¿Liso o rizado? A cada tipo de cabello, su cuidado

Antes de hablar de cabellos lisos o rizados hay que hablar de la salud capilar y de un término nuevo: `Skinificación capilar´ (del inglés skin=piel), que define muy bien hasta qué punto es importante el cuero cabelludo en el cuidado del cabello. Esta nueva tendencia cuida el cuero cabelludo igual que se cuida la piel del rostro o del cuerpo y apuesta por fórmulas que la equilibren y prevengan su envejecimiento.

"Cada vez es más común cuidar el pelo (desde el cuero cabelludo hasta la fibra capilar) con la misma atención y mimo que nuestro cutis", explica la Dra. Mercè Campoy, directora de la clínica que lleva su nombre, antes de aclarar que "hay que tener en cuenta que la piel de la cara también comienza en el cuero cabelludo".

Si incidimos en la importancia de esta zona es porque sean cuales sean las características de nuestro cabello (liso, rizado, ondulado...) éste no se verá bien si la piel del cuero cabelludo no está en equilibrio, además de que un desequilibrio grave puede provocar problemas como exceso de grasa, caspa y una caída importante del cabello.

Cuero cabelludo: la base del cabello sano

Las causas que provocan un desequilibrio en la piel del cuero cabelludo son varias. Pueden ser internas, como estrés, fatiga o tensión nerviosa, o externas, como los rayos UV, que favorecen la formación de radicales libres nocivos para las células del bulbo piloso y para la queratina del cabello, ya que desnaturalizan su estructura proteica.

La contaminación, especialmente en las grandes ciudades, favorece la aparición de derivados irritantes en el ambiente, los cuales agreden el cuero cabelludo al mismo tiempo que la piel. Son igualmente numerosas las agresiones capilares externas: con tensioactivos inadecuados presentes en champús, permanentes, coloraciones, decoloraciones... Pueden causar también irritación en el cuero cabelludo y en la estructura, dando lugar a puntas abiertas y escamas levantadas.

Cabello liso, cuidados específicos

En el cabello liso, la cutícula (parte más externa) tiende a estar más plana y uniforme que en otros tipos de cabello, de ahí que sea suave al tacto y refleje la luz de manera uniforme. Esta misma característica puede propiciar que se ensucie más, ya que el sebo de la raíz puede propagarse a lo largo del cabello, dándole un aspecto `aplastado´. Como consejos básicos hay que incidir en su higiene con un champú adecuado, que se llevará a cabo en dos fases: la primera para eliminar restos de productos de acabado y el segundo para limpiar bien el cabello. A continuación, se aplicará el acondicionador en las puntas.

Una vez por semana se puede hacer uso de mascarillas especiales, dejándolas actuar el tiempo indicado por cada laboratorio. Seguidamente se retirará la humedad, teniendo en cuenta que la fricción hace que la cutícula se vuelva más áspera. Por eso hay que secar el cabello presionándolo con la toalla, para potenciar así el efecto de los productos de acabado.

Para peinar el cabello liso es mejor utilizar un cepillo de madera, puesto que los metálicos pueden quemarlo y romperlo. Y, si se quiere utilizar la plancha, hay que hacerlo con movimientos descendentes de medios a puntas.

Cabello rizado, cuidados específicos

Su forma puede variar desde ondas suaves hasta rizos muy definidos, lo que viene de- terminado por la forma en que están agrupadas las células de queratina. Es propenso al encrespamiento y la sequedad, ya que los aceites naturales del cuero cabelludo tienen más dificultades para viajar a lo largo de la espiral del cabello para hidratarlo. Por tanto, es importante mantener la hidratación y cuidarlo adecuadamente para conservar su salud y definición.

Para lucir un rizo natural y definido es mejor secar el cabello al aire o con el difusor del secador apretando las puntas con la palma de la mano. Si no está recién lavado es aconsejable mojar el cabello con un vaporizador con agua y pulverizar con un spray que le devuelva la definición.

Para un rizo más abierto y marcado hay que utilizar las tenacillas, vigilando siempre la temperatura para no excedernos con el calor. Aunque la tendencia es potenciar el rizo, si- guiendo el `método curly´, si se quiere liso hay que utilizar siempre un producto de alisado y un protector del calor para protegerlo del secador. En este caso, también es aconsejable usar un cepillo de madera antes que uno metálico.

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