Asocian la falta de vitamina D con la aparición de enfermedades reumáticas

El déficit de vitamina D se ha asociado a la aparición de múltiples enfermedades reumáticas como la AR, el lupus eritematoso sistémico, la espondiloartritis, la polimialgia reumática o la artrosis. Según avisan los expertos, unos niveles más bajos de 25-hidroxivitamina D también se asocia a las formas más severas de estas enfermedades, especialmente en las que sus tratamientos exigen el uso de glucocorticoides, ya que esta deficiencia va a contribuir a problemáticas como una menor absorción de calcio y fósforo.

08/10/2024

La vitamina D, que en realidad es un sistema hormonal (el sistema endocrino de la vitamina D), ejerce un importante papel en el sistema inmunitario al actuar como modulador tanto de la inmunidad innata como de la inmunidad adquirida. Esto explica la relevante asociación que se ha establecido entre el ...

La vitamina D, que en realidad es un sistema hormonal (el sistema endocrino de la vitamina D), ejerce un importante papel en el sistema inmunitario al actuar como modulador tanto de la inmunidad innata como de la inmunidad adquirida. Esto explica la relevante asociación que se ha establecido entre el déficit de vitamina D y la aparición o incidencia de múltiples enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide (AR), el lupus eritematoso sistémico, la espondiloartritis, la polimialgia reumática y la artrosis. "Incluso, se ha descrito también que los pacientes con niveles más bajos de 25-hidroxivitamina D pueden tener formas más severas de estas enfermedades", explica el Dr. Enrique Casado, especialista del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell (Barcelona).

En el caso de la artritis reumatoide, según un estudio, más del 40% de los pacientes con AR presentan deficiencia de vitamina D y estos niveles bajos de 25-hidroxivitamina D se han asociado con una mayor actividad de la enfermedad, mayor discapacidad y peor respuesta al tratamiento. "Dado que la suplementación con vitamina D parece reducir la actividad y la recurrencia de la enfermedad, algunos autores recomiendan monitorizar los niveles de 25-hidroxivitamina D basalmente y durante el seguimiento de los pacientes con artritis reumatoide, y suplementar en los casos de deficiencia", indica el Dr. Casado.

Es importante tener en cuenta que, entre las enfermedades reumáticas, el déficit de vitamina D es más grave en aquellas en las que sus tratamientos exigen el uso de glucocorticoides, como el lupus, la artritis reumatoide o la polimialgia reumática, "ya que esta deficiencia va a contribuir a una menor absorción de calcio y fósforo y, por consiguiente, a un mayor riesgo de osteoporosis y fracturas por fragilidad, que ya de por sí está incrementado por el propio tratamiento corticoideo", advierte el reumatólogo.

La artrosis es otra de las enfermedades reumáticas que cuenta con evidencia clínica sobre su relación con el sistema endocrino de la vitamina D. En concreto, un metaanálisis reciente, que recogió los datos de hasta ocho ensayos clínicos de calidad, concluyó que la suplementación con vitamina D reducía el derrame articular y mejoraba el dolor y la función de los pacientes con artrosis de rodilla. En paralelo, otro estudio recientemente publicado, con 29 pacientes con artrosis rápidamente destructiva de cadera, encontró que todos ellos presentaban niveles bajos de 25-hidroxivitamina D, y que sus niveles medios (11 ng/mL) eran significativamente menores que los de los 118 pacientes del estudio con coxartrosis primaria (22,2 ng/mL). "Por eso, los autores consideran que también deben medirse de forma rutinaria los niveles de 25-hidroxivitamina D en pacientes con artrosis rápidamente destructiva de cadera", revela el Dr. Casado.

En el caso de la fibromialgia, aunque existe cierta controversia entre la asociación del déficit de vitamina D y esta enfermedad, conviene destacar los resultados de un metaanálisis que recogió los datos de los 12 estudios de mayor calidad. "Los autores encontraron que, efectivamente, los niveles de 25-hidroxivitamina D eran significativamente menores en los pacientes con fibromialgia que en los controles sanos. Concretamente, unos niveles bajos de esta vitamina se han asociado con mayor intensidad del dolor y peor calidad de vida de los pacientes, por lo que tiene sentido alcanzar niveles óptimos para una mejor evolución de la enfermedad", detalla el Dr. Casado.

Suplementación con vitamina D

La suplementación con vitamina D en los pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas es todavía hoy un tema de amplio debate, "puesto que no es fácil encontrar evidencia cuando hablamos del beneficio de la suplementación con vitamina D en todas las enfermedades reumáticas, principalmente debido a la heterogeneidad de las poblaciones analizadas, las dosis de vitamina D utilizadas o el tiempo de tratamiento, entre otros factores", advierte el Dr. Casado.

El mayor conocimiento de la asociación entre los niveles bajos de 25-hidroxivitamina D y la peor evolución de algunas enfermedades reumáticas, con incluso peor respuesta al tratamiento, hace que cada vez se preste más atención a los niveles de esta vitamina D de los pacientes en las consultas de reumatología y se trate de mantenerlos en un rango óptimo.

Sin embargo, en palabras del especialista: "a pesar del evidente papel que juega la vitamina D en la fisiopatología de las enfermedades reumáticas, especialmente las inflamatorias y autoinmunes, y de la asociación entre los niveles bajos de 25-hidrocivitamina D y la mayor incidencia, peor sintomatología, y peor pronóstico, necesitamos ensayos clínicos, bien diseñados, con poblaciones bien definidas, y con las diferentes moléculas que disponemos, para poder establecer unas claras recomendaciones de cómo debe ser el manejo de nuestros pacientes".

Aunque tampoco se ha logrado consensuar qué niveles de 25-hidroxivitamina D son los idóneos para conseguir los efectos inmunomoduladores de la vitamina D, "algunos autores consideran que deben ser superiores a 40 ng/mL y, en todo caso, nadie duda de la importancia de mantener niveles de 25-hidroxivitamina D superiores a 25-30 ng/mL para conseguir una buena salud ósea en los pacientes. No debemos olvidar que nuestros pacientes tienen mayor riesgo de osteoporosis y de fracturas, por lo que en aras de reducir este riesgo debemos siempre corregir el déficit de vitamina D", puntualiza el Dr. Casado.

Autor: IM Farmacias
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