Actualmente, hay suficiente evidencia de la necesaria relación entre la calidad de la atención sanitaria y la esperanza de vida, la probabilidad de muerte por enfermedades no transmisibles y el daño general a los pacientes, según se subraya desde la OMS/ Región Europea que, recientemente, ha dado a conocer los ...
Actualmente, hay suficiente evidencia de la necesaria relación entre la calidad de la atención sanitaria y la esperanza de vida, la probabilidad de muerte por enfermedades no transmisibles y el daño general a los pacientes, según se subraya desde la OMS/ Región Europea que, recientemente, ha dado a conocer los resultados del primer análisis transversal de la calidad de la atención y la seguridad del paciente en la Región Europea.
Entre sus conclusiones cabe destacar que solo uno de cada tres países de esta zona ha implementado un plan de acción nacional sobre calidad de la atención y/o seguridad del paciente. Un indicador que la OMS considera clave para determinar si un país es capaz de brindar una buena calidad de atención a sus pacientes. Y es que según datos recogidos en el documento, por cada plan de acción o política nacional adicional utilizado, la esperanza de vida saludable al nacer aumenta en 0,57 años, mientras que la probabilidad de morir por determinadas enfermedades no transmisibles (ENT) disminuye en un 1,34%.
Daños evitables
Según se desprende de este análisis, al menos el 50% de daños que sufren los pacientes en la atención sanitaria son evitables. En este sentido, uno de cada diez pacientes europeos sufre daños en la atención sanitaria. En concreto, hasta cuatro de cada diez de estos casos suceden en entornos primarios y ambulatorios. Además, el 2% de la población de la Región informa haber experimentado un error médico al recibir servicios de atención médica (la proporción oscila entre el 3% y el 12,6% en toda la Región).
En el informe también se señala que sólo el 32% de los 53 Estados Miembros de la Región cuentan con un plan nacional de calidad de la atención y el 30% de seguridad del paciente (1 de cada 3), con graves consecuencias para la esperanza de vida, el daño al paciente y la probabilidad de muerte por enfermedades no transmisibles (ENT).
Asimismo, sólo el 13% de los países (aproximadamente 1 de cada 10) de la Región disponen de un mecanismo de representación de los pacientes y el público en la gobernanza nacional de la salud. Por otra parte, el 80% de los países han implementado un plan para abordar los peligros de la resistencia a los antimicrobianos.
Recomendaciones
En el informe se incluye también un apartado de recomendaciones para ayudar a los países de la Región Europea de la OMS a mejorar sus estándares de calidad de atención y seguridad del paciente, lo que en última instancia se traducirá en mejores resultados de salud y una mayor esperanza de vida.
En concreto, se recomienda una inversión mejor y más concreta en el desarrollo de planes de acción y políticas nacionales en materia de calidad de la atención y seguridad del paciente, ya que se ha demostrado que su presencia tiene un efecto significativo en la salud de la población; garantizar la representación de los pacientes y del público en la gobernanza sanitaria nacional; y rediseñar modelos de atención en torno a las necesidades y preferencias de los pacientes.
"El fortalecimiento de la calidad de la atención y la seguridad del paciente no solo reducirá la morbilidad y salvará vidas, sino que también contribuirá en gran medida a restablecer y fortalecer la confianza pública en las autoridades sanitarias y los sistemas de salud", según señaló al respecto el director de la Oficina de Calidad de la Atención y Seguridad del Paciente de la OMS, Dr. João Breda.
Por su parte, la directora de Políticas y Sistemas Nacionales de Salud de la OMS/Europa, Dra. Natasha Azzopardi Muscat, remarcó que "la calidad de la atención sanitaria es una tarea compartida que depende de los esfuerzos colectivos de pacientes, profesionales, responsables de la formulación de políticas y financiadores. Este principio de cocreación de la atención sanitaria pone de relieve el papel fundamental de la confianza entre los pacientes y los proveedores de atención sanitaria".