La Justicia de Aragón, Concepción Gimeno, se ha reunido con la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García Fuentes, y con la vicepresidenta, Pilar Labat Casanova, en el marco de los trabajos preparatorios con motivo de la elaboración de un informe especial sobre ansiedad y depresión. En el transcurso del encuentro, ...
La Justicia de Aragón, Concepción Gimeno, se ha reunido con la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García Fuentes, y con la vicepresidenta, Pilar Labat Casanova, en el marco de los trabajos preparatorios con motivo de la elaboración de un informe especial sobre ansiedad y depresión.
En el transcurso del encuentro, las representantes de los farmacéuticos de Zaragoza han reconocido que las consultas en las farmacias sobre ansiedad y depresión han aumentado hasta el punto de considerar estos trastornos "la epidemia del siglo XXI". Según su opinión, al aumento de estas consultas ha contribuido el hecho de que en los últimos años los diagnósticos hayan crecido y también a la falta de recursos asistenciales.
Según han descrito las representantes del Colegio de Farmacéuticos, el caso más habitual que se ve en las farmacias es el de una persona, mayoritariamente mujer con independencia de la franja de edad, que plantea síntomas de insomnio, despertares tempranos y estrés continuado.
El trato cercano y habitual de estos profesionales con los pacientes facilita que se sinceren y que puedan ofrecer una información y acompañamiento en un primer momento, hasta que la persona recibe la atención de los servicios de salud.
Cuando los síntomas son leves, es posible pautar medicamentos que no requieren receta, formulados a base de plantas medicinales. Al respecto, estos profesionales advierten que "igualmente, requieren un seguimiento para determinar la dosis más adecuada y advertir de las posibles interacciones".
Al margen de estos medicamentos basados en plantas, en la reunión se ha puesto de manifiesto que el tratamiento habitual de la depresión y de la ansiedad se realiza con ansiolíticos y antidepresivos que, únicamente, se dispensan con receta médica y requieren un seguimiento por parte del personal sanitario.
Con el objetivo de frenar el consumo de estos medicamentos y evitar que los tratamientos se acaben alargando en el tiempo, las representantes del Colegio de Zaragoza se han mostrado a favor de potenciar alternativas, basadas en redes de apoyo social, una opción que la Justicia de Aragón comparte y apoya. Igualmente, han trasladado a la Justicia su predisposición a colaborar con otras entidades y con la administración en la elaboración de estudios de deshabituación de benzodiacepinas.
Concepción Gimeno ha remarco y valorado el papel fundamental que desempeñan los farmacéuticos, que ofrecen atención las 24 horas del día, colaboran con los médicos de atención primaria, a través de la receta electrónica, trasladando mensajes en los casos en los que es necesario informar al médico sobre una situación particular e, incluso, actuando en situaciones de urgencia, mediante la comunicación directa con los centros de salud.
En opinión de la Justicia de Aragón esta relación de proximidad favorece que las personas reconozcan su problema y pueda activarse una solución lo antes posible, al tiempo que es un remedio frente a la estigmatización de las enfermedades de salud mental.
La presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza apuesta por un enfoque multidisciplinar del tratamiento de la depresión y de la ansiedad en el que farmacéuticos, medicina de familia, enfermería, psicólogos y grupo de apoyo trabajen de manera coordinada y con la mayor agilidad posible.