El peligro de los falsos mitos veraniegos en la protección solar   

La dermatóloga Susanna Nogués, de Sanitas, alerta sobre los riesgos de exponerse al sol sin protección para lograr un bronceado sin quemaduras, una práctica popular en redes sociales que incrementa el riesgo de cáncer de piel. Desmiente además otros mitos como la ineficacia de las cremas solares en la síntesis de vitamina D y subraya la importancia de una adecuada protección solar, especialmente en la infancia.  

26/08/2024

Expertos de Sanitas han advertido de los riesgos de exponerse al sol sin protección para conseguir el denominado ´callo solar´, una práctica que se ha popularizado en redes sociales prometiendo un ´bronceado saludable´ sin quemaduras y que puede poner en peligro la salud de la piel. La dermatóloga Susanna Nogués, ...

Expertos de Sanitas han advertido de los riesgos de exponerse al sol sin protección para conseguir el denominado ´callo solar´, una práctica que se ha popularizado en redes sociales prometiendo un ´bronceado saludable´ sin quemaduras y que puede poner en peligro la salud de la piel. La dermatóloga Susanna Nogués, del Centro Médico Sanitas Imperial Tarraco, ha explicado que cuanto mayor es la exposición al sol, mayor es la quemadura. En este sentido, ha destacado que la piel tiene memoria y cada quemadura multiplica el riesgo de sufrir un cáncer de piel en el futuro. "Además, es causante del fotoenvejecimiento prematuro de la piel. Solo tenemos que fijarnos en la diferencia entre zonas expuestas y zonas no expuestas cuando somos adultos y llevamos muchos años de exposición solar crónica", ha añadido. 

Otro de los falsos mitos viralizados durante la época estival es el que asegura que la crema solar impide la síntesis de vitamina D. Los especialistas de Sanitas han señalado que hay varias publicaciones científicas, como un estudio publicado en el ´British Journal of Dermatology´, que desmienten esta idea. En este sentido, el uso de protector solar no afecta significativamente los niveles de vitamina D en el organismo, ya que la cantidad de radiación UV necesaria para sintetizar esta vitamina es mínima y se puede obtener a través de una exposición solar breve y controlada. La dermatóloga ha destacado a su vez que los fotoprotectores caseros no tienen probada su eficacia, por lo que pueden dejar la piel vulnerable y expuesta a los efectos nocivos de la radiación UV. 

Además, ha negado que la fotoprotección solar oral sea igual de efectiva que la crema. "Como máximo, con un fotoprotector oral podríamos conseguir un FPS 4 en nuestra piel, por tanto, si nos tomamos una pastilla y no usamos protector solar tópico nos vamos a quemar", ha indicado. Por otra parte, Nogués ha revelado los daños que causa la luz azul de las pantallas a la piel. A este respecto, ha apuntado que puede producir hiperpigmentación, por lo que sería necesaria una buena rutina despigmentante y fotoprotectora durante todo el año como medida de prevención del cáncer de piel, hiperpigmentaciones y fotoenvejecimiento prematuro. Frente a todos estos falsos mitos, los expertos de Sanitas han recomendado asegurar una protección efectiva contra los daños del sol aplicando el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de la exposición al sol, con el objetivo de permitir que se absorba adecuadamente. 

Además, este protector debe tener un factor de protección solar (FPS) adecuado y emplearse también en días nublados, a pesar de lo que asegura otro de los bulos más extendidos. "Por ejemplo, si nuestra piel tarda en quemarse cinco minutos con una crema fotoprotectora de FPS 30, tardaríamos 150 minutos en quemarnos, aunque eso no es del todo así ya que el sudor, el roce y el baño van afectando la cantidad de crema que permanece en nuestra piel. De este modo, la mejor opción siempre va a ser un factor de protección elevado, a ser posible 50, ya que bloquea aproximadamente el 98 por ciento de los rayos UV", ha detallado Nogués. También se debe usar la cantidad correcta, aproximadamente dos miligramos por centímetro cuadrado de piel, lo que equivale a una cucharada para la cara y una taza pequeña para el cuerpo. Si se va a nadar o realizar actividades físicas intensas, es preferible que el fotoprotector sea resistente al agua.

Y los expertos han recordado la importancia de reaplicarlo cada dos horas o después del baño, así como no olvidar zonas vulnerables y pequeñas, como orejas, cuello, dorso de las manos y pies. Por último, Nogués ha recalcado la importancia de la fotoprotección en la infancia, ya que la piel de los bebés y niños es mucho más vulnerable a los efectos nocivos de las radiaciones solares. "El motivo es que su capa córnea, la capa más externa de la piel, es más delgada y presentan un mayor número de células madre en la capa basal. Esto hace que una quemadura en las edades más tempranas tenga mayores consecuencias en el futuro, aumentando el riesgo de padecer un cáncer de piel en la edad adulta", ha explicado.

Autor: IM Farmacias