Una dieta alta en azúcar y niveles elevados de lípidos en el plasma materno pueden perjudicar la salud del feto

El seguimiento de una dieta mediterránea por parte de mujeres embarazadas puede impactar positivamente el desarrollo del corazón fetal y reducir el porcentaje de bebés con peso al nacer por debajo del percentil 10, según se desprende de una investigación impulsada por un equipo de científicos australianos del Heart Research Institute (HRI) y la Universidad de Sydney (Australia).

El estudio se centró, en concreto, en arrojar luz sobre esta relación dietética que, hasta ahora, no se comprende bien y su caracterización adicional mediante el análisis de isótopos estables para rastrear los macro y micronutrientes consumidos por una madre durante el embarazo e identificar la diferencia entre las cantidades de carbono y nitrógeno presentes en la sangre fetal después de la digestión.

"La espectrometría de masas de proporción de isótopos puede proporcionar información sobre patrones dietéticos midiendo con precisión las proporciones de isótopos de carbono que se correlacionan con alimentos altamente procesados ​​y las proporciones altas de isótopos de nitrógeno que corresponden a fuentes de proteínas animales no saludables", explicó uno de los autores principales, el Dr. Xiao Suo Wang, investigador principal del HRI, quien destacó la capacidad única del rastreo de isótopos para la investigación de la salud humana en ANSTO (Organización de Ciencia y Tecnología Nuclear de Australia).

Relación entre nutrición y patología cardiovascular

Los isótopos son formas de un elemento que tienen diferente número de neutrones. Todos los isótopos de un elemento tienen el mismo número atómico y número de protones, pero tienen diferentes masas atómicas. Los isótopos de un elemento comparten propiedades químicas similares pero tienen diferentes propiedades nucleares.

Los resultados, hasta el momento, indican que existe una relación significativa entre una dieta alta en azúcar y niveles elevados de lípidos en el plasma materno, que también está relacionado con una pared cardíaca interventricular más gruesa en los bebés. "Esta condición puede ser muy perjudicial para la salud cardíaca de un niño", según los autores de este trabajo.

Estas técnicas pueden usarse potencialmente para brindar orientación nutricional a las mujeres embarazadas en el futuro y cambiar el modelo de atención clínica y con ello reducir la incidencia de enfermedades coronarias y otros trastornos relacionados.