La pérdida de fuerza muscular relacionada con la edad es individual y está influenciada no sólo por el estilo de vida y factores ambientales sino también por numerosas variantes genéticas. Precisamente, la información sobre la predisposición genética a la fuerza muscular podría utilizarse junto con la evaluación de riesgos tradicional para ...
La pérdida de fuerza muscular relacionada con la edad es individual y está influenciada no sólo por el estilo de vida y factores ambientales sino también por numerosas variantes genéticas. Precisamente, la información sobre la predisposición genética a la fuerza muscular podría utilizarse junto con la evaluación de riesgos tradicional para identificar a las personas que tienen un riesgo particularmente alto de padecer enfermedades comunes y adversidades de salud.
En ello se ha centrado un estudio realizado en la Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia). Se trata del estudio internacional más completo hasta la fecha sobre la fuerza muscular hereditaria y su relación con la morbilidad y demuestra que una predisposición genética a una mayor fuerza muscular predice una vida más larga y un menor riesgo de desarrollar enfermedades comunes.
"Parece que una predisposición genética a una mayor fuerza muscular se refleja más en la capacidad intrínseca de una persona para resistir y protegerse contra los cambios patológicos que ocurren durante el envejecimiento que en la capacidad de recuperarse o recuperarse por completo después de una adversidad severa", explicó la investigadora doctoral Päivi Herranen, de la Facultad de Ciencias del Deporte y de la Salud.
Recuperación y supervivencia
En este estudio, para el que se empleó información genética y resultados de salud de más de 340.000 hombres y mujeres finlandeses, la predisposición genética a la fuerza muscular se definió mediante la construcción de una puntuación poligénica para la fuerza muscular, que resume los efectos de cientos de miles de variantes genéticas en una sola puntuación. La puntuación poligénica permite comparar participantes con una predisposición genética excepcionalmente alta o baja a la fuerza muscular e investigar asociaciones con la fuerza muscular heredada y otros fenotipos, en este caso, enfermedades comunes.
De los participantes seleccionados entre 40 y 108 años, el 53% de ellos eran mujeres. Los diagnósticos manejados para el estudio se basaron en las principales causas de muerte y las enfermedades no transmisibles más importantes en Finlandia. Dichos diagnósticos incluyeron las enfermedades cardiometabólicas y pulmonares más comunes, enfermedades musculoesqueléticas y del tejido conectivo, caídas y fracturas, trastornos cognitivos y de salud mental, cánceres, así como la mortalidad general y la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Los resultados del estudio inciden en el importante papel de la fuerza muscular en la recuperación y la supervivencia de enfermedades y afecciones agudas y sugiere que las personas con un genotipo que soporta una mayor fuerza muscular tienen un riesgo ligeramente menor de sufrir enfermedades no transmisibles comunes y mortalidad prematura.
"Nuestra hipótesis es que la fuerza muscular determinada genéticamente es un predictor importante de la salud y la esperanza de vida futuras. Sin embargo, no predijo una mejor supervivencia después de eventos adversos agudos para la salud en comparación con el tiempo anterior a la aparición de la enfermedad", concluyeron los investigadores.