"Todos juntos nos ayudamos a promover la farmacia comunitaria en Iberoamérica"

España y Portugal tienen una farmacia comunitaria moderna, mientras que Brasil ha hecho un trayecto importante en los últimos años. En Socfic creen que los países que engloban Iberoamérica no pueden avanzar solos. Entrevistamos a Carlos Mauricio Barbosa, su vicepresidente, quien subraya que hay trabajo por delante de validación de conceptos.

03/05/2024

El portugués Carlos Mauricio Barbosa, vicepresidente de la Sociedad Científico Profesional de Farmacia Iberoamericana Comunitaria (Socfic), vino a Madrid para abordar las diferencias entre los distintos modelos farmacéuticos en la jornada La farmacia y los servicios profesionales farmacéuticos en Iberoamérica. Allí dio a conocer los resultados preliminares de un estudio ...

El portugués Carlos Mauricio Barbosa, vicepresidente de la Sociedad Científico Profesional de Farmacia Iberoamericana Comunitaria (Socfic), vino a Madrid para abordar las diferencias entre los distintos modelos farmacéuticos en la jornada La farmacia y los servicios profesionales farmacéuticos en Iberoamérica. Allí dio a conocer los resultados preliminares de un estudio con el que están realizando el diagnóstico de cómo se encuentra la farmacia comunitaria en Iberoamérica.

Una de las conclusiones fue que el modelo de farmacia español es un referente para Iberoamérica. También lo es el portugués. Por eso, en entrevista personal, le preguntamos por las diferencias entre estos dos y el resto de Iberoamérica y por lo que se puede aprender del mencionado estudio llevado a cabo por Socfic. "España y Portugaltienen una farmacia comunitaria moderna, muy enfocada en el paciente, en la prestación de servicios profesionales farmacéuticos", dice. Insiste en que son dos países con "un sistema muy organizado de farmacia", donde los farmacéuticos poseen un papel determinante en la farmacia comunitaria.

Sostiene que, por ejemplo, en Portugal, "los equipos de las farmacias son muy farmacéuticos". En nuestro país vecino hay algo más de 2.900 farmacias y su promedio es de 4,1-4,2 farmacéuticos por farmacia. "Es un nivel muy alto de profesionales farmacéuticos", asevera. Por este motivo, "hay muchas condiciones para trabajar, para desarrollar proyectos, de colaborar con las Administraciones, de trabajar mucho la prevención de la enfermedad, la promoción de la salud". Advierte de que "no podemos esperar a que las personas se enfermen y después tratarlas, porque no hay dinero para todo eso. Los presupuestos en Sanidad suben todos los años y debemos trabajar en conjunto con la farmacia. Ésta es el primer punto a donde se dirigen los pacientes con un problema de salud. Y hablan con el farmacéutico", argumenta.

Algo que nos llamó la atención de su exposición en la jornada de Socfic, que tuvo lugar en las instalaciones de Cofares, es que la farmacia brasileña ahora también se ha convertido en un referente, cuando hace 20 años estaba en muy mala situación. "La farmacia brasileña ha hecho un trayecto muy interesante. Actualmente, tiene farmacéuticos trabajando en las farmacias y hace años los farmacéuticos no estaban en ellas, no tenían interés en la farmacia", comenta Barbosa. Añade que "los dueños no querían a los farmacéuticos en las farmacias". El primer punto es ése, "el equipo profesional y su calificación en la farmacia, basado en farmacéuticos que tengan naturalmente una competencia muy especial".

En ese sentido, considera que el de Brasil es un caso de éxito, que está en desarrollo. "El cambio legal de la farmacia de establecimiento comercial a establecimiento de Sanidad también muy importante. Las autoridades asumen formalmente que la farmacia es un local de Salud, con una organización de prestación de cuidado de Salud y de un establecimiento de sanitario, y no un establecimiento comercial", puntualiza. Es un ejemplo para la comunidad iberoamericana, que integra a más de 600 millones de personas.

Resume que "tenemos dos farmacias muy bien estructuradas, Portugal y España, y tenemos en algunos países, como Argentina, Perú y Costa Rica, muy buenos puntos de práctica profesional y de tributos para el sistema sanitario". Determina que "son semillas que ya que ya lo están haciendo". Si bien, "estos países no pueden avanzar solos, tenemos que estar todos juntos, porque todos juntos somos más fuertes y nos ayudamos mutuamente a promover, a incrementar los niveles de intervención profesional, la farmacia comunitaria".

Reconoce que hay mucho trabajo que hacer en lo que a validación de conceptos se refiere: "El concepto de farmacia comunitaria, que es tan claro para nosotros en España y en Portugal, no es muchas veces claro en otros países, ni para los propios farmacéuticos". La idea de Socfic es mostrar la realidad y que los colegios de cada país pueden usar su fotografía, hacer benchmarking, demostrar a sus autoridades sanitarias lo que la farmacia puede hacer por su población. Lo que quieren es alinear los diferentes detalles de las farmacias comunitarias en los diferentes países para que se promueva una reflexión. "Socfic está aquí como facilitador, como promotor de una discusión. Ha de ser una reflexión promovida por los colegios, pero con las autoridades sanitarias de esos países, porque hay que demostrar que es positivo para sus ciudadanos y para el sistema sanitario", manifiesta. Es decir, hay que demostrar lo que supone esta nueva metodología de farmacia. Para España y Portugal no es algo nuevo, pero para otros países sí lo es y han de demostrar que hay valor añadido en la apuesta por la farmacia comunitaria y los servicios profesionales en ella. Una muestra de esto último, según Barbosa, sería Guatemala. Concluye que "no es posible que la farmacia en Guatemala funcione como funciona, sin farmacéuticos". Explica que tiene un director colegiado, pero puede serlo de varias farmacias, por lo que es "meramente ficticio, artificial". La cuestión es que "usar la capacidad que existe de las farmacias en cada país es útil para los sistemas sanitarios".

Autor: IM Farmacias
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