Una de cada cinco mujeres mayores de 75 años tendría hipotiroidismo. Con la sesión Hipotiroidismo subclínico: el farmacéutico en su detección, este viernes en el 23 Congreso Nacional Farmacéutico, se buscó actualizar los conocimientos del farmacéutico en el hipotiroidismo y en la identificación de signos de formas subclínicas, así como ...
Una de cada cinco mujeres mayores de 75 años tendría hipotiroidismo. Con la sesión Hipotiroidismo subclínico: el farmacéutico en su detección, este viernes en el 23 Congreso Nacional Farmacéutico, se buscó actualizar los conocimientos del farmacéutico en el hipotiroidismo y en la identificación de signos de formas subclínicas, así como justificar la necesidad de realizar controles rutinarios de hormonas tiroideas, sobre todo en pacientes de riesgo.
Paula Mateos Sánchez, farmacéutica y coordinadora del Departamento de Información del Medicamento del Consejo General de Farmacéuticos, destacó que el hipotiroidismo subclínico influye en otras patologías, sobre todo autoinmunes. Remarcó la importancia del diagnóstico precoz. Es diez veces más frecuentes en mujeres que eh hombres. Aseveró que el farmacéutico puede ayudar al correcto tratamiento.
A modo de introducción; Sonsoles Gutiérrez Medina, endocrinóloga de la Clínica Universidad de Navarra de Madrid, recordó que la TSH es un regulador endocrino dominante de la glándula tiroides. Es un indicador excelente de la función tiroidea. El hipotiroidismo subclínico tiene una definición analítica, con un TSH por encima del límite superior de la normalidad (rango normal 0,4-4 mU/L). Es una clínica muchas veces ausente o larvada. Hay una clasificación, entre leve y severa (cuando supera 10 mU/L). En España, hay una prevalencia del 4%. Aumenta con la edad, en mujeres y raza blanca.
La principal causa es la tiroiditis crónica autoinmune. El diagnóstico es por laboratorio. En la anamnesis, se pregunta si hay síntomas de hipotiroidismo, fármacos (amiodarona, litio), antecedentes de tiroidectomía, radioyodo, radioterapia cervical,… Cuando se tiene una TSH elevada, hay que confirmar y ampliar con una T4L. Se refirió al diagnóstico diferencial.
Las consecuencias del hipotiroidismo subclínico es una progresión al hipotiroidismo. 2-9% al año. Otra consecuencia importante es la enfermedad cardiovascular, sobre todo cuando la TSH está por encima de 10. Otra consecuencia importante es su relación con la fertilidad. Se ha visto en mueres mayor riesgo de abortos y anovulación. Se ha relacionado también con infertilidad en hombres. Hay otras consecuencias con resultados controvertidos como hígado graso no alcohólico, aumento de peso, síntomas neuropsiquiátricos o síntomas neuromusculares.
Las recomendaciones de tratamiento son diferentes según las guías. Si está por encima de 10, hay que tratar siempre. Ante una TSH elevada, hay que confirmar la T4L. Los argumentos en favor de tratar es evitar la progresión al hipotiroidismo y la mejoría cardiovascular. En contra, el coste, el que es un tratamiento crónico y el riesgo al sobretratamiento. El tratamiento se hace con levotiroxina oral, con formulaciones en comprimidos y en solución líquida. Su absorción máxima es de una a cuatro horas, por eso el ayuno favorece su absorción. Remarco que el hipotiroidismo subclínico gestacional lleva riesgo de aborto, de parto pretérmino y muerte fetal anteparto. Puede haber riesgo de neurodesarrollo y de patología tiroidea y enfermedad cardiovascular en la descendencia. Lo ideal es hacer un análisis preconcepcional y, durante el primer trimestre, cada 4-6 semanas hasta alcanzar objetivos. Siempre se hace un control postparto, seis semanas después.
"El paciente puede recurrir en primer lugar al farmacéutico. Es importante decir a los pacientes dónde conseguir una información verídica", afirmó. La SEEN, por ejemplo, tiene su web Cuida tu tiroides. La intervención del farmacéutico comunitario es la identificación temprana de la sintomatología referida por el paciente. Otras intervenciones son el asesoramiento al paciente y la derivación al médico, la de informar del correcto cumplimiento terapéutico y ofrecer educación sanitaria para mejorar la adherencia.
Con todo, ésta es una patología con una prevalencia no desdeñable (más elevada en mujeres de edad avanzada >20%). Hay una sospecha clínica ante síntomas inespecíficos (astenia, apatía, somnolencia, estreñimiento) en población de riesgo (bocio, enfermedades autoinmunes, radiación/cirugía tiroidea). Su diagnóstico es fácil mediante analítica con perfil tiroideo. El tratamiento precoz en los casos indicados persigue evitar sus consecuencias (progresión a hipotiroidismo, enfermedad cardiovascular, infertilidad) y mejorar sintomatología asociada. Aseveró que hay que prestar especial atención a la embarazada o mujer con deseo gestacional para un correcto diagnóstico y tratamiento de cara a prevenir complicaciones materno-fetales.