Para profundizar sobre este grave problema de salud pública se celebró una mesa redonda dentro del I Congreso `One Health´, que acogió la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, que contó con expertos, como María Álvarez de Sotomayor, vicepresidenta de la Conferencia Nacional de Decanos de ...
Para profundizar sobre este grave problema de salud pública se celebró una mesa redonda dentro del I Congreso `One Health´, que acogió la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, que contó con expertos, como María Álvarez de Sotomayor, vicepresidenta de la Conferencia Nacional de Decanos de las Facultades de Farmacia de España y miembro de la junta directiva de la Plataforma One Health, encargada de moderar la mesa redonda en la que participaron, además, Gorka Orive, catedrático de Farmacia y Tecnología Farmacéutica en la Universidad del País Vasco, Pablo Barrenechea, director de Acción Climática de ECODES, María Rosa Arroyo, representante de la Alianza Médica contra el Cambio Climático, Ricardo Boedo, del departamento de Asuntos Públicos y Corporativos de GSK y Héctor Tejero, responsable de Salud y Cambio Climático del Ministerio de Sanidad.
Gorka Orive se centró en la farmacontaminación, enfocada a la presencia de principios activos o metabolitos en el medioambiente y sus efectos en el calentamiento global. En este sentido, se refirió a algunos casos llamativos como el peligro de extinción de ciertas especies animales como es el caso del buitre, a consecuencia del diclocenaco administrado al ganado. También muchos ornitorrincos en Australia mostraban restos de antidepresivos, lo cual generó una alerta social, otro ejemplo expuesto por Orive, fue el de la floxicina en los ríos que cambia el comportamiento de sus huéspedes animales, entre otros. Por otra parte, incidió en el uso de inhaladores, "una amenaza que repercute sobre el cambio climático. Solo en España, en 2023 se utilizaron unos 16 millones de inhaladores con propelentes, lo que supuso verter, al medioambiente cerca de 400.000 toneladas de CO2. Cada vez que se utiliza uno de estos inhaladores se contamina como un vehículo que haya realizado un desplazamiento de 300 km", tal como señaló.
Existe suficiente evidencia de los efectos de la contaminación sanitaria sobre la salud, según recordó la Dra. María Rosa Arroyo. En este sentido, ofreció algunos datos, como el del impacto de los residuos de los quirófanos en la huella climática, que representan el 25% a nivel hospitalario, o los generados en los Servicios de Radiología, de los que un 80% están ligados al empleo del yodo utilizado para diversas técnicas. También se refirió a los litros de agua purificada que se utilizan en hemodiálisis "es un agua tremendamente pura y acaba tirándose mientras se le podría dar otros usos como en la lavandería, jardines, incluso, para los propios equipos de esterilización", según indicó. Por tanto, insistió en la importancia de consumir menos productos sanitarios contaminantes además de potenciar el reciclaje y la reutilización. La Dra. Arroyo recordó, en este sentido, el trabajo de la Comisión de Deontología del CGCOM sobre la responsabilidad de los médicos con la sostenibilidad medioambiental.
Desconocimiento del sector sanitario
Ricardo Boedo, incidió en que, tal vez, por desconocimiento, el sector sanitario muchas veces no tiene en cuenta su propia huella climática, mientras la capacidad de influencia de este sector en la población es sumamente importante, "no en vano en España se dan un millón de consejos médicos diarios", tal como recordó. Sin embargo, consideró paradójico que "tratamientos que se administran a personas mayores de 65 años con patologías respiratoria contengan propelente, un gas que deja una huella de carbono equivalente a 28 kg de CO2. Existe una posibilidad de más salud si nos preocupamos en descarbonizar los sistemas sanitarios", recalcó.
Al hilo de ello, Boedo insistió en la necesidad de "cambiar el chip y buscar la colaboración con autoridades sanitarias y las Sociedades científicas de acuerdo para un uso más responsable de este tipo de tecnologías". En este sentido, mencionó alternativas como la de los inhaladores de polvo seco, "una tecnología responsable con el paciente, que promueve mejores resultados en salud y mayor adherencia terapéutica".
Colaboración institucional
No cabe duda de que la colaboración entre diferentes instituciones es fundamental, y es en lo que se centró Pablo Barrenechea, refiriéndose, por un lado, al Plan Estratégico de salud y medio ambiente, PESMA, y su primer plan de actuación para poder calcular la huella de carbono e identificar posibles puntos problemáticos en el sector sanitario en cuanto a generación de emisiones. Y por otro lado, y como segunda opción, el compromiso que tiene España para que sus sistemas sanitarios consigan las emisiones netas cero a ser posible entre el año 2050 a través de la Alianza para la Acción Transformadora en Clima y Salud (ATACH) que promueve la Organización Mundial de la Salud. Desde su punto de vista, "dicho compromiso es fundamental porque tiene que marcar todo el proceso de desarrollo de descarbonización que requiere el sector sanitario para poder enfrentarse a este problema de salud".
Según datos citados por Barrenechea, actualmente, más de 300 hospitales españoles trabajan en el cálculo de su huella de carbón. Relacionado con ello, citó algunos ejemplos como el Hospital de Manises, Hospital de Mollet, Hospital Clínico San Carlos, los planes del SERGAS, en Galicia, y también los del SCS, de Canarias, entre otros. "Ese es el primer paso para saber dónde está afectando el cambio climático y cómo poder desarrollar obviamente planes de descarbonización", indicó.
A ello podría contribuir, sin duda, el impulso al Observatorio de Salud y Cambio climático que desde el Ministerio de Sanidad se pretende dar y al que se refirió su representante, Héctor Tejero, quien incidió en la apuesta de Sanidad por culminar el plan de temperaturas extremas, que es un plan referente a nivel global a 20 años. Asimismo, se refirió a la colaboración ministerial con Alianza médica contra el cambio climático para mejorar la comunicación sobre los riegos en salud del cambio climático por parte de los profesionales sanitarios y que tenga efectos en la población en general, en definitiva, "se trata de convertir a los médicos en comunicadores climáticos".
En su intervención también citó el plan de descarbonización de los centros sanitarios, un compromiso que se adquirió al final de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, y que se está empezando a poner en marcha, a partir de los tres principales impactos ambientales de los servicios sanitarios: huella de carbón, contaminación de fármacos y residuos sanitarios.