Si bien España se sitúa como tercer país con mayor reducción de consumo de antibióticos destinados a la salud humana en Europa, según el Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos 2022-2024 de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), aún queda mucho por recorrer. Para ...
Si bien España se sitúa como tercer país con mayor reducción de consumo de antibióticos destinados a la salud humana en Europa, según el Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos 2022-2024 de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), aún queda mucho por recorrer. Para el doctor Manuel Escolar, médico de Cinfa, "este avance no es suficiente y la sociedad debe aseguir mejorando en la concienciación de los riesgos que entraña el uso irresponsable de estos fármacos".
La principal y más preocupante consecuencia es la mayor resistencia de las bacterias, que está dando lugar a la aparición de las conocidas como `superbacterias´, microorganismos resistentes al efecto de los antibióticos con las que se han tratado habitualmente. "Se trata de un riesgo para la salud muy real, actual y que está provocando ya un elevado número de fallecimientos", incide el experto. Así lo señala el estudio "SEIMC-BMR 2023", publicado por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), según el cual más de 23.000 personas murieron el año pasado en España debido a una infección de bacteria multirresistente (BMR).
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la resistencia a los medicamentos antimicrobianos como una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad y que podría llegar a ser la primera causa de muerte en el año 2050, superando al cáncer. Según esta institución, se han observado ya en todo el mundo tasas elevadas de resistencia a los antibióticos utilizados habitualmente en los tratamientos de infecciones bacterianas tan comunes como las urinarias, neumonías, la septicemia, las infecciones de transmisión sexual y algunas formas de diarrea.
Los antibióticos no matan los virus ni reducen la fiebre
"Los antibióticos, tratamientos eficaces para tratar infecciones de origen bacteriano ya bastantes años perdiendo eficacia frente a estos microorganismos. Por este motivo, es primordial que la población se sensibilice y se comprometa con el uso correcto de este tipo de medicamentos", recalca el experto de Cinfa.
Se considera que un antibiótico se usa de manera incorrecta si se adquiere sin receta médica, se emplea para tratar dolencias causadas por virus, como gripes o resfriados, se toma sin seguir las instrucciones del profesional sanitario o se interrumpe la pauta antes de completar el tratamiento. Según el doctor Escolar, hay que tener claro que "son las bacterias las que se hacen resistentes a los antibióticos, no las personas. Si yo los tomo de manera inadecuada, ese comportamiento representa un riesgo no solo para mi salud, sino también para toda la población, ya que si esas bacterias se las transmito a otra persona seguirán siendo resistentes a los antibióticos", apunta el experto.
Por tanto, resulta esencial saber en qué casos o ante qué patologías se puede recurrir a los antibióticos: "Las infecciones respiratorias habitualmente están producidas por virus y son la causa más frecuente de un uso inadecuado de antibióticos. Es decir, para los catarros, gripes, resfriados o incluso faringitis viral, los antibióticos no son necesarios, porque ni matan a los virus, bajan la fiebre, ni reducen otros síntomas como la tos, la mucosidad o los estornudos; es decir, no funcionan contra los virus. Tomarlos en este caso es contraproducente".
Ante las infecciones de origen bacteriano, "que es para lo que debemos tomar los antibióticos, también es fundamental observar buenas prácticas de consumo, como tomarlos siempre bajo prescripción médica, evitando la automedicación, y seguir al pie de la letra las instrucciones que nos indique el facultativo", añade el doctor Escolar.
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