"La oficina de farmacia tiene capacidad de prestar servicios remunerados"

Hacemos balance con Cristóbal López de la Manzanara, presidente de la Asociación de Empresarios de Farmacia de Madrid (Adefarma), de la salud que tiene la farmacia a nivel empresarial y de lo que ha logrado su organización en el último año. "El hecho más destacable, quizá, desde el punto de vista institucional, es la celebración del 45 aniversario", declara.

Dentro de este contexto, han puesto en marcha varios proyectos. Destaca Adefarma INNOVA, dirigido a rentabilizar la farmacia con un coste prácticamente cero, con el mismo personal, cambiando de actitud en la forma de llevar la farmacia: "Llevarla no como un establecimiento simplemente sanitario, sino como una empresa, incentivando el trabajo del día a día desde el punto de vista emocional e involucrando a los trabajadores".

Matiza que tiene un coste muy barato y se garantiza una rentabilidad de un 25 % con la misma estructura de personal. Otro hecho que remarca ha sido la internacionalización de Adefarma, en cuanto a que este año AdefarmaWork ha traído ponentes de fuera de España, que "han dado una visión de los diferentes modelos de farmacia que conviven cerca de nuestro país". Adelanta que quiere que, en la edición de 2025, esta internacionalización llegue más allá y sea un encuentro que albergue "las posturas y las demandas del sector para una farmacia más moderna del siglo XXI".

Según López de la Manzanara, "el reto que tienen las oficinas de farmacia a corto plazo es abrirse un hueco dentro de la Atención Primaria como parte importante". Y, añade, que sea reconocido institucionalmente, ya que éstas son un establecimiento sanitario de ámbito privado con interés público. "Esto no quiere decir que todos los servicios que tengamos que hacer por pandemias, por urgencias, o porque al ministro de turno se le ocurra, tienen que ser gratis. Tenemos capacidad para hacer muchísimo más y descongestionar incluso los servicios de urgencia de los hospitales. Todo esto es una reivindicación que llevo haciendo desde hace tiempo", afirma. Así como la prescripción farmacéutica avalada por el profesional sanitario que competa, en caso de urgencia, como puede ser en festivos, fines de semana o puentes, avalada siempre al día siguiente por una receta que el médico extienda. "La Administración tiene capacidad para ponernos de acuerdo a todos los sanitarios, pero el farmacéutico debe poder acceder a la historia compartida del paciente", alega.

A su juicio, la reforma de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos debe ir en esta dirección. Es decir, "la total libertad en cuanto a poder hacer una prescripción coherente y de determinados síntomas avalada por unos protocolos y posteriormente por el médico, como lo hacen las enfermeras". Recuerda que no es algo que se invente él, que "es una cosa que se lleva haciendo largos años en el Reino Unido, nos guste o no nos guste". Describe que allí hay dos tipos de farmacia: "Las farmacias Boots, que es una cadena que aquí no tiene cabida, por lo menos desde mi punto de vista, aunque intentos nos sobran, y luego las farmacias municipales, que llegan a acuerdos con los ayuntamientos u organismos superiores para las campañas de vacunación, campañas de prevención de la salud, que son remuneradas, eso es lo que queremos, como también queremos hacer guardias, pero que estas guardias sean remuneradas como son remuneradas las guardias de cualquier enfermero, como son remuneradas las guardias de cualquier médico, de cualquier profesional sanitario o no".

Hace hincapié en que, para que la rentabilidad sea posible en ambos sentidos, "se tiene que dotar a la farmacia de muchas más atribuciones que redunden en el bien del ciudadano".

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