Tras un año del inicio de la guerra en Gaza, el conflicto se intensifica y extiende ahora al Sur de Líbano, donde cerca de 1,2 millones de personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares y buscar refugio. Con el fin de paliar la escasez de alimentos y frenar ...
Tras un año del inicio de la guerra en Gaza, el conflicto se intensifica y extiende ahora al Sur de Líbano, donde cerca de 1,2 millones de personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares y buscar refugio. Con el fin de paliar la escasez de alimentos y frenar la aparición de enfermedades relacionadas con la falta de medios en los asentamientos, Farmamundi está distribuyendo kits alimentarios y de higiene entre más de 4.000 personas desplazadas internas.
"Nuestra prioridad es la atención de miles de personas desplazadas que necesitan alimentos y artículos de primera necesidad", informa la responsable de Acción Humanitaria y Emergencias en Farmamundi, Tania Montesinos, quien informa que para ello trabajan con dos ONG locales para canalizar la ayuda desde esta misma semana. Actualmente, están desplegadas en el Sur, la Cordillera y el Norte del Líbano. Para ello, la ONG cuenta con el apoyo de las instituciones y empresas que forman parte del Fondo de Acción Humanitaria y Emergencias de Farmamundi (FAHE) y de la Xunta de Galicia.
Proteger la dignidad humana
"En todo conflicto siempre pierden los mismos, las personas más vulnerables, que se ven afectadas por la violencia que ejercen las partes contendientes. Desde Farmamundi, no podemos quedarnos inmóviles viendo cómo estos colectivos son despojados de su propia dignidad. Por ello, la intervención actual pone especial atención en ayudar a mujeres embarazadas y/o lactantes, menores, personas en estado de malnutrición, adultos mayores y con discapacidad", detalla el director General de Farmamundi, Joan Peris y añade: "Es una prueba más de nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos y la salud en situaciones de crisis".
En este sentido, durante los tres meses que dura la acción, se distribuirán kits personales conformados por comida preparada, agua embotellada y snacks energizantes, teniendo en cuenta a la población sujeto. Del mismo modo, se están repartiendo ya kits de higiene con pasta y cepillo de dientes, cortaúñas, champú, jabón sólido, detergente, pañuelos, toallas para el aseo femenino, recipiente para el lavado personal o ropa interior, entre otros insumos.
Las niñas y niños menores de 3 años son otra de las prioridades de la ONG, y para ellos están repartiendo leche (en polvo o líquida según disponibilidad y condiciones), así como pañales de diferentes tallas para contribuir a la correcta higiene y confort. El suministro priorizará a los menores en evidente estado de desnutrición o malnutrición, y aquellos con necesidades especiales y/o diversidad funcional.
Urge frenar la escalada de violencia en la región
Los funcionarios libaneses estiman que aproximadamente una cuarta parte del número total de personas afectadas se encuentran en refugios. Todas las poblaciones vulnerables de Líbano se han visto afectadas por un fuerte aumento de la pobreza y las necesidades humanitarias, lagunas en las cadenas de suministro críticas y limitaciones en el acceso a los alimentos, la atención sanitaria, la educación, el empleo y otros servicios básicos. Además, ACNUR informa de que más de 185.000 sirios y libaneses han cruzado a Siria huyendo de los ataques en curso muchos de ellos menores no acompañados
"La Unión Europea y la comunidad internacional deben tomar medidas urgentes para frenar los bombardeos y las agresiones indiscriminadas que afectan a la población civil de Gaza y ahora de Líbano para garantizar su seguridad. Pedimos, además, que se respete el Derecho Internacional Humanitario y que se facilite el acceso a la ayuda humanitaria para aliviar la trágica situación que viven miles de personas en la zona", remarca Peris.
Farmamundi en Líbano
Farmamundi trabaja en Líbano desde el año 2017 apoyando el suministro y reparto de Kits nutricionales a familias asentadas en los campos de refugiados de Shatila y Burj El-Barajneh, la mayoría procedentes de Siria. En 2020 se llevó a cabo una respuesta de emergencia para atender a la población afectada por la catástrofe humanitaria provocada por la pandemia por COVID 19 y agravada con la explosión el 4 de agosto en Beirut, que arrasó la mayor parte del puerto de la ciudad, dejando un balance de 200 personas muertas y más de 6.000 heridas.
También se han realizado 13 suministros de medicamentos esenciales en los últimos años, donde destacan los realizados tras la explosión en el puerto de Beirut en 2020 y por la pandemia de COVID-19 en 2021.
El país, que ya atravesaba una recesión económica antes de la pandemia, se encuentra ahora en una situación crítica a la que se suman los bombardeos, la creciente inseguridad y los desplazamientos forzosos. Con el parón de la actividad económica, incluida la agricultura y la construcción, más de la mitad de la población asegura haber perdido su fuente de ingresos, y un 70% reconoce tener que saltarse comidas. El impacto entre las mujeres es aún mayor habiendo perdido de manera mayoritaria sus empleos.