Se presentó el informe Determinantes Sociales de Salud. Abordaje desde la visión de la sociedad civil, este jueves, en el 23 Congreso Nacional Farmacéutico. Cristina Tiemblo, tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, moderó el encuentro, que aludió a las inequidades de salud. Hizo una primera reflexión. Se suele decir ...
Se presentó el informe Determinantes Sociales de Salud. Abordaje desde la visión de la sociedad civil, este jueves, en el 23 Congreso Nacional Farmacéutico. Cristina Tiemblo, tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, moderó el encuentro, que aludió a las inequidades de salud. Hizo una primera reflexión. Se suele decir que la muerte nos trata a todos por igual. En pandemia, se demostró que las personas que vivían en localidades de rentas más bajas tenían más posibilidades de entrar en UCIs. El Ministerio de Sanidad ha asumido el reto situando los determinantes sociales como una de las piedras angulares de la legislatura. La profesión farmacéutica es "una herramienta" para poder contribuir a la solución de estos problemas. Insistió en la capilaridad que caracteriza a la farmacia española. Es una red por la que pasan 2,3 millones de personas.
Claudia García-Vaz, IS Global Barcelona, resumió que los determinantes sociales son las circunstancias en las que la personas nacen, crecen y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana. En 2007, la Comisión de Determinantes Sociales de la OMS publicó su marco conceptual. "Los determinantes sociales son una red imbricada y compleja", afirmó. El informe Determinantes Sociales de Salud sienta las bases y contextualiza lo que son los determinantes sociales. Luego, hay cuatro apartados monográficos: personas mayores, niños, residencia y lugar de origen y género.
Dio unas pinceladas para animar a adentrarse en él. Inequidad, interseccionalidad, bidireccionalidad y evitabilidad. Las inequidades de salud son diferencias sistemáticas en las oportunidades que tienen distintos grupos poblacionales para lograr un estado de salid óptimo. Son injustas. Hay que comprender cómo éstas se relacionan. Por eso, hay que hablar de la interseccionalidad. Por ejemplo, la mala salud mental es más prevalente en mujeres que en hombres. Las personas de clase social mas baja tienen un 50% más de prevalencia que las de clase social alta. La violencia de género y la discapacidad tienen un vínculo bidireccional. Las mujeres con discapacidad sufren violencia de género con más frecuencia. Estas inequidades son evitables. Por eso, el informe establece un decálogo de recomendaciones. "El fundamento es incorporar el enfoque salud en todas las políticas", apostilló. Del mismo modo, hay que integrar los determinantes sociales en la investigación sobre salud. Romper con la transmisión intergeneracional de la inequidad. Hay una necesidad de que la promoción llegue a las personas más vulnerables. Y es imprescindible implicar a todos los agentes sanitarios, incluida a la farmacia comunitaria. Hay que priorizar las políticas de los cuidados. Garantizar la accesibilidad al sistema sanitario de todas las personas es primordial. El acceso a una vivienda de calidad y a entornos saludables es imprescindible a todos los niveles, al igual que unas condiciones de empleo y trabajo dignas. Otro punto del decálogo es que hay que reforzar la atención a la salud mental, la detección de la soledad no deseada y la prevención de la violencia y el odio. Por último, hay que desarrollar planes de preparación frente a posibles crisis que incorporen la perspectiva de los determinantes sociales.
"La farmacia está aquí para dar ese servicio y valor a todo", aseveró Tiemblo. Preguntó por los desafíos y barreras para alcanzar la equidad en salud. Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, defendió que las soluciones han de ser sociales. Es decir, están fuera del marco sanitario. Alegó que "los ERTE, en la pandemia, por ejemplo, tuvieron impacto en la salud". "El principal reto es tener un sistema sanitario que aún no ha conseguido restituir la brecha de la universalidad", señaló. Se trabaja en la Ley de Universalidad. Se va a legislar sobre la evaluación de impacto en salud de las medidas. Recordó que eso tiene que ir de la mano de otros ministerios. Se va a poner en marcha la red de vigilancia en Salud pública, y se vigilará en términos de equidad, de "aquello que causa las causas".
Kilian Sánchez San Juan, portavoz de la comisión de Sanidad del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado, se mostró de acuerdo en la importancia de la universalidad y en que se deben coordinar unas estrategias de Salud pública que miren los determinantes sociales en salud. A su juicio, es importantísima la financiación para lograr la equidad, tanto la autonómica como la del Estado. Eso hace que el compromiso de las comunidades autónomas pueda mejorar la cartera de Servicios. Es fundamental que exista la mayor equidad, que pasa por la universalidad, por estrategias coherentes y por financiación.
Lars-Åke Söderlund, vicepresidente de la FIP, consideró que los determinantes sociales crean desigualdades, influyendo en la salud de las personas. "El acceso limitado a servicios de prevención puede contribuir a disparidades en la salud", avisó. En comunidades marginadas, es esencial el papel de la farmacia, según sus palabras. La farmacia es un componente esencial en este proceso, y España tiene más de 22.000 farmacias comunitarias que pueden "apoyar al sistema y combatir estas desigualdades".
Por su parte; Natalia Peiró, secretaria general de Cáritas, se refirió a que el principal desafío es tener "una sociedad sana" y para ello "no ha de haber personas excluidas". Esto incluye la buena salud, que es el condicionante más incompatible con la vida. En España, el 33% de la población que necesita un cuidado sociosanitario no puede pagarlo. La educación, los ingresos y la calidad del trabajo son condiciones que facilitan el acceso a los tratamientos y cuidado, el practicar hábitos saludables. Hay 13.000 Cáritas parroquiales. El reto es acompañar a las familias y colectivos de extrema exclusión, para lograr sostener esa salud deteriorada o frágil.
Para Jaime Jesús Pérez, subdirector General de Prevención, Promoción de la Salud y Adicciones, de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones, los determinantes sociales, desde los años 2000, han pasado a un segundo nivel. Se ha entrado en una medicina de precisión y "nos hemos olvidado a veces de estos temas", cuando son cuestiones clave de nuestro sistema. La vacuna, para las enfermedades infeccionas, es un elemento clave para disminuir las inequidades de salud.
Padilla valoró que el modelo de farmacia existente de farmacia se caracteriza por la equidad, porque la "accesibilidad" es algo propio de la red de farmacias en nuestro país. Desde el Ministerio de Sanidad, el concepto es el del universalismo proporcional, identificando a los grupos que necesitan mayor atención, porque tienen menos capacidad de traducir el derecho en un hecho. La vida se produce en las comunidades y, en el sector sanitario, la Atención Primaria y las farmacias están "a pie de calle". Aseveró que lo primero que hay que hacer es "no agrandar la brecha, no ser agentes promotores de la desigualdad". Otro aspecto que mencionó fue el de colaborar con los centros de Atención Primaria. Su empeño es la creación de consejos de coordinación de todo aquel que esté implicado en la prescripción y dispensación de medicamentos. Eso tiene que tener capacidad de detectar situaciones de problemas. Para él, el desarrollo del alma asistencial de la farmacia es la que tiene mayor potencial.
Una de las cuestiones es no olvidarse de la farmacia. Ningún sistema de Atención Primaria llega a donde llega la farmacia. Si la farmacia no tiene información, no puede informar al usuario.