Consejos para padres: los masajes para bebés

Como sabes, tras el nacimiento de tu bebé, el primer órgano sensorial completamente desarrollado es la piel. Por eso, es muy importante estimular el desarrollo cognitivo de tu pequeño ayudándole a experimentar con el tacto: los masajes para bebés son una práctica estupenda para ayudarle a descubrir un universo sensorial donde aprenderán sobre lo que les rodea y sobre sí mismos.

Estudios de la Asociación Española de Masaje Infantil demuestran que el masaje en los primeros años de la infancia contribuye en un crecimiento físico y emocional saludable para los más pequeños. Realizar masajes con movimientos suaves y calmados, contribuirá al desarrollo de la coordinación de tu bebé, mejorará la flexibilidad muscular y estimulará su metabolismo.

Además, como su delicada piel no completa su función protectora hasta los cinco años, podemos utilizar el Aceite de Caléndula para este pequeño ritual y así nutrirla y protegerla diariamente.

¿Cómo masajear la piel de tu bebé correctamente?

Este momento, si bien puede ser después del baño o en otro momento del día, puede convertirse en un ratito diario especial entre tu bebé y tú, donde proporcionar seguridad al pequeño para descubrir sensaciones llenas de calidez y ternura.

• Busca un rincón tranquilo y siéntate cómodamente, asegurándote de que tus hombros y brazos estén relajados. Tómate un momento para concentrarte en tu bebé y asegúrate de tener todo lo que necesitas a tu alcance para no tener que interrumpir el masaje.
• Mantén cubiertas las partes del cuerpo del bebé que no estés masajeando para evitar que se enfríe. Asegúrate de que tu mano esté relajada y en contacto completo con la piel del bebé en todo momento.
• Antes de comenzar, calienta unas gotas de Aceite de Caléndula entre tus palmas. Inicia con caricias suaves pero firmes para que tu bebé no sienta cosquillas que lo incomoden y se acostumbre al movimiento reconfortante de tus manos sobre su piel.

El masaje de tripita

Algo muy común en los primeros meses sufrir cólicos (los famosos "cólicos de los tres meses") que pueden surgir por muchos motivos, especialmente porque su sistema digestivo aún está en desarrollo.  Estas molestias y dolores suelen estar relacionados con gases y, para aliviarlos, podemos recurrir a un masaje en la tripita que ayude a tu bebé a expulsarlos.

Podemos anticiparnos al llanto del bebé masajeando su abdomen dos veces al día con el Aceite para la Tripita, con una fórmula natural que contiene aceite de almendra BIO y aceites esenciales de manzanilla y cardamomo, con grandes propiedades digestivas.

Baño de Crema de Caléndula

Para los primeros baños, no necesita aclarado

Un cuidado de limpieza ultrasuave para la piel del bebé durante los primeros baños, sin la necesidad de enjuagar. Tan delicado que transforma el agua en una suave emulsión cremosa.

El aceite de almendra dulce y el extracto de flores de caléndula limpian, nutren y protegen la piel del bebé contra la sequedad, dejándola suave, aterciopelada y proporcionándole una sensación reconfortante.

Leche corporal de Caléndula

Hidrata y calma la piel del bebé

Esta leche corporal, completamente natural, proporciona hidratación, suavidad y fortalece las defensas naturales de la piel del bebé. Su textura ligera se absorbe fácilmente sin dejar residuos grasos. Contiene aceite de sésamo orgánico, que nutre y previene la sequedad cutánea, junto con extractos de caléndula orgánica, que calman y alivian la piel.

Entre sus ingredientes principales se encuentran el aceite de almendra dulce y el extracto de flores de caléndula.

Aceite de Caléndula

Ideal para hidratación después del baño

Este Aceite para Bebé ofrece un cuidado corporal suave y totalmente natural elaborado con almendra dulce, caléndula y manzanilla orgánica. Este producto está especialmente formulado para el cuidado diario y el masaje del bebé. Es ideal para aplicarlo después del baño, ya que ayuda a prevenir la sequedad de la piel y la mantiene suave al tacto. Durante el masaje, este aceite crea una delicada capa protectora alrededor del bebé, ayudando a mantener su temperatura corporal y promoviendo las funciones naturales de protección de la piel.

Crema de pañal Caléndula

Protege de la irritación y alivia la piel del bebé

Esta crema, conocida por papás y mamás como "Mano de Santo", es la mejor gracias a sus increíbles propiedades para prevenir, aliviar y regenerar la piel enrojecida e irritada en la zona del pañal. Esta crema protege y cuida de manera totalmente natural la delicada epidermis del bebé. Su fórmula cuenta con óxido de zinc, conocido por sus propiedades aislantes y absorbentes, mientras que la cera de abeja refuerza esta acción al crear una fina capa protectora que no bloquea los poros. Además, los extractos de caléndula y manzanilla orgánica calman y regeneran las irritaciones y enrojecimientos.

Entre sus ingredientes principales se encuentran el aceite de almendra dulce y el extracto de flores de caléndula.

Crema facial de Caléndula
Cuida, protege y aporta hidratación

Protege con suavidad la delicada piel del rostro y el cuerpo de tu bebé, fomentando sus defensas naturales para un crecimiento saludable.

Los compuestos de Caléndula orgánica ofrecen un alivio calmante, mientras que la lanolina, la cera de abeja y el aceite de almendra orgánico forman una barrera natural que hidrata y protege la piel sin bloquear los poros.

Esta crema restauradora de rápida absorción es el complemento ideal para el cuidado diario de la cara, las manos y otras áreas expuestas del cuerpo, ideal también para adultos con piel seca y sensible por sus ingredientes principales: el aceite de sésamo y el extracto de flores de caléndula.

Aceite para la tripita del Bebé

Alivia cólicos, gases o estreñimiento

Este Aceite para la Tripita del Bebé es como una caricia para los pequeños cuando tienen la barriguita revuelta. Un masajito suave con este aceite y los gases molestos se van volando. Es todo natural y suave, hecho con aceites de almendra dulce y extractos de manzanilla, así que es amigable con la piel de tu bebé. Solo pon un poquito en tus manos, caliéntalo y masajea delicadamente la pancita de tu chiquitín. ¡Y listo, a dormir como un angelito!