Septiembre es sinónimo de fin de vacaciones, de vuelta al cole y de retomar la rutina. Es un momento en el que los padres empiezan ya a preocuparse porque saben que en pocos días pueden volver los mocos, las toses, la fiebre y las noches sin dormir para sus hijos. ...
Septiembre es sinónimo de fin de vacaciones, de vuelta al cole y de retomar la rutina. Es un momento en el que los padres empiezan ya a preocuparse porque saben que en pocos días pueden volver los mocos, las toses, la fiebre y las noches sin dormir para sus hijos. Y es que parece que, mientras en los hogares se forran los libros y se colocan las etiquetas de la ropa, las familias de virus están preparándose para inundar las aulas en el mismo momento en el que abran sus puertas.
Para evitar ese primer catarro hay que procurar que las defensas de los peques estén fuertes. Y es que, el sistema inmunológico de los más pequeños es aún inmaduro y esto hace que sean mucho más vulnerables que los adultos a procesos catarrales y gripales. Por este simple motivo, ellos son más propensos a caer enfermos en estas fechas.
¿Qué provoca una bajada de defensas?
El primer motivo para que las defensas bajen es una alimentación poco equilibrada. Y esto puede deberse a varios motivos. Uno de los más comunes es que los niños, por lo general, no comen igual en el comedor del colegio que en casa y, no olvidemos que, en verano es inevitablemente, las pautas alimenticias varían.
El cansancio también influye a la hora de tener unas defensas fuertes. Además, esa misma sensación de fatiga provoca que coman menos. Después de meses sin un horario, volver a los madrugones y a una agenda repleta de actividades puede pasar factura. Otro factor importante es el estrés. Parece que esto solo afecta a los adultos, pero los niños también se ponen nerviosos en el primer día de colegio ya que se enfrentan a multitud de novedades y no siempre saben gestionarlo. Por último, algo propio de los primeros días de otoño son los cambios bruscos de temperatura, un motivo más para que las defensas se resientan.
Una solución con ingredientes de origen natural
Para paliar esta situación, Laboratorios Viñas, a la vanguardia en investigación y desarrollo de productos para la salud, recomienda, Pharmachups Inmunochup, una piruleta con ingredientes de origen natural que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
Pharmachups Inmunochup es un complemento alimenticio pensado y desarrollado para mantener el bienestar de los pequeños en esta época del año. Se trata de piruletas con ingredientes de origen natural a base de própolis, ampliamente conocido por sus propiedades, vitaminas E y B6, que ayudan a mantener el sistema inmunitario funcionando normalmente, ácido hialurónico, que aporta hidratación a la mucosa formando una película protectora, regeneradora y calmante, y miel.
Se presenta en formato de piruleta y con sabor a frutos del bosque. El niño chupará la pastilla sujeta por un soporte que puede coger él mismo dándole sensación de independencia.
Modo de empleo.
Chupar la pastilla hasta que se disuelva completamente en la boca sin tragarla de golpe. Se recomienda 1 pastilla al día, siempre a partir de 3 años.
No superar la dosis recomendada, un consumo excesivo puede producir efectos laxantes.
Además, ¿qué más podemos hacer?
Aunque esquivar todos los virus que pueden rodear a un niño pequeño es muy complicado, además de pequeños cambios de hábitos pueden ser recomendables: