La atención sanitaria es responsable de entre el cuatro y el cinco por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), considerándose el quinto mayor emisor del planeta si se equipara a la actividad de un país, en este sentido, según se ha recordado con motivodel Día Mundial ...
La atención sanitaria es responsable de entre el cuatro y el cinco por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), considerándose el quinto mayor emisor del planeta si se equipara a la actividad de un país, en este sentido, según se ha recordado con motivodel Día Mundial de la Tierra 2024.
Otro de los problemas asociado a a nivel sanitario es el del plástico. En 2015, la producción de plástico fue responsable de aproximadamente el cuatro por ciento de las emisiones mundiales de GEI , que se espera que casi se cuadruplique hasta el 15 por ciento para 2050. El plástico abunda en los productos médicos y reciclarlo es un desafío por muchas razones, incluidas las preocupaciones por la prevención de infecciones, las combinaciones complejas de materiales y la falta de infraestructura de procesamiento y gestión de residuos.
Asimismo, muchos materiales utilizados en la producción de plástico y sus subproductos son altamente peligrosos o tóxicos, lo que provoca un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, y varios tipos de cáncer.
La acción climática desde el sector de la salud puede reducir su impacto ambiental y al mismo tiempo mitigar las profundas consecuencias del cambio climático para la salud física y mental. La falta de medidas en el sector sanitario podría generar una triplicación de la huella de carbono global de la atención médica para 2050.
Al respecto, la Universidad de Melbourne y sus hospitales, proveedores de atención médica, unidades de investigación médica y socios afiliados están liderando un proyecto para descarbonizar la atención médica y reducir los desechos plásticos, incluidos programas para reducir los desechos plásticos (por ejemplo, de equipos de protección personal, EPI) y una iniciativa pionera en el mundo para reciclar el PVC médico.
En este sentido, cabe destacar la creación del Laboratorio Australiano de Carbono para el Cuidado de la Salud de la Universidad de Melbourne que facilitará la investigación de evaluación del ciclo de vida y la huella de carbono organizacional para informar vías de tratamiento con bajas emisiones de carbono.
Asimismo, se considera que la formación centrada en la acción es clave para permitir que el personal sanitario comprenda, gestione y mitigue los efectos del cambio climático en la salud y aplique los principios de una atención sanitaria ambientalmente sostenible.