La pandemia de COVID-19 ha ampliado significativamente las disparidades económicas y sanitarias existentes entre los países ricos y de bajos ingresos y ha desacelerado el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud, según un nuevo estudio publicado el 24 de julio de 2024 en la ...
La pandemia de COVID-19 ha ampliado significativamente las disparidades económicas y sanitarias existentes entre los países ricos y de bajos ingresos y ha desacelerado el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud, según un nuevo estudio publicado el 24 de julio de 2024 en la revista de acceso abierto PLOS ONE por Wanessa Miranda de la Universidad Federal de Minas Gerais, en Brasil.
En este contexto, un nuevo estudio ha investigado el impacto potencial de estas perturbaciones económicas en el progreso hacia los ODS relacionados con la salud. El equipo de investigación utilizó datos de la base de datos oficial de los ODS de las Naciones Unidas y analizó las asociaciones entre el bienestar, los niveles de ingresos y otros determinantes socioeconómicos clave de la salud. Se extrapoló un modelo anual para predecir las tendencias entre 2020 y 2030 utilizando una proyección de referencia, así como un escenario posterior a la COVID-19.
El estudio estimó que las pérdidas de crecimiento económico promedio a raíz de la pandemia de COVID-19 fueron del 42% y el 28% para los países de ingresos bajos y medianos bajos, y del 15% y el 7% para los países de ingresos altos y medianos altos. Se proyecta que estas disparidades económicas impulsarán las desigualdades mundiales en materia de salud en los temas de enfermedades infecciosas, lesiones y violencia, salud materna y reproductiva, cobertura de los sistemas de salud y salud neonatal e infantil.
En general, los países de bajos ingresos pueden esperar una pérdida de progreso promedio del 16,5% en todos los indicadores de salud, mientras que los países de altos ingresos pueden esperar pérdidas de tan solo el 3%. Algunos países individuales, como Turkmenistán y Myanmar, han estimado una pérdida de progreso que es hasta nueve veces peor que la pérdida promedio del 8%. Las pérdidas más significativas se observan en África, Oriente Medio, Asia meridional y América Latina.
Los autores concluyen que el impacto de la pandemia ha sido muy desigual en las economías mundiales y ha provocado mayores desigualdades a nivel mundial, afectando especialmente a los objetivos relacionados con la salud de la Agenda 2030 de los ODS.
A esta idea añaden: "La pandemia de COVID-19 ha ampliado significativamente las disparidades económicas y sanitarias existentes entre los países ricos y los de bajos ingresos y ha ralentizado el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la salud. En general, los países de bajos ingresos pueden esperar una pérdida media de progreso del 16,5% en todos los indicadores de salud, mientras que los países de altos ingresos pueden esperar pérdidas de tan solo el 3%".