sugerir que "tomar hasta cinco tazas de café o más al día puede ayudar a la función cognitiva en personas con ritmo cardíaco irregular". "Se sabe que el consumo regular de café beneficia el rendimiento cognitivo en personas sanas.También, que la arritmia cardíaca más frecuente, la fibrilación auricular, aumenta de forma independiente el riesgo de demencia", según el doctor Massimo Barbagallo, autor principal del estudio y residente en la unidad de cuidados intensivos neurológicos del Hospital Universitario de Zúrich.
"Otros estudios han demostrado que el café tiene funciones de mejora cognitiva en general. Sin embargo, esto no es específico de la población con fibrilación auricular. No podemos concluir que el café previene el deterioro cognitivo a largo plazo", indicó, por su parte, Joglar, profesor de Medicina Interna en el Centro Médico UT Southwestern en Dallas. "El café no parece empeorar la fibrilación auricular, por lo que no hay necesidad de dejar de beberlo. Sin embargo, no podemos decir que comenzar a beber café prevenga la fibrilación auricular o prevenga el deterioro cognitivo a largo plazo", agregó.
El estudio incluyó a 2.413 personas (edad promedio 73 años; 27 % mujeres) con fibrilación auricular inscritas en el Estudio de cohorte suizo de fibrilación auricular (Swiss-AF) entre 2014 y 2017. Los participantes habían sido sometidos a al menos ocho años de seguimiento para detectar ACV, mini ACV, marcadores sanguíneos de inflamación y coagulación sanguínea, imágenes cerebrales y pruebas cognitivas repetidas.
En el momento de la inscripción, los participantes informaron sobre su consumo de café con cafeína durante el año anterior, y las respuestas se resumieron como menos de una taza al día, una taza al día, dos a tres tazas al día, cuatro a cinco tazas al día y más de cinco tazas al día. No se cuantificó el tamaño de la taza ni la concentración de cafeína por taza. No se consideró la adición de cremas, azúcares o sabores.
Los seleccionados completaron varias pruebas cognitivas que medían las habilidades verbales, el funcionamiento ejecutivo, la memoria, la velocidad de procesamiento, la coordinación visomotora y la atención. Estas pruebas se combinaron en una calificación general de la capacidad cognitiva llamada Constructo Cognitivo (CoCo). Asimismo, completaron una prueba de detección de deterioro cognitivo de 30 puntos, la Evaluación Cognitiva de Montreal, que evaluó las funciones visoespaciales y ejecutivas, la denominación de objetos, la memoria, la atención, el lenguaje y las capacidades de abstracción. Por otra parte, fueron evaluados para detectar depresión utilizando la Escala de Depresión Geriátrica para que los investigadores pudieran evaluar si el rendimiento cognitivo probablemente había sido alterado por la depresión.
Principales resultados
A modo de resumen, los autores de este trabajo, comprobaron que las puntuaciones más altas en las pruebas cognitivas se asociaron con un mayor consumo de café. En concreto, las puntuaciones de velocidad de procesamiento, coordinación visomotora y atención mejoraron significativamente en un 11% entre los consumidores de café en comparación con los no consumidores.
Se calculó que la edad cognitiva era 6,7 años más joven entre los que bebían más café en comparación con los que bebían menos. Los marcadores inflamatorios fueron más de un 20% más bajos en los participantes que bebían cinco tazas al día que en los participantes que bebían menos de una taza al día. Finalmente, los investigadores no encontraron ninguna interacción entre la edad, el sexo y el consumo de café.