El dolor crónico es entendido como aquel que se prolonga por tres meses o más, o que supera el punto de curación típica del tejido. Al respecto, podría haber diferencias en la forma en que mujeres y hombres experimentan y resuelven el dolor crónico, según sugiere un estudio llevado a ...
El dolor crónico es entendido como aquel que se prolonga por tres meses o más, o que supera el punto de curación típica del tejido. Al respecto, podría haber diferencias en la forma en que mujeres y hombres experimentan y resuelven el dolor crónico, según sugiere un estudio llevado a cabo por investigación de la Universidad de Alberta (Canadá).
En la última década ya se habían realizado investigaciones con modelos de ratones tanto masculinos como femeninos para buscar diferencias de sexo relacionadas con el dolor. Ahora, los investigadores canadíenses, pudieron comprobar, en la misma línea de estudio con ratones, que las hembras eran más sensibles a los efectos de las células inmunes conocidas como macrófagos. También identificaron un receptor ligado al cromosoma X que es fundamental para resolver la inflamación tanto aguda como crónica en ambos sexos.
"Nuestros hallazgos indican que podría deberse a la composición de las propias células inmunes que influyen no sólo en el estado de la enfermedad, sino también en que el dolor se vuelva crónico o no", explicó el investigador principal Bradley Kerr, profesor de anestesiología y medicina del dolor en la Facultad de Medicina de Alberta.
Un tratamiento para cada género
El equipo de Kerr examinó las vías del dolor en los modelos de ratón utilizando varios métodos. Trabajos anteriores en el laboratorio de Kerr con ratones que padecen esclerosis múltiple mostraron que las hembras tienen dos o tres veces más receptor del dolor Tlr7 que los machos. En este estudio, eliminaron genéticamente Tlr7 y descubrieron que el dolor no se resolvía adecuadamente. Tlr7 es el receptor dentro del sistema inmunológico que activa una respuesta antiviral cuando detecta un virus en su cuerpo, razón por la cual tiene esa sensación de dolor cuando se tiene fiebre.
Estos hallazgos indican que el dolor crónico está indisolublemente ligado a la función o disfunción del sistema inmunológico y es posible que los tratamientos futuros deban ser específicos para cada sexo."El receptor Tlr7 podría ser potencialmente muy beneficioso en el futuro si podemos perfeccionar la forma de activarlo de forma controlada", aseguró el prof. Kerr.
Por tanto, a juicio de estos expertos, conviene estimular el sistema inmunológico de la manera correcta para lograr la resolución adecuada del dolor. "Si los macrófagos o las vías no se activan adecuadamente al principio, se genera un dolor crónico continuo que no acaba de resolverse", indicó el investigador principal.
El siguiente paso previsto por este equipo investigador será probar el efecto de la estimulación de los macrófagos y Tlr7 en modelos que tienen dolor causado por una lesión nerviosa.