Para lograr un modelo de práctica farmacéutica plenamente centrado en la persona y orientado al servicio, es esencial definir las farmacias como centros de atención sanitaria, designar a los farmacéuticos como proveedores de atención sanitaria y establecer marcos legislativos y reglamentarios propicios, afirma la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) en una ...
Para lograr un modelo de práctica farmacéutica plenamente centrado en la persona y orientado al servicio, es esencial definir las farmacias como centros de atención sanitaria, designar a los farmacéuticos como proveedores de atención sanitaria y establecer marcos legislativos y reglamentarios propicios, afirma la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) en una Declaración de Sostenimiento publicada hoy.
Las farmacias comunitarias profesionales y centradas en la persona son esenciales para unos sistemas sanitarios funcionales y eficientes. Los gobiernos no sólo deberían defender este modelo de farmacia comunitaria, sino también aprovechar las farmacias comunitarias para la prestación de una atención primaria integrada, reduciendo así la presión sobre los equipos de medicina general y los servicios de urgencias, y haciendo un mejor uso del limitado personal sanitario y de otros recursos, afirma la FIP.
"En muchas partes del mundo, las normativas y los marcos legislativos relacionados con la práctica farmacéutica están bien establecidos, pero no se aplican de forma coherente ni se hacen cumplir posteriormente. Es vital hacer hincapié en la necesidad de una aplicación rigurosa de estas normativas para garantizar un alto nivel de práctica y una colaboración eficaz entre los farmacéuticos". "Esta declaración de la FIP deja claro que, en todos los países, la legislación que define y sustenta el funcionamiento de las farmacias comunitarias -ya se trate del personal, los requisitos funcionales, la supervisión y los servicios prestados a la comunidad- es un elemento crucial de la política sanitaria que debe responder a las necesidades sanitarias de las poblaciones", afirmó Brett Simmonds, presidente del Grupo Consultivo de Reguladores de la FIP.
"En todo el mundo, la práctica farmacéutica está evolucionando hacia una serie de servicios de atención primaria centrados en la persona, como la prevención, el cribado y la gestión de enfermedades crónicas no transmisibles y la vacunación. Un sólido conjunto de pruebas demuestra que estos servicios aportan un valor significativo a las personas, a otros profesionales sanitarios, a los sistemas de salud y a la sociedad en su conjunto", afirmó Sherif Guorgui, presidente de la Sección de Farmacia Comunitaria de la FIP.
Guorgui añade: "Establecer y aplicar reglamentos y un marco legislativo es crucial, pero un ecosistema de apoyo también es esencial para la práctica y el funcionamiento sostenibles de la farmacia".
La declaración, apoyada recientemente por el Consejo de la FIP, también deja claro que es igualmente importante definir y establecer los mecanismos de financiación que hagan equitativa y sostenible la prestación de servicios farmacéuticos. Hace una serie de recomendaciones para apoyar un modelo de práctica orientado al servicio. Para garantizar que las farmacias sean reconocidas y funcionen como centros de salud, los gobiernos deben prestar una "atención estrecha y profunda" a la práctica farmacéutica y apoyar el desarrollo de un entorno de práctica farmacéutica más saludable, afirma la federación.